Un proyecto ambicioso, pero sobre todo, muy verde. Así se podría resumir la presentación que ayer el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, llevaron a cabo del proyecto de creación de una zona verde y de ocio que estará ubicada entre el parque Santa Catalina y el muelle de Sanapú, que se incluye dentro del Proyecto Puerto-Ciudad. También estuvieron presentes en el acto el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento capitalino, Javier Doreste, y el concejal del distrito Isleta-Puerto-Guanarteme, Luis Zamorano. 

La iniciativa persigue reconectar a la ciudad con el mar y con el flanco naciente a través de un área verde que, en palabras del propio Hidalgo, «vendría a envolver tanto el parque Santa Catalina como el actual acuario [Poema del mar]» y que servirá como una buena tarjeta de presentación para los cruceristas que arriban al muelle capitalino. 

El alcalde enumeró algunas de las intervenciones planificadas y que supondrán un cambio radical tanto del entorno, como del trazado del tráfico existente en la actualidad. La principal, sin duda, será rediseñar el nudo que está entre el Centro Comercial El Muelle y el Museo Elder, en el que confluyen varias vías y que supone, según el alcalde «una especie de cráter» que impide la comunicación directa (peatonal) desde lo que «era el histórico muelle de Santa Catalina con los edificios Elder y Miller». 

Explanada multiusos

La idea pasa por construir una explanada de unos 12.000 metros cuadrados que podrá usarse para múltiples funciones y que sería «cinco veces mayor» que el espacio que alberga el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, se podrán desplazar los actos a este nuevo espacio, en el que también tendrían cabida eventos deportivos o grandes ferias, «con un concepto de uso similar a la zona de Madrid Río» y que estará conectada al Parque Blanco, alejando así el ruido de la zona urbana y «generando menores molestias» para los vecinos. 

Paralelamente, se pretende recuperar el parque Santa Catalina como «un parque verde», puesto que Augusto Hidalgo explicó que «está invadido por pavimento duro» y la tendencia de las obras que están ejecutándose desde la corporación local «van hacia el uso de los pavimentos drenantes, tal y como se ha hecho en la plaza de España», con áreas de tierra «al estilo de El Retiro (en Madrid)», que den una sensación «más fresca para pasear». 

Rediseño de viales

En cuanto a cómo se modificarán las conexiones de tráfico para acabar con «el nudo» existente, la opción propuesta es que se trasladen algunas de las vías hacia la rotonda ubicada en frente del Poema del Mar, consiguiendo así que los accesos a Santa Catalina sean «menos agresivos», puesto que actualmente se entra «directamente desde una autopista» hacia un paso de peatones para acceder a la calle Luis Morote «que es complicada en términos de seguridad para los viandantes». Los accesos de la Avenida Marítima e Intercambiador continuarán estando «soterrados» e irán a confluir a la rotonda cercana al acuario. 

Como resultado, según Hidalgo, el istmo de la ciudad contará con tres accesos peatonales que unirán la zona del Puerto con Las Canteras: «la histórica vía que unía el parque con el Muelle de Santa Catalina; la vía de Luis Morote y la nueva pasarela Onda Atlántica». 

Sin embargo, todo lo expuesto no cuenta con fecha definida ni de inicio (ni de finalización), por lo que se proyecta «a medio plazo», ni tampoco cuenta con una cifra concreta sobre cuánto supondrá la inversión del proyecto, como apuntó el propio alcalde, ya que «antes habría que culminar la primera fase». 

La primera fase

Precisamente, en ese primer paso, es donde entrará la participación directa de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Luis Ibarra remarcó que «se ha hecho un trabajo conjunto con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria» durante los últimos siete años, lo que ha dado como resultado «un proyecto consensuado para la creación de un parque» que ocupará una parcela de 26.000 metros cuadrados (aproximadamente lo que mide el Parque Romano), que serán cedidos por el ente portuario para el uso de la ciudad y para el que está presupuestada «una inversión de cuatro millones de euros», teniendo como fecha de apertura «finales de 2024». «Será un pulmón para Las Palmas de Gran Canaria», aseveró Ibarra, que añadió que así «se da respuesta a una de las grandes demandas de los vecinos de La Isleta y de Las Canteras», zonas colapsadas de viviendas, y que cuentan con muy poco espacio de uso público. 

Para poder empezar a trabajar, habrá que desplazar en primer lugar las naves de Cruz Roja y del Programa Mundial de Alimentos hacia el interior del Puerto (cerca de la Zona Franca), para poder demoler las actuales que están ubicadas en la Avenida de los Consignatarios. En este sentido, Hidalgo especificó que la licitación para la construcción «saldrá este año», con un precio de siete millones de euros justificado porque «se ha diseñado conforme a los requisitos y necesidades» de ambas organizaciones, para posteriormente «licitar también la demolición». 

Una vez cumplidos estos dos trámites, comenzarán las obras del parque, que correrán a cuenta de Puertos de Las Palmas, y que incluyen la instalación de un parque infantil, que vendrá a ocupar el espacio del actual aparcamiento que se encuentra al inicio de la pasarela Onda Atlántica. A su vez, estas plazas de estacionamiento no se perderán, puesto que estarán situadas en el espacio que va desde la propia pasarela hasta el Muelle Pesquero, que está previsto que sea «un terreno diáfano que está destinado a la reparaciones de grandes yates y veleros» de grandes dimensiones que explotará la empresa Rodritol, adjudicataria del concurso público. 

La Autoridad Portuaria ha venido adecuando el Muelle Pesquero para que la «la línea de confrontación con la ciudad sea lo más agradable posible». 

Ibarra aseguró la apuesta por la recuperación de la pesca fresca es en firme, para lo que subrayó que «se está construyendo una fábrica de hielo en el edificio ubicado más al sur del Muelle Pesquero», vital para la conservación de las capturas y que propiciará el retorno de la Cofradía de Pescadores de San Cristóbal y Puerto de La Luz, puesto que en su ubicación actual tienen «unas instalaciones muy limitadas, con problemas de calado».