La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Barrios Pendientes

Urbanismo limita en San Roque las alturas en torno a la Casa de los Picos para evitar taparla

La silueta del inmueble, que corona el risco sobre el Guiniguada desde 1869, se ha convertido en un icono del barrio

Urbanismo limita en San Roque las alturas en torno a la Casa de los Picos para evitar taparla. Juan Castro

Su silueta lleva dominando cual atalaya lo alto del risco de San Roque desde 1869. Con el tiempo, las nuevas construcciones han ido tapando -al menos de manera parcial- la característica fachada de la Casa de los Tres Picos. Ahora, la Urbanismo ha decidido intentar paliar esta situación; el nuevo plan especial de San Roque limita las alturas de las viviendas de la calle Párroco Segundo Vega situadas en la delantera de este emblemático edificio con la finalidad de no entorpecer su visión desde otros puntos de Las Palmas de Gran Canaria.

Obra del urbanista Manuel Ponce de León, la vivienda perteneció al presbítero Luis Rocafort, catalán de origen y organista de la catedral en la segunda mitad del siglo XIX. Con un característico estilo de inspiración neogótica en los cinco picos que coronan su silueta -aunque tan solo tres son los que destacan en la lejanía-, las nuevas construcciones han tapado parcialmente esta visión, un verdadero icono del risco de San Roque visible desde la zona de El Terrero, El Toril de Vegueta o los barrios de San Juan o San Nicolás.

El plan también incluye limitación de alturas en las calles Tanganillo, Favorita, Florinda y Fama

decoration

Y es que, cuando se construyó este edificio, ahora protegido e incluido dentro del catálogo de patrimonio arquitectónico de la ciudad, apenas había un puñado de casas en la falda del risco, junto al Guiniguada. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria incluye dentro del nuevo plan especial del barrio de San Roque -que fue aprobado el pasado mes de marzo y está ahora en periodo de alegaciones- una normativa urbanística específica para evitar que de aquí en adelante la visión de la Casa de los Picos siga degradándose y ocultándose.

De esta manera, el nuevo plan especifica una limitación de las alturas entre las calles Zorondongo, Párroco Segundo Vega y Fragua. Los inmuebles situados en estas vías deberán tener un máximo de alturas que irán en función de la orografía del terreno y siempre y cuando no entorpezcan la visión de la Casa de los Picos. Todo con el objetivo de potenciar la presencia de este histórico inmueble a pesar de que no está incluido dentro de los límites que compete a la nueva normativa.

Vista del risco de San Roque, con la Casa de los Picos en lo alto, a principios del siglo XX. Fedac

El nuevo plan, desarrollado a través de la iniciativa Barrios Pendientes, limita alturas en otros puntos del risco de San Roque. El objetivo, en definitiva, es evitar un desmesurado crecimiento en altura de las edificaciones que desvirtúe la estampa tradicional de barrio de casa terreras y, al mismo tiempo, despejar la vista desde los miradores que se desarrollarán a lo largo y ancho del barrio. En este sentido, el Ayuntamiento también ha establecido una ordenanza estética que impedirá pintar dos casas seguidas de un mismo color.

Además de las inmediaciones de la Casa de los Picos, el plan también propone limitar alturas en la calle Tanganillo, Favorita, Florinda y Flecha. Esto permitirá no entorpecer las vistas desde los nuevos miradores que Urbanismo tiene previsto crear en las cotas superiores aprovechando la reutilización de solares o viviendas en ruinas muy degradadas.

Una loma sobre el Guiniguada

El cronista de Guía, Pedro González Sosa, escribía en las páginas de este periódico en 2008 que «incomprensiblemente, a pesar de estar incluida en el Catálogo Municipal de Edificios Protegidos, el ayuntamiento autorizó una construcción que ocultó la casa dejándola medio invisible». Y es que hay varios edificios que han dejado medio oculto un inmueble que cuando se levantó, en pleno siglo XIX, estaba prácticamente en solitario en una loma sobre el barranco Guiniguada.

Luis Rocafort (Girona, 1827) llegó a Las Palmas de Gran Canaria en 1861. Años después solicitó al Ayuntamiento un solar junto al molino de viento que entonces ondeaba sus aspas en lo alto del risco de San Roque. Así nació la Casa de los Picos o de los Tres Picos. El maestro de obra Manuel Ponce de León diseñó el edificio con una planta y un estilo neoclásico, propio de la época.

Sería Francisco de la Torre, maestro de obra también, quien añadiría una segunda planta en el cuerpo central del edificio y una decoración más exuberante que recuerda al neogótico con formas en punta. Cinco picachos coronan en total la casa de Rocafort, aunque son tres los que sobresalen por encima de la planta alta; de ahí que muchos vecinos la conozcan como «la de los Tres picos», al ser estos los que más destacan.

Desde el fallecimiento de Rocafort en 1890, la Casa de los Picos ha tenido diversos usos. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y es cede de la asociación de vecinos Guiniguada. Fue también protagonista de la novela homónima de Luis León Barreto (La Casa de los Picos, 1998).

En definitiva, el plan pretende poner en valor diferentes enclaves ligados a la historia del risco de San Roque. Una de las ideas será restaurar el antiguo molino de El Batán, situado en la parte baja del barrio y con orígenes en el siglo XVI; y, por otro lado, habilitar sendas peatonales en los antiguos bancales agrícolas y las cuevas junto al barranco.

Compartir el artículo

stats