El sector de vinculado a las reparaciones navales tanto en el Puerto de Las Palmas como en el resto de la red de Puertos del Estado, es uno de los que más revierte económicamente en otras empresas que ofrecen servicios indirectos.
Los cálculos están bien claros. Por cada euro facturado por un astillero de reparaciones navales se produce un efecto multiplicador del triple en la economía local debido principalmente a cómo se organiza la estructura productiva de este sector.
Sin embargo, esta premisa que ha sido uno de los mensajes clave que se ha comunicado desde los principales astilleros de La Luz (Astilleros Canarios S.A. - Astican; Zamakona Shipyard e Hidramar Shipyards), ya no está tan clara, tras la marcha de la flota rusa producida por las medidas restrictivas impuestas por la Unión Europea (UE) derivadas del conflicto contra Ucrania.
La principal afección de esta situación la están padeciendo las compañías que ofrecían sus servicios a los barcos en reparación. De esta forma, las empresas que se dedican a la venta de repuestos, que tenían como uno de sus principales mercados el de las embarcaciones rusas están viendo cómo hay una reducción significativa de la actividad comercial.
Diferentes operadores logísticos del entorno portuario también apuntan hacia las empresas provisionistas como otras de las grandes damnificadas, sobre todo, las que se dedican al suministro de cartonería, necesario para el embalaje y prioritario para los buques pesqueros a la hora de descargar las capturas.
Otro de los servicios tradicionales a las flotas rusas eran los circundantes a los cambios de tripulación. Establecimientos hoteleros y de restauración, así como los de transporte discrecional han visto reducida su actividad en los último meses.
Los niveles de actividad comercial han descendido desde el veto alzado por la UE en mayo
Situación delicada
La presidenta de la Asociación de Reparaciones Navales, Luisa Ramos, muestra su sorpresa ante la alerta generada por el anuncio del jefe de la representación de la Agencia Federal de Pesca (Rosrybolovstvo) en Marruecos, Mikhail Tarasov, en el que afirmaba que «la flota pesquera rusa tomaría como base de reparaciones el puerto marroquí de Casablanca» para las embarcaciones que operan «en el Atlántico centro-oriental». Ramos comenta que en La Luz «no llegan barcos rusos desde el pasado mes de mayo», cuando la UE anunció las restricciones y quitó la excepción a los pesqueros de Rusia.
Si bien es cierto que los grandes astilleros del Puerto de Las Palma han tenido una incidencia mínima en sus operaciones -han tenido que buscar mercados alternativos-, «hay empresas que dentro de sus planes de negocia tenían el mercado ruso como uno de los principales y están atravesando una situación delicada», remarca.
Luisa Ramos reconoce que «es una faena» para las empresas que forman parte del sector, «porque La Luz ha mantenido una relación histórica con los barcos rusos», pero también es consciente de que «el conflicto con Ucrania presenta una serie de escenarios excepcionales» y que las consecuencias generadas por la guerra, requieren «mucha prudencia a la hora de proponer soluciones».
En cuanto a la decisión tomada por Rusia de redirigir sus barcos pesqueros a Casablanca, Luisa Ramos advierte que «no es tan fácil», porque el astillero que se encuentra en ese puerto «no está operativo» y no cuenta con un abanico de servicios consolidados como los que puede ofrecer el recinto de la capital grancanaria.
Las empresas están viviendo una situación delicada que puede producir pérdida de empleos
Sobre si la Asociación de Reparaciones Navales tiene constancia de que la ausencia de embarcaciones rusos hayan podido generar pérdida de empleo, Ramos indica que «no se cuentan con datos». No obstante, no sería descabellado pensar que tal y como está evolucionando el panorama, las compañías puedan realizar recortes en diferentes apartados, entre ellos, en la cuota de empleados.
Los números de 2021
El sector de reparaciones navales en La Luz vivió un ejercicio muy positivo durante 2021, registrando su segundo mejor año en lo que a operaciones se refiere, logrando un nivel similar al de 2011.
Actualmente, los servicios que se prestan desde los astilleros están avalados, no por el factor precio, sino por el cumplimiento de los plazos estipulados, ya que la máxima prioridad es que la embarcación que entra a ser sometida a diferentes trabajos, pueda volver a operar en el menor periodo de tiempo posible.
A esta actividad hay que sumar las tradicionales de reparación de embarcaciones de todo tipo, como cargueros, buques de pasaje, pesqueros, mercantes, buques de pasaje y cruceros, entre otros servicios.
