El Puerto de Las Palmas continuará formando parte de la categoría 2 dentro de la red de Puertos del Estado, tras la negativa del ente estatal a su solicitud de ascenso, tal y como recoge el Marco Estratégico 2030 que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 27 de octubre.
La Autoridad Portuaria de Las Palmas, que preside Luis Ibarra, tramitó la petición de ascenso junto con otros puertos como Vigo o Tarragona que también se encuentran en el segundo grupo entre los recintos portuarios estatales y recibieron la negativa por respuesta. El único movimiento que hubo fue el de Castellón, que pasó del grupo 3 al 2, siendo el primer cambio en los últimos 15 años, desde que Cartagena también pasase a la segunda categoría en 2007. Completan el grupo 2 los puertos de Santa Cruz de Tenerife, Gijón, Huelva y Baleares.
Los movimientos tanto de ascenso como de descenso dentro de la red resultan bastante complicados -por no decir casi imposibles-. Hay que tener en cuenta que el Marco Estratégico no recoge las condiciones que hay que cumplir para formar parte de la categoría 1, a la que pertenecen Algeciras, Barcelona, Valencia y Bilbao. Por consiguiente tampoco se plantea el escenario de un posible descenso. Igual de desconocidos son los requisitos para subir desde el segundo al primer grupo.
Sin embargo, para los posibles movimientos entre el segundo y el cuarto grupo sí que el documento especifica las normas para el cambio, a efectos de objetivar la adscripción de las Autoridades Portuarias a estas categorías.
En ambos casos, tanto para ascender como para descender es necesario cumplir una serie de criterios de tráficos y económicos, que además deben perdurar durante tres años (desde 2019 actualmente) por encima de la media del grupo al que se pertenezca inicialmente. En definitiva, un marco demasiado complejo -y con parámetros inalcanzables- por lo que las subidas y bajadas de categoría son complicadas de lograr.
Nueva estructura de personal
La posible entrada de La Luz en la categoría 1, más allá de recompensar la buena trayectoria que ha mantenido en términos de crecimiento del tráfico portuario y de rentabilidad, vendría a dar la posibilidad a la Autoridad Portuaria de establecer su propio régimen retributivo así como una estructura de recursos humanos adaptada a la emergente actividad que se lleva a cabo en el recinto capitalino.
Precisamente las diferencias entre los gestores de uno y otro grupo derivan de la cuantía de los salarios no sólo para el presidente, sino también para el resto de niveles como directores, jefaturas de departamento, jefaturas de División, etcétera.
En este sentido, según recoge el Marco Estratégico 2030, dentro de la línea referida a la ampliación y mejora continua del capital humano, se plantea una nueva estructura del personal (de fuera de convenio), de tal forma que las autoridades portuarias del grupo 1 contarían con un total de 239 trabajadores (Algeciras, 51; Barcelona, 82; Bilbao, 45, y Valencia, 61); mientras que en el caso de los tres grupos restantes, que cuentan con ocho gestores portuarios cada uno, estará formada por 32 personas (categoría 2); 24 personas (categoría 3) y 17 trabajadores (categoría 4), respectivamente.
El Marco Estratégico 2030 no renueva el sistema que fija los requisitos para subir o bajar de rango
Por lo tanto, la estructura -directivo y jefes de sección- de la Autoridad Portuaria de Las Palmas estará formada por 32 personas hasta 2030. La previsión total es que este año, el sistema portuario esté integrado por un total de 5.900 profesionales.
Con este panorama, a Puertos del Estado no se le escapa que el sistema que se ha venido aplicando durante los últimos 20 años, está a todas luces desactualizado, porque no atiende a indicadores objetivos y tampoco se realizan con la agilidad correspondiente las tramitaciones.
El gestor estatal ha reconocido en distintas ocasiones que la intención era corregir esta situación con el nuevo Marco Estratégico, pero finalmente no desarrollaron la renovación.
Motivos suficientes
La Luz ha demostrado durante los tres últimos ejercicios tener motivos más que suficientes para formar parte de la primera categoría de la red portuaria española.
El recinto capitalino es más rentable que algunos de los puertos incluidos en el primer grupo
Sus números así lo atestiguan tanto de tráfico como de rentabilidad financiera. Como ejemplo más reciente, el dato de 2021 en el que el Puerto de Las Palmas fue el segundo más rentable del ámbito nacional, con 37,01 millones de euros de beneficio, prácticamente lo mismo que el primero, Barcelona, que obtuvo 37,88 millones de euros. Por su parte, Valencia fue el tercero, con 30,86 millones de euros; mientras que Algeciras (16,87) y Bilbao (7,55) estuvieron bastante alejados.
Una subida avalada por resultados
TRÁFICO PORTUARIO
Crecimiento estable
La Autoridad Portuaria de Las Palmas ha sido de las pocas de la red estatal que ha mantenido un crecimiento estable en el tráfico portuario. En 2019, acumuló 26,7 millones de toneladas; en 2020, descendió un 3%, registrando 25,8 millones de toneladas;mientras que en 2021, subió un 9%, hasta los 28,2 millones de toneladas.
RENTABILIDAD ECONÓMICA
Beneficio alto
La Autoridad Portuaria se consolidó el pasado año en el segundo puesto de los puertos más rentables, con 37,01 millones de euros de beneficio. Los mismos que Barcelona, que fue el primero, con 37,8 millones de euros. Estos registros vienen a afianzar los generadores en 2020 y 2019, donde La Luz ha sido el segundo más rentable, con 17,87 y 43,28 millones de euros respectivamente.
BILBAO Y ALGECIRAS
Menos rentables
Dos de los puertos que se encuentran en la categoría 1 de Puertos del Estado, Bilbao y Algeciras, han sido menos rentables que el de Las Palmas en los últimos tres años. La diferencia ha sido notable. Por ejemplo, en 2020, el principal recinto vasco sólo obtuvo 431.000 euros de beneficio, mientras que durante el mismo ejercicio, el puerto de la Bahía de Algeciras sufrió un significativo déficit de 7,71 millones de euros.
