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Movilidad

Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad entre 20 y 80 por hora

La capital sigue su preparación para adaptar la nueva normativa de la DGT en vías urbanas. En la ciudad hay hasta siete velocidades distintas.

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Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad entre 20 y 80 por hora José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria se encuentra inmersa en un cambio urbanístico sin precedentes en los últimos tiempos, con la llegada de numerosos kilómetros de carriles bici y la transformación que deja a su paso la MetroGuagua. Por ello, hace algunos años que ya se puso manos a la obra en lograr una ciudad 30, con zonas de prioridad peatonal y de medios blandos como la bicicleta, en la que los vehículos no circulen a más de 30 kilómetros por hora. Un paso más de la nueva normativa aprobada por la Dirección General de Tráfico (DGT) en noviembre y que entró en vigor hace unas semanas por la que se establecen nuevas limitaciones de velocidad en las vías urbanas y travesías. 

Y es que no es lo mismo la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora que una zona 30. En las vías en las que hay establecido un sistema como el segundo, los peatones o bicicletas tienen prioridad, por lo que pueden cruzar en cualquier punto de la calzada, y los coches quedan supeditados a ello. Ya hay siete áreas de este tipo en distintos puntos de la capital grancanaria: el barrio al completo de Arenales, el de Lugo, Ciudad Jardín -concretamente entre Juan XXIII y el área de Luengo-, Alcaravaneras excepto Mas de Gaminde, Santa Catalina, Guanarteme y la zona de Schamann.

Más allá de esto, desde el 4 de enero el área de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria ha emprendido un plan para adaptar las calles de la ciudad a la normativa de la DGT, y desde entonces ya ha cambiado la señalética en varios barrios del distrito Isleta-Puerto-Canteras, concretamente en La Isleta y varias calles de la zona Puerto. También se ha trabajado en La Galera, la urbanización Sansofé, Cinco Continentes, Las Torres Bajas y la calle principal de Pedro Hidalgo. Salvo imprevistos, próximamente se llevará estas actuaciones hacia el distrito Centro, que alberga gran parte de las zonas 30 de la ciudad en la actualidad. Igualmente, desde el Consistorio se han diseñado nuevas zonas 30 en Las Coloradas; en varias calles de Altavista, entre ellas el paseo de La Cornisa; en La Minilla; en la plazoleta de Perón en Fincas Unidas; y en tres calles de San Francisco de Paula, entre La Montañeta y Tafira Alta. 

Movilidad desarrolla ahora mismo su plan para adaptar las señales a la norma de la DGT en el Puerto.

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En todo este trabajo, el nuevo servicio de mantenimiento municipal, que entró en funcionamiento el primer día del presente año, ha estado adaptando, en función de las necesidades de cada vía y de la carga de tráfico que recibe cada una de ellas, la normativa, ya que la DGT dejó cierto margen de actuación a las Corporaciones locales para ajustarla a las particularidades de cada urbe. Así, por ejemplo, el paseo de Chil, que por normativa tendría que limitarse a 30 kilómetros por hora, puesto que en uno de sus sentidos solo tiene un carril de circulación, se quedará finalmente tal y como está ahora: a 40 kilómetros por hora. Asimismo, los carriles bus también juegan su papel, ya que no son considerados carriles de circulación al uso.

Igualmente, con el cambio de señalética en las calles, paseos y avenidas de la ciudad, también se están mejorando los niveles de reflectancia para que se vean mejor los discos, y se renovarán, en términos generales, todas las marcas viales tanto verticales como horizontales. Todo ello con el objetivo final de disminuir la siniestralidad en las carreteras en entornos urbanos. Y es que, reducir la velocidad genérica hasta los 30 kilómetros por hora logra que caiga el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello hasta en un 80%, sobre todo teniendo en cuenta que casi nueve de cada diez víctimas en vías urbanas son peatones, ciclistas o motoristas.

Según reza el artículo 50 del Reglamento General de Circulación tras las modificaciones introducidas: «El límite genérico de velocidad en vías urbanas será de: 20 kilómetros por hora en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera. 30 kilómetros por hora en vías de un único carril por sentido de circulación -la mayoría de las más de 3.000 que tiene Las Palmas de Gran Canaria-. 50 kilómetros por hora en vías de dos o más carriles por sentido de circulación». En cualquier caso, la administración local podrá rebajar o incrementar estas limitaciones si lo estima oportuno. 

Paseo de Chil es una de las vías que no reducirá a 30 su límite de velocidad por su carga de tráfico.

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Nada más entrar en vigor la normativa a principios de mayo, el concejal de Movilidad capitalino, José Eduardo Ramírez, ensalzó que contribuirá a disminuir la siniestralidad, pero también a fomentar el transporte en bicicleta o patinetes eléctricos, de acuerdo a la nueva estrategia de la ciudad. «A los usuarios de los coches les va a venir bien porque va a reducir el número de accidentes, y a quienes usan las bicicletas o patinetes y a los peatones, les otorga mucha más seguridad a la hora de cicular y les da más posibilidades, por lo que creo que es una medida que beneficia a todos los actores de la movilidad», sostuvo el edil.

