La tragedia ha sembrado el desconsuelo entre los amigos y compañeros de Carlos. Sobre todo, cuando recuerdan los muchos planes de futuro que tenía. Incluso, para este fin de semana, donde había quedado para celebrar los carnavales.

El joven de 35 años vivía en Las Palmas de Gran Canaria y hace poco se había comprado una casa de campo, en la que había puesto gran ilusión junto a su compañera. Estudió Topografía, pero seguía nuevos estudios para formarse profesionalmente.

"Esto es un drama, sobre todo porque Carlos es una persona muy apreciada entre sus compañeros", con los que compartía frecuentes partidos de fútbol junto a algunos amigos. El director de Zona de Canarias de FCC, Juan Madrigal (una de las empresas que lidera la ejecución de las obras en el Muelle de La Esfinge, y de la que dependía el fallecido), reconoció que la plantilla está apesadumbrada por lo vivido. Madrigal cree que hubo "mala suerte" en el accidente, y que en la empresa se ha sentido mucho lo sucedido.

El fallecido era jefe de Producción de la UTE, formada por FCC, Matías Marrero, Félix Santiago y Dragados, y llevaba muchos años ligado a FCC. Antes de trabajar en el puerto grancanario había estado destinado a otra obra portuaria en Gran Tarajal, en Fuerteventura.

Las obras del muelle de La Esfinge, en la que perdió la vida este trabajador, suponen la expansión natural del Puerto de La Luz hacia el exterior, con un dique de protección paralelo al reina Sofía. La intención de los responsables portuarios es que en esta zona se instalen nuevas compañías petrolíferas. Además de la multinacional Oryx, está prevista la entrada de varias empresas más del sector, así como logísticas y de servicios.

El proyecto se encuentra en su recta final y, precisamente, el accidente se produjo cuando se colocaba el último gran cajón de hormigón, situado a más de 600 metros de tierra. Su finalización está prevista para dentro de dos meses, una vez se culminen los rellenos de sus casi 500.000 metros cuadrados de explanada.