La alemana Nicko Cruises se estrena esta semana en Canarias con el crucero de lujo World Voyager, que realizará varias travesías por el Archipiélago a partir de este fin de semana. Con la llegada de esta compañía ya son cuatro las navieras que reciben la autorización del Gobierno de Canarias para operar en las Islas durante esta temporada marcada por los viajes ‘burbuja’ para evitar la transmisión del coronavirus.
El World Voyager tiene autorización para realizar cruceros hasta junio, pero de momento ha confirmado dos viajes de diez días por el Archipiélago con Santa Cruz de Tenerife como puerto base para realizar las operaciones de embarque y desembarque. Tiene previsto realizar escalas en el muelle Santa Catalina del Puerto de Las Palmas el 19 y el 23 de abril. Durante sus travesías realizará dos paradas en La Gomera, una en San Sebastián y otra en el Puerto de Vueltas, además de recalar en La Palma, El Hierro, Fuerteventura y Lanzarote.
Esta es la primera ocasión en la que Nicko Cruises pone a la venta viajes por el Archipiélago. La compañía, muy especializada en cruceros fluviales por el centro de Europa, ha diversificado su oferta en los últimos años, tras la incorporación a su accionariado de la portuguesa Mystic Cruises.
Del río al océano
La compra de Nicko Cruises por la empresa del inversor Mario Ferreira -dueño de los cruceros fluviales DouroAzul y de múltiples inversiones turísticas- abrió las posibilidades de negocio de la naviera al sumar a su flota buques como el World Voyager, construido en el astillero West Sea de Viana do Castelo y entregado a sus propietarios hace escasos meses. De hecho, Mystic tiene encargados otros cuatro cruceros de expedición a la misma atarazana del norte luso dentro de su plan para hacerse con una flota de diez buques de expedición.
El World Voyager reúne todos los requisitos que la naviera quiere para sus buques: dimensiones limitadas para un servicio exclusivo -tiene una capacidad máxima para 200 pasajeros- y prestaciones para poder navegar por las zonas polares. Además de casco rompehielos, cuenta con un sistema dinámico de posicionamiento para no usar anclas que dañen el fondo marino. Su equipo de propulsión híbrido lleva la firma de Kongsberg, la antigua Rolls Royce Marine.
La ocupación máxima se verá limitada durante sus viajes por Canarias para cumplir con el protocolo de prevención de covid. Las plazas en cada travesía están restringidas a 150 pasajeros que llegarán a las Islas tras someterse a una prueba PCR. Al igual que ocurre con el resto de buques que llevan operando en el Archipiélago desde noviembre, el World Voyager navega bajo pabellón de un estado perteneciente a la Unión Europea, en este caso Portugal.
Cuatro navieras
Canarias continúa siendo la única región europea donde los cruceros han continuado durante todo el otoño y el invierno. Nicko Cruises se suma ahora a una temporada que arrancó en noviembre con los Mein Schiff de TUI y continuó en diciembre los AIDA, aunque esta última naviera suspendió en Navidad sus operaciones y no las retomó hasta marzo. También navega por las Islas Hapag Lloyd, que desde ahora realiza sus operaciones de puerto base en Santa Catalina.
La capacidad de los buques está restringida desde el comienzo de la temporada para evitar aglomeraciones a bordo y los días con más pasajeros en muelles como Santa Catalina solo representan una décima parte de las escalas habituales antes de la pandemia, aunque las operaciones siguen suponiendo cierta actividad para las empresas portuarias. La ocupación ha variado en función de la situación epidemiológica en Alemania, único mercado en el que están siendo ofertados estos paquetes turísticos. Durante las últimas semanas se ha notado un descenso, a raíz de las restricciones a la movilidad dictadas por el gobierno de Angela Merkel para frenar la expansión del virus en el país centroeuropeo.