Sin embargo, en la capital grancanaria todavía se puede salir de un garaje en una vía rodonal a 20 kilómetros por hora, cruzar por un barrio de los que tienen impuesta la zona 30 hasta una vía a 40 para salir hacia la vía rápida de 80 y volver a entrar, unos metros más adelante, en alguna de las vías a 50 con la que terminar la ruta. Por todo ello, es normal que la comunidad conductora de Las Palmas de Gran Canaria pueda hacerse un lío entre tantos cambios, por lo que un pequeño resumen podría venirle bien

20 kilómetros por hora.

En la ciudad, hay muchas pequeñas calles en los barrios en donde la velocidad genérica son los 20 kilómetros por hora. La mayoría de vías en los riscos están limitadas a esta velocidad, mientras que también es la estipulada en la normativa de la DGT para aquellas que disponen de plataforma única de calzada y acera, como son las rodonales. De este tipo es la renovada avenida Mesa y López, que solo permite el acceso a los que tienen su plaza de garaje y a las guaguas de la red municipal, pero también el fragmento adoquinado en la calle Galicia. Suelen ir acompañada con la señal S28, que indica sobre fondo azul que se trata de una zona peatonal con figuras de una casa, niños jugando y una persona andando. Además, es el tope en algunas zonas escolares señalizadas a tal efecto.

30 kilómetros por hora.

Será, a partir de ahora, la velocidad genérica en la mayoría de las calles de la ciudad. Se estima que, en torno al 75-80% de las mismas pasarán a tener limitaciones de 30 kilómetros por hora. Desde el 4 de enero, el Ayuntamiento está trabajando en la nueva señalética en los distintos distritos de la capital grancanaria. Todas las que tengan un único carril por sentido, o que uno de esos carriles sean para determinados medios de transporte -véase carril bus o bici-, estarán sujetas a esta orden de la DGT.

Zonas 30.

A diferencia de las vías con limitación a 30 kilómetros por hora, la zona 30 ya existía en la ciudad en varios barrios. Son áreas en las que el peatón, las bicicletas y los vehículos de movilidad personal tienen prioridad absoluta. Ello significa que pueden cruzar donde deseen, siempre y cuando no se comprometa la seguridad del vehículo que transita por la calzada y le dé tiempo a frenar. Son modelos que buscan avanzar hacia una urbe amigable con viandantes y medios de transporte blandos, la llamada Slow city que se ha implantado con éxito en otras capitales y grandes núcleos europeos. Próximamente, llegarán más por estas latitudes, tal y como tiene planeado el Consistorio capitalino.

40 kilómetros por hora.

Era la limitación genérica de velocidad en la mayoría de las vías urbanas y travesías de la ciudad, y se mantendrá ahora en todas aquellas que tienen un carácter interurbano, pese a encontrarse dentro del propio término municipal, ya que conectan dos barrios alejados entre sí. Aunque la mayoría de estas carreteras Igualmente, será la que tengan aquellas calzadas con dos carriles o más por sentido, como Rafael Cabrera, Bravo Murillo o Luis Doreste Silva. Asimismo, el Ayuntamiento ha decidido que, por volumen de circulación, el sentido de Paseo de Chil que tiene dos carriles también sea a 40 kilómetros por hora, si bien el de un único carril se mantendrá en 30. 

50 kilómetros por hora.

Según la normativa de la DGT, es la velocidad genérica para aquellas vías con dos carriles por sentido, pero en Las Palmas de Gran Canaria se reducirá a los 40 kilómetros por hora, por lo que esta limitación se quedará para algunos casos muy concretos y puntuales. Actualmente, es la que tiene la Avenida Alcalde José Ramírez Bethencourt, que transita paralela a la Avenida Marítima entre Juan XXIII y San Telmo, o la carretera de San Lorenzo, que es de titularidad insular, no municipal.

60 kilómetros por hora.

Se limita a alguna vía muy puntual de titularidad insular, como es la GC-110, o Carretera del Centro, en algunos tramos concretos entre la rotonda del Batán y San Roque hasta la que da acceso a la Circunvalación y los túneles de San José. Más allá de esta, este periódico no ha encontrado alguna otra.

70 kilómetros por hora.

Es un límite de velocidad muy poco común. De hecho, solo hay dos tramos de vía en toda la ciudad que tienen estipuladas esta velocidad. Se trata del túnel de Julio Luengo, debido a que sus carriles se estrechan y a lo normal que es encontrarse atascos en ambos sentidos al salir de ellos, sobre todo en su extremo sur por los semáforos de la rotonda de Torre Las Palmas, y la conexión de Pedro Hidalgo con la Circunvalación. de Las Palmas de Gran Canaria.

80 kilómetros por hora.

Es la velocidad de referencia en las dos autovías que encierran el núcleo central del municipio de Las Palmas de Gran Canaria: la Avenida Marítima y gran parte de la Circunvalación GC-3. Ambas son de interés regional, si bien la GC-1 a su paso por el centro urbano tiene algunas gestiones municipalizadas. Asimismo, dos de las carreteras de alta ocupación que unen estas dos vías también tienen una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora: la GC-31 y la GC-23. 

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