El buque Rainbow Warrior de la organización ecologista Greenpeace ha elegido el Puerto de La Luz para realizar una escala en la que acometer diferentes operaciones de mantenimiento, avituallamiento y cambio de tripulación. Esta es la cuarta ocasión en la que recala en Las Palmas de Gran Canaria.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Luis Ibarra, celebra el regreso de este navío al principal puerto del Atlántico Medio. “Tenemos la suerte, y el buen hacer, de recibir miles de buques cada año, incluidos algunos auténticos iconos oceánicos como éste”. A su juicio, “la fidelidad del Rainbow Warrior, como del resto del tráfico, se debe al servicio profesional que presta la comunidad portuaria y a la buena gestión pública de los trabajadores y trabajadoras de esta Autoridad Portuaria”.

Este tercer Rainbow Warrior que ahora recala en el Puerto de La Luz es el primer barco de la flota de Greenpeace diseñado y construido específicamente para la organización, siendo en 2011 uno de los barcos más ecológicos que existían. Utiliza principalmente la fuerza del viento para navegar. El mástil en ‘A’ de 55 metros de alto permite unas velas más grandes que un mástil convencional del mismo tamaño. Dispone de helipuerto y puede navegar tan rápido como la mayoría de los buques industriales. Su diseño permite lanzar al agua sus lanchas neumáticas en cuestión de minutos, incluso con olas de 3,5 metros de altura.