Un retrato de la reina Isabel II con un libro de condolencias, un ramo flores y una vela encendida presidía a última hora de la tarde de hoy la entrada de la iglesia anglicana de Las Palmas de Gran Canaria, que celebró una misa de homenaje póstumo a la monarca fallecida el 8 de septiembre. «Estamos muy orgullosos de nuestra reina», apuntó al final de la homilía Maggie Curia, una de las asistentes que prácticamente llenaron el templo de Ciudad Jardín.

La muerte de la monarca coincidió con la visita del reverendo Louis Darran, sacerdote habitual en la iglesia anglicana de Málaga quien, por casualidad, estaba esa semana en la Isla para dar apoyo a la comunidad inglesa. El pastor hizo varias referencias a la reina durante su sermón, a la que agradeció «su amor a la familia y su don de la amistad; su devoción a esta nación y a las naciones de la Commonwealth; su seriedad, dignidad y cortesía; y su generosidad y amor a la vida». El himno nacional británico, el conocido como el ‘God save the Queen’ (Dios salve a la reina) y que se entonó con el ahora ‘God save the King’ (Dios salve al rey), cerró la eucaristía ya de noche. 

5

Adiós a Queen Elizabeth desde Ciudad Jardín LP / DLP

El fin del acto dio lugar a los corrillos entre los presentes, que en algunos casos se saludaban después de un largo tiempo, y también a conversaciones sobre el futuro del país. Maggie Curia apuntó que el pueblo británico respalda a Carlos III, a cuya coronación acudirá el próximo año «si estoy viva», reseñó entre bromas a sus 79 años. Hace siete décadas ya estuvo en la de Isabel II. «Era el año 53, yo era una niña de 9 años y pasé toda la noche en la calle esperándola», recordó, para añadir que pese a su corta edad de entonces «esos momentos no se olvidan nunca». 

La presidenta del Club Inglés de la calle León y Castillo y de la iglesia anglicana de Ciudad Jardín, Betty Burgess, reseñó que la celebración de esta misa era «especial» porque además sirvió para «unir» a la comunidad británica de Gran Canaria y a canarios que tienen conexión con el Reino Unido, además de para homenajear a la reina Isabel II. Sobre el futuro de la corona, Burgess declaró que el rey Carlos III tiene ya experiencia para seguir la continuidad de su madre. «Ha estado siempre en contacto con la realidad del país, en los últimos años ha tenido acceso a lo que supone el trabajo diario de un rey, que no es sentarse en un palacio y disfrutar, sino que hay mucho papeleo y tiene muchas cosas que aprender», explicó. En su opinión, Isabel II deja tras de sí un reinado de 70 años que calificó de «perfecto». «Evidentemente, el rey es un señor mayor, jubilado para mucha gente, de 73 años, pero creo que seguirá los pasos de su madre y ofrecerá al país sus servicios hasta que muera». 

Otro de los sorprendidos por la gran asistencia de británicos fue el que fuera hasta hace dos meses responsable del Club Inglés, Diego Cambreleng, quien declaró: «Nunca pensé que viniera tanta gente». Un hecho que refleja el cariño que muchos de sus compatriotas tenían hacia la reina Isabel II.