Veterinarios de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y expertos en las infecciones de las palomas aseguran que "las excretas de estos animales portan patógenos que pueden afectar a la salud de las personas".

Explican que las palomas son un peligro cuando se concentran muchas en un mismo lugar porque sus excrementos contienen criptococos que se transmiten por el aire. En el caso de la avenida y la arena de la playa de Las Canteras, estos excrementos resultan un peligro cuando no incide en ellos el calor del sol. Es decir, "si las heces de las palomas se secan se inactivan", mientras que si se encuentran en un lugar sombrío o al sol pero en cantidades abundantes, el hongo continúa vivo.

Son las corrientes de aire, explicaron, las que hacen que "las pequeñas esporas puedan ser inhaladas". Añadieron que las personas que suelen padecer estas enfermedades son aquellas que están en continuo contacto con las palomas.