La inclusión del Puerto de Las Palmas en los documentos oficiales del año pasado en la Red Transeuropea de Transporte, supuso un gran espaldarazo para la consecución del objetivo de mejorar la conectividad de Canarias con el resto del mundo. La denominada Trans-European Transport Networks TEN-T es un instrumento de planificación para el favorecimiento del transporte de personas y mercancías en el seno de la Unión Europea e implica para Canarias, su contribución al transporte de una manera especifica pensado en el eje norte-sur y la constatación del carácter relevante de Canarias en el Atlántico Medio.

Dicho esto así, y a secas, parece como muy bueno, especialmente si se ve con la óptica de antes de la crisis, ya que de un lado, de Canarias, solamente figura Las Palmas, su principal puerto, y de otro, implicaría inversiones, y demás cuentos de la lechera.

Pero creo que debiéramos mirarlo con otros ojos, que debieran contradecir la frase anterior.

Debe constituir un reto para la Administraciones, empresas y demás agentes económicos y sociales. Que nos incluyan en la planificación, con lo que puede suponer en su caso de ayuda financiera para proyectos, nos debe hacer pensar y meditar acerca de lo que no se puede hacer con el dinero, derrocharlo, y menos aun embarcarse en proyectos inútiles que solamente nacen de los grandes y entupidos visionarios. La Unión Europea considera a los Puertos, no solamente como nodos de comunicación, sino como generadores de actividades económicas en sí mismos, y para ello es necesario contar con el máximo apoyo social en los Proyectos y con emprendeduría competitiva.

Las Administraciones deben tener las ideas claras y plantearse objetivos sencillitos sobre la base de la restricciones presupuestarias y el efecto que tiene que tener las decisiones sobre la actividad económica y la actividad social. Debe procurar la competencia y el ámbito regulador debiera quedar reducido a la seguridad y la no exclusión. Los Proyectos públicos deben recoger un análisis de coste beneficio económico y social, por mucho que puedan venir subvenciones, para reducir el costo de una idiotez, no deja ésta de serlo porque venga subvencionada.

Los agentes sociales creo que deben forjarse en la competencia y en la dinamización. Las recetas son sencillas, y coincido con ellos cuando piden que no exista interferencia por parte de las Administraciones. El reto del TEN-T debe contribuir a la implantación de nuevos proyectos pero si topa con una Administración preocupada en cuidar la vanidad de sus directivos, en la intervención por la intervención, en mirar quien apadrina lo que sea, se pierde la oportunidad de progresar, harán los negocios los de siempre, y tacatá.

Por otra parte, el objetivo siempre fue la consideración de Las Palmas como un núcleo central pero como focalización de una idea, de un lugar pero con el ámbito de toda Canarias. Somos los suficientemente pequeños como para no fraccionarnos más todavía.

Quien pretenda considerar que el objetivo de crecimiento de actividad económica se limite al espacio del Puerto de La Luz en el ámbito portuario, no solamente es limitado mentalmente sino que además esta condenado al fracaso. No se trata de compartir, tampoco, al día de hoy es imposible pensar en serio en el tema de las compensaciones. Pero creo que no se debe hacer exclusión de ningún lugar, territorio o zona de las Islas Canarias, que medioambientalmente sean aptos, para permitir conseguir el objetivo de asegurarnos un futuro mejor.

La visión que están teniendo en Tenerife en este momento, con un claro respaldo y rechazo social a un planteamiento excluyente es compartida si se les trata de excluir, lo que nunca debiera haberse hecho y espero que no se haga. Quienes estudiamos y profundizamos en los objetivos a conseguir, siempre pretendimos que el desarrollo fuera global, cada uno con sus potencialidades reales, y en todos los temas nos fue bien.

Así, que hubiera habido colaboración en materia de cruceros nos ha permitido reforzar la marca de Islas de Atlántico lo que nos granjeó muchos premios a los Puertos de Las Palmas, y que por ejemplo tuviéramos base de cruceros. Con una marca excluyente no nos hubiéramos comido una rosca.

El planteamiento de la Ayuda Humanitaria siempre fue sobre la base de Canarias, si bien el Puerto de la Luz era, en ese momento, el que mejores condiciones tenia para su base.

La competencia y los números que arrojan el conjunto de los puertos canarios nos permite situarnos en el mapa. Nos aprovechamos todos, entramos en competencia y nos permiten acceder a objetivos.

La consideración de la TEN-T debe ser desde esta perspectiva, global, quien pretenda excluirse o excluir, creo que está condenando a todos a perder una oportunidad de oro de fortalecer el modelo de gestión que todo el mundo sensato quiere. La visión contenida en los documentos de la Unión Europea en materia portuaria nos permite apreciar que considera el Puerto en su entorno, no solamente como servicios, sino impulsor de actividades, desde esa perspectiva la exclusión de una zona, de las inversiones realizadas en ellas, es, sencillamente, un suicidio.