Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
LP / DLP
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales Díaz, fallece el 11 de marzo con 51 años y 337 días
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.
Juan Antonio Rosales deja un legado que le convierte en inmortal, el que JARD -que así le gustaba llamarse-, con su humor y disciplina, graba con su voz en forma de instrucciones para que su mujer y su hermana sigan viviendo con felicidad; para que sus médicos sigan ayudando a otros a vivir, y para que sus amigos sigan siendo leales los unos con los otros y con la vida. A todos les ha dicho: “Si te dicen de subir dos escalones, tú sube 10”.