Las obras de las nuevas pistas de tenis del Complejo Vicente López Socas, que revitalizarán uno de los espacios más representativos de Ciudad Alta con una inversión de 415.550,89 euros, ya se encuentran en su recta final.
El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo y el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Aridany Romero, recorrieron este martes las obras junto con la Gerente del Instituto Municipal de Deportes, Leticia López, y el presidente de la Federación de Tenis de Gran Canaria, José Juan Sepúlveda. Unas obras adjudicadas a la empresa Opincan 2014 SL que finalizarán en abril y que otorgarán a la instalación de una superficie moderna, accesible y atractiva, con nuevos equipamientos y gradas, respondiendo así a una necesidad de la comunidad deportiva que a su vez posibilitará impulsar la práctica tenística en la ciudad.
El proyecto abarca una superficie aproximada de 3.780 metros cuadrados, englobando así tres canchas de tenis, una pista de frontón, una edificación con uso polivalente de servicios y un espacio de squash cubierto.
El Consistorio capitalino contempla así una actuación que se canaliza en la repavimentación del terreno, demoliendo la superficie actual y sustituyéndola por una losa armada revestida por un pavimento deportivo con certificado ITF (Federación Internacional de Tenis). Se ha modificado la unión de ese pavimento con el material base, en este caso asfáltico, manteniendo las dotaciones y especificaciones técnicas.
Además, se situarán en el lado mayor de las canchas dos líneas de drenaje para la evacuación de las aguas que se acumulen en las pistas. Estas aguas se reconducirán hacia unas escolleras situadas al fondo de las canchas y a los márgenes del barranco. También se acondicionará la cancha de frontón, cuyo vallado existente se desmontará para que sea sustituido por el de las canchas de tenis, unificando así la solución de cierre del equipamiento deportivo.
Al mismo tiempo, se están reparando las cabezas de los muros situados a una altura aproximada de unos ocho metros. Se realizará un cambio en la recogida de aguas superficiales en el trasdós del muro de frontenis, intercambiando la cuneta prevista por un dren francés que se realizará con una lámina impermeabilizante adosada al muro.
