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Honores y distinciones de Las Palmas de Gran Canaria

José Antonio Samper y Clara Hernández: amor por Las Palmas de Gran Canaria hecho dialecto

Los filólogos reciben, a título póstumo, el título de Hijos Predilectos de la ciudad por su trayectoria dando a conocer el habla palmense por el mundo

José Antonio Samper y Clara Hernández durante la lectura del pregón en las Fiestas Fundacionales de 2011 ANDRES CRUZ

Honores y distinciones: Hijos predilectos

José Antonio Samper (1950-2020) y Clara Eugenia Hernández (1951-2022) nacieron en Las Palmas de Gran Canaria, a cuya variedad dialectal han dedicado gran parte de su vida. Filólogos especializados en sociolingüística canaria han escrito numerosos artículos y obras, y participado en ponencias y congresos alrededor del mundo. Samper, además, fue miembro fundador y presidente de la Academia Canaria de la Lengua.

Lo de José Antonio Samper Padilla y Clara Eugenia Hernández Cabrera era verdadero amor por su ciudad natal, pero sobre todo por su variedad dialectal. Filólogos y catedráticos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), dedicaron su vida a dar a conocer los rasgos característicos del habla de la capital grancanaria en particular, y del canario en general, durante décadas, no solo en congresos y ponencias internacionales, sino también entre la propia ciudadanía isleña. Por su trabajo en pro de la lingüística palmense, Las Palmas de Gran Canaria les honra a ambos como Hijos Predilectos de la capital a título póstumo, una distinción que su familia acoge con "gran orgullo" y mucha emoción.

Sus proyectos de sociolingüística han sido reconocidos por colegas de investigación y se mantienen vivos gracias a sus discípulos, entre los que se encuentran su propia hija, Marta Samper Hernández, también filóloga y catedrática de la ULPGC. Asegura que el amor que sentían por la ciudad que les vio nacer "lo demostraban en cada estudio que hacían". No en vano han llevado la variedad dialectal de Las Palmas de Gran Canaria, y por extensión también de Canarias, al resto de España, América Latina, Norteamérica e incluso otros países europeos, siempre sacando a la luz el habla propia de los isleños y su dignidad "basada en datos empíricos y estudios, no en sentimientos".

En parte gracias a su labor de investigación y divulgación, el dialecto canario se ha llegado a comprender mucho más de lo que se conocía hace medio siglo, ha aterrizado en las aulas de los centros educativos y se ha desprendido de parte de esa especie de vergüenza que mucha población canaria sentía hacia su forma de hablar.

Marta Samper comenta que sus padres siempre defendieron que la gente canaria no debía sentir que hablaran mal o bien, sino que tenían un dialecto único, con unas características que lo diferenciaban del resto de variedades del español. Y es por eso que sus estudios basados en hechos empíricos y contrastables son tan importantes para conocer las verdaderas particularidades del habla regional. Esto era algo "por lo que sentían pasión, porque su trabajo no era un trabajo, era su vida".

Los dos leyeron el pregón de las Fiestas en 2011, en un momento que les llenó de «orgullo»

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José Antonio Samper se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de La Laguna en 1972, mientras que Clara Hernández lo hizo en la misma universidad y en los mismos estudios un año después. Samper siempre compatibilizó las actividades docente y de gestión con la actividad investigadora, centrada fundamentalmente en la sociolingüística, en la dialectología del español de Canarias y en la lingüística aplicada a la enseñanza de la lengua. Al igual que Hernández, cuyos trabajos de investigación se centran en aspectos lingüísticos de la obra de Pérez Galdós, en la dialectología del español de Canarias y en la lingüística aplicada a la enseñanza de la lengua.

Pregoneros con orgullo

José Antonio Samper y Clara Hernández fueron también pregoneros de las Fiestas Fundacionales de la ciudad en junio de 2011, con un discurso a dos voces en el que pusieron de relieve cómo el español de Las Palmas de Gran Canaria, al igual que la práctica totalidad de su cultura y patrimonio, es un puente entre la España peninsular y Europa y América Latina. Esa noche primaveral, ambos destacaron que la lengua, que durante tantos años estudiaron con ahínco y verdadera devoción, ocupa un lugar tan importante para la determinación de la identidad de una comunidad que se convierte en uno de sus principales rasgos definidores, porque la percepción de lo comunitario y lo diferencial se hace evidente por medio de los usos lingüísticos. 

Para ellos, ser pregoneros fue algo por lo que siempre "estuvieron muy orgullosos y felices", sobre todo porque lo hicieron juntos, como gran parte de su labor investigadora, y al igual que ahora la ciudad les honra conjuntamente como Hijos Predilectos. "Estoy segura que este reconocimiento significaría algo muy parecido y les llenaría de satisfacción de verdad", agrega su hija, quien dice sentirse muy emocionada, al igual que toda la familia, porque esta distinción es como "cerrar el círculo" con la lectura del pregón de 2011.

Catedráticos ambos de laUniversidad, participaron en múltiples ponencias por todo el mundo

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"Al pregón le dedicaron muchísimo esfuerzo para lograr que fuera claro, que alcanzara esa labor de auténtica difusión de lo que ellos hacían, porque lo consideraron una oportunidad enorme que les habían dado", explica Samper Hernández, quien recuerda que en esa ocasión también comentaron la idea que la población de la capital grancanaria no tenía un gentilicio propio y propusieron "palmense" para suplir esa carencia, que en la actualidad se utiliza con cierta asiduidad, sobre todo en ambientes más institucionalizados.

Otro de los legados que dejaron para la población fue su hija, que también se dedica en estos momentos a la investigación de la sociolingüística del habla canario. "En mi casa se explicaban las lenguas en todo momento, se veían las telenovelas y hablábamos de cómo hablaban, de los rasgos característicos de cada uno de los dialectos", rememora la mujer. Su hermana se dedicó al mundo de los números, pero a ambas les apasionan las letras, al igual que los descendientes de actores lo "maman" desde pequeños y terminan dedicándose a lo mismo. 

Tanto ella como sus padres han contribuido a quitar del imaginario colectivo que la filología o la lingüística no sirven para nada. "Creo que con los trabajos de sociolingüística, se demuestra la aplicación que pueden tener", indica, y ese ponerlo al alcance de todos es otra de las herencias de este matrimonio con amor al dialecto.

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