Pocas novedades se producen en los centros de salud de la capital grancanaria, sobre todo, a raíz de la crisis económica por la que el Gobierno de Canarias ha recortado el dinero dirigido a Sanidad.

El centro de salud de Alcaravaneras conseguía abrir sus puertas la semana pasada después de casi seis años de retrasos en las obras motivados, entre otras cuestiones, por una denuncia vecinal que alegaba que el nuevo inmueble restaba visibilidad.

Otros centros tendrán que esperar mucho más para ser una realidad, como es el caso del de Costa Ayala que empezó a construirse hace dos años, pero sólo un año después fue paralizado por culpa de una modificación en el proyecto. Esta paralización ha provocado que el inmueble sea escenario de saqueos y actos vandálicos.

Lo único que han conseguido los vecinos de Costa Ayala desde entonces es que les retiren la grúa que amenazaba con caerse sobre el campo de fútbol. Mientras tanto tendrán que conformarse con el pequeño consultorio local y trasladarse cuando sea necesario al de Guanarteme, la zona básica a la que pertenecen.

La Consejería de Sanidad también tenía previsto renovar el centro de salud de Schamann, pero no hay fecha prevista para su inicio. Según los usuarios, el edificio se encuentra bastante deteriorado.