Endesa declaró ayer como normalizado el suministro eléctrico en la capital grancanaria -y en el resto de la Isla, que hasta el pasado jueves estuvo afectada por los efectos adversos del ciclón Hermine.

La empresa seguirá manteniendo el dispositivo movilizado para atender las incidencias que puedan ir apareciendo a causa de las humedades y filtraciones de agua producidas el pasado fin de semana.

También continuará con los trabajos para reparar definitivamente los daños producidos en las redes de distribución causados por el temporal.

Gran Canaria, con la capital a la cabeza, seguida de otros municipios como Telde y San Bartolomé de Tirajana, ha sido con creces la más afectada por el número de incidencias y su prolongación en el tiempo, dadas las cuantiosas lluvias registradas en su geografía. En menor medida el efecto de Hermine a nivel eléctrico también se dejó sentir en Tenerife y en La Palma, mientras que en el resto de las islas su impacto apenas tuvo repercusión en la red eléctrica.

El equipo de 200 personas de e-Distribución, la filial de Redes de Endesa, estuvo trabajando de manera ininterrumpida desde las primeras horas de la llegada de Hermine para restablecer el fluido eléctrico a los usuarios canarios afectados por las fuertes y cuantiosas precipitaciones que en algunos puntos llegaron a superar los 100 litros por metro cuadrado.

Más de 16.000 llamadas

El teléfono del Centro de Atención Telefónica de Endesa (CAT) ha atendido desde el pasado 24 de septiembre, más de 16.000 llamadas de usuarios como consecuencia de los efectos provocados por el fenómeno meteorológico Hermine. A estas llamadas se suman más de un centenar registradas en el centro Coordinador de Información Técnica (CIT), el teléfono habilitado para atender las incidencias detectadas por las administraciones públicas. Estas llamadas de los usuarios atendían no sólo a cortes en el suministro sino también a la detección de cortocircuitos, cables descolgados de manera peligrosa, derrumbes, etcétera.