La piqueta hace acto de presencia estos días en los estrechos callejones de San Nicolás. El área de Urbanismo derriba viviendas en mal estado en El Risco. El servicio de protección del paisaje, dependiente de la concejalía que dirige Javier Doreste, inició la semana pasada los trabajos para demoler dos casas terreras en ruinas en la calle Madera y una tercera en Madroño. El plan especial de actuación del barrio, aprobado el pasado mes de septiembre en junta de gobierno, prevé eliminar un millar de casas e infraviviendas en mal estado después de haber realizado un exhaustivo diagnóstico de la zona.
Los trabajos han comenzado en un estrecho pasaje de la calle Madera, donde dos casas terreras de reducidas dimensiones llevaban años tapiadas, por lo que se habían convertido en un foco de infecciones. Según explican desde Urbanismo, han tenido que actuar a modo de ejecución subsidiaria después de haber interpelado a los propietarios de estas construcciones. Al no obtener respuesta se han visto obligados a intervenir, señalan, para solucionar así los problemas de salubridad que estaban denunciando los vecinos de la zona.
El importe de la demolición, precisan, se les pasará a estos una vez finalice la obra. Fuentes de Urbanismo indican que este procedimiento es habitual y que se ha llevado a cabo tanto en los riscos como en otros puntos de la ciudad donde los propietarios de inmuebles en ruinas o abandonados han hecho caso omiso a los requerimientos municipales, de tal manera que el Consistorio haya tenido que actuar con una ejecución subsidiaria para ponerle fin al problema -principalmente relacionado con salubridad o ocupación de estas viviendas que generen problemas de convivencia con los vecinos-.
Una vez terminada la demolición propiamente dicha, los operarios han procedido a construir un muro de contención con rocas de grandes dimensiones para proteger las viviendas colindantes a ambos lados y las situadas inmediatamente por encima en la calle Mercurio. La idea será evitar corrimientos de tierra y filtraciones, dado que se trata de una ladera que en este tramo presenta una elevada pendiente.
Los operarios también demolerán en las próximas semanas una vivienda abandonada en la calle Madroño, muy cerca de donde están trabajando ahora. Esta casa terrera se encuentra actualmente con los techos completamente desfondados y repleta de basuras tras años de desidia. De esta manera, el Ayuntamiento actuará en ambas vías para atajar un problema de salubridad, dado que estas construcciones llevan décadas completamente abandonadas.
Precisamente, el abandono de casas terreras en El Risco de San Nicolás es uno de los principales problemas del barrio. Se trata de construcciones en su mayoría con más de 100 años de antigüedad -construidas con materiales deficientes en muchos casos- que con el tiempo han ido quedando vacías. Estas en gran medida se han convertido en foco de insalubridad al ser vertederos improvisados. El diagnóstico realizado por Urbanismo dentro de la iniciativa Barrios Pendientes -de la cual deriva el plan especial que todavía está pendiente de su aprobación definitiva- detectó un millar de infraviviendas y casas en ruinas a derruir. De estas, tan solo el 5% están habitadas, pues de muchas tan solo quedan en pie algunos muros.
