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Honores y distinciones Tino Montenegro García Diseñador

Tino Montenegro: «Me faltó otra legislatura como concejal de Vegueta y el Cono Sur»

«Cuando rescaté la romería del Rosario dijeron que estaba loco, al final llegaron a acudir 37.000 personas»

Honores y distinciones: Tino Montenegro. José Carlos Guerra

Vivió su juventud por y para el baloncesto, pero su vida le llevó al mundo del diseño. Tino Montenegro ha vestido a cientos de personas con vestidos de gala, ha diseñado laureadas fantasías de carnaval y es recordado por haber rescatado la romería del Rosario. En 1995 entra en política de la mano del PP; una trayectoria que recuerda en esta entrevista antes de ser reconocido como hijo predilecto de Las Palmas de Gran Canaria.

Ha tenido una trayectoria larga en esta ciudad.

He tocado muchos palos. Mi vida empezó siendo deportista, con el baloncesto. Entrenando a las Teresianas, el Sagrado Corazón, jugando en los Jesuitas. A partir de ahí hice la mili y dije ¿ahora que hago? Monté una tiendita en la calle Pérez Galdós y empecé a prosperar. Tuvo mucha aceptación. Dentro del diseño, el primer vestido que hice fue para mi hermana a partir de un mantel. Gustó mucho. Tal es así que luego he hecho cientos. Me fue muy bien.

En su juventud estuvo inmerso en el baloncesto. ¿Nunca quiso seguir?

Mi vida era el baloncesto. Me fugaba de clase y me encontraban en las canchas. Pero llegó un momento que tenía que valorar o seguía o me buscaba una alternativa para trabajar y ganar dinero. Tras la mili me fui unos años a Barcelona y allí vi que no se me daba mal dibujar y el diseño.

Dos campos completamente distintos. ¿Qué le llevó de una cosa a la otra?

Sí. Me he dejado llevar. Nunca he calculado nada, he jugado con los tiempos y me ha salido bien. Quizá dejé muy pronto el deporte, estaba en mi plenitud. Al final monté el negocio y empecé a hacer cosas. He tenido la gran suerte de tener una visión y un equipo muy bueno, me han hecho grande con personas grandes a mi lado. Eso sí, el baloncesto me ha servido para saber cómo afrontar la vida; en un partido cuando alguien saca los codos eso es falta y eso se aplica a la realidad.

En los 80 entró de lleno en el Carnaval.

Hice un vestido para una sobrina y la gente me animó a presentarlo. De 32 candidatas ganó el premio a Reina Infantil. Al año siguiente se me ocurrió hacer un vestido de metacrilato, sin tela, y ganó a Reina Adulta.

Fue rompedor, ¿no?

Según cuentan, fue un antes y un después en el Carnaval. Hacer un vestido sin tela ni plumas y de metacrilato era al go rompedor. Después me volví a presentar y me encargaban para murgas, comparsas y gané varios primeros premios en esa línea.

¿No siguió por esa vía?

Del 82 en adelante estuve poco más de doce años full time. De hecho un año decoré Santa Catalina palmeras a modo de rumberas, con guacamayos. Era un espectáculo ir al parque.

Continuó por otra vía, eso sí. ¿Sigue en activo hoy día?

Sí, claro. He hecho óperas, zarzuelas. El año pasado me llamó la concejala Encarna Galván para decorar la plaza del Pilar Nuevo en Navidad. Este año tenemos un proyecto en la misma línea que puede ser muy interesante; están implicados Ayuntamiento y la zona comercial Triana.

La actividad no decae.

Pasan los años y me siento con ilusión y con ganas. Estoy con gente muy activa para crear, así que estamos, en equipo. Con tal de que salgan uno o dos proyectos al año me doy por satisfecho.

Eso sin contar todas las novias que ha vestido.

Me llamaba gente de fuera. Me he movido mucho. Destacaría también la romería del Rosario, que llegó a tener 37.000 espectadores. La rescaté y cuando lo dije me dijeron «tú estás loco».

Justo ahí entró en política.

Al año siguiente. La recuperé por la desidia que había en ese momento en Vegueta. Siempre ha sido la niña menos mimada siendo el casco antiguo. Luego ya de concejal, recuperé la romería marinera en San Cristóbal, festivales de villancicos, las cruces de mayo. Huba mucha actividad en esos cuatro años, me faltó otra legislatura porque tenía más proyectos para Vegueta y el Cono Sur.

¿Cómo cuáles?

Quería hacer un mercado de antigüedades, de frutería, aprovechar las plazas de diferentes maneras. Hay proyectos que están ahí y desde fuera estoy encantado de participar.

Honores y distinciones: Tino Montenegro. José Carlos Guerra

¿Qué le llevó a la política?

Me llamaron del Partido Popular para ver si quería colaborar. Me pareció un proyecto bonito para ayudar a la ciudad. Les dije que me metieran de los últimos, quedé en el 15 y justo fue el corte. Pude conocer así a mi gente y mis barrios. Hubo una gran conexión, volvería a repetir si no tuviera los años que tengo. A los cuatro años me llamó María Eugenia Márquez y me fui al Cabildo.

Todos esos proyectos siguieron la línea de la romería del Rosario.

La imaginación sobraba, nos faltó tiempo. Por eso digo, me hubiese gustado cuatro años más; la gente guarda un buen recuerdo.

Por eso siguen contando con usted.

Lo agradezco porque es una manera de estar vivo. Ahora Cultura por ejemplo. No me aferro a ningún partido. Creo en personas, en proyectos y generosidad, hay gente que se ampara en las siglas para hacer cosas ruines.

Justo regresó al Ayuntamiento con otras siglas en 2003.

Esa etapa no la quiero ignorar, pero prefiero no nombrar a quién pertenecía.

¿Y después?

Me han dicho muchas veces de entrar en partidos, pero ya no. Prefiero participar desde fuera.

¿Salió desencatado?

Como partido. Creo que el tiempo pone a las cosas en su sitio y a la gente también. Yo he salido muy airoso cosa que otras personas no pueden decir lo mismo.

La romería del Rosario ha decaído mucho.

Durante 17 años estuve luchando, moviéndome como no te puedes imaginar. Pero llegó un momento que ponían mil problemas, luego querían pasarla al domingo; decidí darle paso a personas jóvenes, desgraciadamente ha pasado lo que ha pasado.

¿Qué le falta a Vegueta?

Encuentro que hay plazas a las que le faltan vida. Terrazas, comercios; eso sí, cuidando el espacio al máximo, no todo vale.

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