El pasado martes la clase de Cultura Clásica del grupo C de 3º de la ESO del IES de Tafira-Nelson Mandela, en Las Palmas de Gran Canaria, dio una lección de tolerancia. Y no era la primera, aunque esta vez lo hacían delante de un periodista. Esos mismos chicos y chicas de entre 14 y 15 años son los autores, junto a Carlos López Ruiz, Jefe del Departamento de Griego del centro grancanario, de un vídeo sin demasiadas pretensiones pero con mucha carga reivindicativa, que al final es lo que ha convertido este proyecto audiovisual en una pieza alabada por asociaciones LGTBI+ como Gamá, en Gran Canaria, o Violetas, en la isla de La Palma.
Lo que iba a ser una charla sobre los derechos de las y los homosexuales y la igualdad de género derivó en un interesante -y un poco atropellado- debate entre 18 estudiantes que se lanzaban a responderlo todo con una visión del mundo y la sociedad mucho más certera de lo que se les presupone.
Al hablar de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, unas lamentaban, por ejemplo, por qué se pagaba grandes sumas de dinero a los futbolistas y no a las futbolistas; otros pasaban a hablar de cómo tenían amigas que controlaban a través de las redes sociales a sus parejas -”desde que mi amigo está con una chica ella no le deja salir con nosotros”, explicaba Jorge, uno de los alumnos- y todos consideraban intolerable que se ataque a chicos y chicas por su condición sexual. Ahí se ponían bravos y bravas desde Angelina a Néstor pasando por Ignacio, Daniela o Gisela. Levantando la mano para pedir el turno de palabra, lo que se iba a solventar en una conversación de media hora casi se prolongó una hora.
El vídeo ‘Change the color, change the music’ se puede visualizar en YouTube
Mucha culpa de esa espontánea solidaridad y entrega la tiene Carlos López Ruiz, el profesor de Cultura Clásica, un docente de esos que no sólo se dedica a dar clase sino que además intenta formar para el futuro a estos hombre y mujeres en ciernes, y para ello ha echado mano del pasado. “Realizamos una actividad consistente en crear en una aplicación web, un cuadro sinóptico donde se distinguieran las clases sociales en las ciudades griegas antiguas de Atenas y Esparta para comprobar cómo solo eran considerados ciudadanos libres y con derechos los varones mayores de edad, aparte de otros requisitos de linaje, mientras que a las mujeres les eran negados casi todos los derechos, y por supuesto cualquier atisbo de libertad sexual”, dice.
López dice que ese contraste “con su realidad les llamó la atención; entendieron que desde luego se ha recorrido un camino importante en la lucha por los derechos humanos. Pero, si hoy día experimentan la necesidad de pronunciarse en nuestro país contra un mal social como la homofobia es que todavía falta un trecho largo de reivindicaciones”, añade.
“Dentro de un taller virtual sobre los peligros de internet organizado por la Consejería de Economía les impresionó conocer que en la actualidad hay unos 70 países del mundo donde la homosexualidad aún es un delito y que en varios se pena con la muerte”.
En temas de igualdad los chicos lamentan que se pague más a los que a las futbolistas
Ese fue el germen del vídeo que se puede ver en YouTube bajo el nombre de Change the color, change the music. La pieza se grabó para la Red InnovAS de la Consejería de Educación de Canarias, cuya coordinadora en el IES de Tafira es María Auxiliadora Díaz Santiago. Esta Red engloba varios ejes temáticos, y el vídeo se centra en el Eje de Igualdad, coordinado por el docente Óscar Rodríguez.
Se grabó en dos días de clase de Cultura Clásica en octubre de 2020 dentro del recinto educativo. “Realmente fue la confluencia del interés del grupo C de 3º ESO en implicarse contra la homofobia la oportunidad que nos brindaba la Red InnovAS de crear materiales educativos propios relacionados con la Igualdad, la perspectiva histórica que ofrece nuestra materia, mirada crítica al pasado y al presente, y el reto de hacerlo en las adversas condiciones del curso más incierto que hemos vivido”, cuenta Carlos López.
“En primer lugar no hay motivo para establecer diferencias entre generaciones”, explica en otro momento sobre la imagen errónea que se tiene de los y las jóvenes y su supuesta apatia. “Habría que indagar cuál es el motivo de esa supuesta falta de interés, de información o de solidaridad, porque quizá sea que otras generaciones anteriores les hayan dejado un legado de cuestiones que no se preocuparon por administrar bien”.
Para grabar, por el Covid se empleó una cámara de vídeo propia. En el montaje se plantearon una mezcla de microcorto y videoclip musical para narrar una historia universal: el camino hacia la liberación individual y colectiva de la homofobia, que condiciona la mentalidad y libertad de acción. El vestuario corrió a cargo del alumnado: los seres cubiertos con sábanas y capuchas dan paso al final a personas orgullosas de liberarse y lucir su bandera gracias a la voluntad personal y colectiva. El piano, tocado por la alumna Angelina, tiene gran protagonismo, representando el poder que marca el ritmo a la sociedad que, también, puede voltear la situación.
