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El muelle eterno de la capital

Santa Catalina se ha convertido en el muelle eterno de la ciudad. Después de 128 años desde la colocación de su primera piedra, continúa resistiendo los embates del mar, y a las enormes hélices de los gigantescos barcos de cruceros que atracan en la zona, incluido el portaaeronaves Juan Carlos I, hace apenas una semana.

"Es el muelle más antiguo, Y el más cercano y entroncado con la ciudad. El muelle de entrada tradicional al puerto", según el director comercial de la Autoridad Portuaria, Juan Francisco Martín.

Recibió la primera piedra el 26 de febrero de 1883, para ser en un primer momento una obra de abrigo. En cambio, con los años se transformó en un muelle de carga y descarga, y de tránsito para los pasajeros.

El proyecto original del llamado Puerto de Refugio de La Luz contemplaba un dique exterior de abrigo o rompeolas, que partía del desembarcadero dejado a medio construir en 1871. Se prolongaba 1.240 metros, para proteger el interior del puerto. Y, a su vez, el muelle de Santa Catalina, perpendicular al dique, que alcanzaba una longitud de 600 metros a partir de la playa, muy cerca del antiguo Castillo de Santa Catalina, y que disponía de mayor anchura, para facilitar el paso de carros y personas. De esta forma se lograba una superficie de aguas abrigadas de unas 60 hectáreas.

La obra fue desarrollada por la empresa inglesa Swanson y Compañía, de Londres, empleándose técnicas de ingeniería marítima británicas que se experimentaron en la India. Además, los ingleses aportaban máquinas, materiales y equipos, como es el caso de la grúa Titán.

La obra iniciada en 1883 quedó entregada el 11 de agosto de 1902. Santa Catalina constituyó durante más de 30 años la base del puerto de Las Palmas, siendo todavía hoy uno de sus principales muelles y, sobre todo, el más longevo.

En estos años se ha usado como puerto de atraque de pesqueros, ferrys y contenedores. Y ahora concentra los cruceros.

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