El derribo de 37 viviendas en La Isleta dará paso a una torre de 18 plantas

El derribo de 37 viviendas en La Isleta dará paso a una torre de 18 plantas, según informó este miércoles la empresa Construcciones y Demoliciones Canarias S. L. La piqueta comenzó esta semana el derribo del número 221 de La Naval y la idea será ir tirando todas las casas y edificios situados en la manzana perimetrada por las calles Temisas, Atindana, La Naval y Andamana, un área que coincide con la parte más degradada del barrio y perteneciente a la Unidad de Actuación de Manuel Becerra (UA 01.3). El Plan General de Ordenación (PGO) contempla además la creación de una rambla que ocupará parte de la manzana que será demolida en los próximos meses.

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El derribo de la primera vivienda en esta zona de La Isleta marca el comienzo de una renovación urbanística que llevaba pendiente ya varias décadas. La empresa Construcciones y Demoliciones Canarias S. L. será la encargada de ir tirando las 37 edificaciones en los próximos meses y preparar el terreno para el proyecto. Este contempla una torre de 18 plantas y un total de 166 viviendas, según explicó el constructor Felix García. El edificio rivalizaría así en las inmediaciones de Manuel Becerra con el residencial Fábrica de Hielo, cuyos trabajos comenzaron el pasado año junto a la plaza de Belén María, además del Edificio Puerto, que data de 1970.

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Tras culminar el derribo de este primer inmueble a finales de esta semana la idea será continuar en cascada hasta derribar la manzana por completo. No obstante, según la constructora, quedan unas pocas por comprar y en otras hay personas sin hogar que han ocupado estos inmuebles abandonados. De hecho, varios fueron tapiados en el verano de 2021 tras una macrorredada realizada por agentes de la Policía Nacional para desarticular uno de los mayores puntos de venta de droga de Las Palmas de Gran Canaria.

Regenerar la zona

Esta parcela forma parte de la UA 01.3, una figura urbanística que, junto a las UA 01.2 y UA 01.1, se configuró en el PGO de 1989, refrendadas a su vez en el de 2000 y 2012, con el objetivo de regenerar una de las zonas más degradadas de La Isleta -con viviendas construidas entre 1900 y 1970-. De tal manera que, además de nuevos edificios, la calle Atindana pasaría a convertirse en una rambla que empataría con la proyectada circunvalación del barrio portuario y que en este tramo coincidiría con la calle Noaudhibou.

Según la ficha de la unidad de actuación de Manuel Becerra dentro del PGO, la unidad de actuación comprende además de esta manzana otras dos situadas al norte y al oeste de la misma, aunque por el momento no hay proyecto para estas. El planeamiento contempla un edificio de nueve plantas en Manuel Becerra en el lado más cercano a Benartemi y otro de 16 hacia el más cercano a la nueva rambla de Atindana. La tercera edificación iría en la zona superior con seis alturas. 

Del total de viviendas entre los tres edificios el 10% deberán estar reservadas a promoción pública y el 90% restantes de renta libre, según especifica la ficha. Contempla además uso terciario y dotacional en los dos edificios que todavía no han sido proyectados.

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Según detalló la constructora, el proyecto ha sido remitido el Ayuntamiento capitalino, que será quien tendrán que darles el visto bueno. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, señaló este miércoles que debe ser la constructora la que planifique y ejecute la transformación del suelo público, en referencia a las nuevas aceras y la futuro rambla de Atindana. «Deben ajustarse a la unidad de actuación, no obstante, lo que marca el planeamiento son unas líneas generales», especificó.

Doreste señala que los vecinos «no han visto problema» en la ejecución de esta unidad de actuación

Doreste apuntó que mantuvieron reuniones con los vecinos para que tuvieran conocimiento de la existencia de esta unidad de actuación y estos «no vieron problema». El edil de Urbanismo indicó que durante sus dos mandatos ha eliminado las unidades de actuación que existían en los Riscos de San Nicolás y San José al no haber «ningún inversor de por medio». En cambio, en La Isleta no han podido hacer lo mismo porque «ya habían comprando parte de los terrenos y cambiarles el planeamiento significaba generar un proceso de indemnizaciones». En líneas generales se mostró en contra de este tipo de figuras de desarrollo, «creemos que el planeamiento de urbanización debe estar en manos de lo público».

Fueron varios los vecinos de la zona que se pasaron este martes por las inmediaciones del derribo de La Naval elogiando que por fin derribaran un área que ha sido un foco de problemas en las últimas décadas. De hecho, la zona está repleta de locales e inmuebles que sirvieron de prostíbulo hace medio siglo, cuando Manuel Becerra era la entrada a la capital por el Muelle Grande y Andamana era un lugar frecuentado por marineros de medio mundo. Estas casas terreras fueron abandonadas con el tiempo, de ahí que se plantearan las unidades de actuación.

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