Medioambiente

El reptil portugués que viajó de polizón a Las Palmas de Gran Canaria

La lagartija de Madeira se ha asentado en la plaza de La Feria desde hace una década | La capital es el único lugar de Canarias con población del animal

Un ejemplar de lagartija de Madeira.

Un ejemplar de lagartija de Madeira. / Jesus Dorda

La historia está llena de animales que viajan como polizones en los barcos y pueblan nuevos destinos. Así llegaron las ratas por primera vez a Nueva York entre 1750 y 1780 cuando aún era una colonia británica. Actualmente existen controles para evitar la inserción de especies invasoras, pero, aún así, en ocasiones es inevitable que se cuelen pequeños animales y la capital grancanaria no es una excepción. La lagartija de Madeira, teira dugesii, ha conseguido crear un pequeño asentamiento en los jardines de la plaza de La Feria

El reptil portugués cruzó la distancia marina que separa las islas hasta llegar a la capital grancanaria, o al menos esta es la teoría que mantienen los científicos. Esta pequeña lagartija ha conseguido adaptarse a su nuevo hogar palmense desde hace una década. También ha sido introducida en todas las islas habitadas de Azores y en el puerto de Lisboa, donde fue detectada por primera vez en 1992.

No es el primer lugar de Canarias donde los investigadores se han percatado de la presencia de estos animales, también ha sido registrada en Santa Cruz de Tenerife en 1839 por Gervais y en La Orotava por Georges Boulenger en 1920. Sin embargo, la población en los enclaves tinerfeños terminó por extinguirse. En Canarias solo tiene presencia en Las Palmas de Gran Canaria con una población “relativamente baja”.

Uno de los biólogos que la identificó considera que no es un peligro para la flora y fauna endémica

La razón de su progresiva desaparición no fue por acciones del hombre sino por un proceso natural. El biólogo y antiguo integrante del Centro de Recuperación del lagarto gigante de La Gomera, José Antonio Mateo explica la corta supervivencia del reptil: “Al estar en un sitio muy pequeño en cuanto haya una reforma del jardín o los jardineros metan mano cambiará mucho la estructura del sitio y eso puede hacer que se mueran más fácil”. Y es que estos animales siempre se dirigen a zonas ajardinadas y no consiguen desplazarse a espacios naturales abiertos.

Antonio Mateo junto a los científicos Néstor López-Dos Santos; Luis F. López-Jurado y Alejandro Hernández-Peñate fueron los primeros estudiosos que demostraron en 2013 la presencia del animal en Gran Canaria. “Una persona de la zona que no tenía ninguna relación profesional con la fauna ni con la flora dio el aviso de que había una lagartija nueva en la plaza de la Feria, así que fuimos para allá y la encontramos”, explica Mateo. 

El biólogo opina que no hay peligro de que el animal se convierta en un problema para los endemismos canarios porque “en los parques no hay lagartos grancanarios o por lo menos no se ve muy a menudo, entonces esa ausencia ha permitido que la lagartija de Madeira prospere”. 

“La población de cualquier animal introducido se puede disparar, pero no preocupa especialmente porque no parece que sea muy peligrosa”, apunta. “Está introducida en un espacio en el que los jardines no tienen flores autóctonas y tampoco son espacios muy cuidados”, por lo que tampoco hay preocupación de que el animal afecte a otras especies vegetales de la Isla.

El experto calcula que es una introducción reciente, entorno a diez años y desde entonces la población no ha aumentado considerablemente ni se ha movido a otras zonas de la ciudad. Por lo que espera que en el futuro se mantenga y prevé que suceda lo mismo que en Tenerife y la lagartija se extinga por sí misma. Mateo cuenta que en el caso de Mallorca sucede lo mismo: “La lagartija de Ibiza está introducida en Palma de Mallorca y también a veces aparece en un sitio, luego desaparece, es decir, que es ocasional”. 

“La lagartija de Madeira es otra especie insular, las que son realmente peligrosas son las continentales porque son mucho más agresivas, ya que han evolucionado en un sitio más competitivo y arrasan”, añade Mateo. “Luego son incapaces de sobrevivir a las condiciones insulares y desaparecen, pero antes acaban con la flora y fauna autóctona, que sufre mucho”, objeta sobre las especies invasoras continentales como la culebra, que ataca a los reptiles autóctonos de la Isla y se ha convertido en uno de los principales problemas medioambientales.

“Si hay mucho dinero recomendaría quitarlas porque puede ser un problema en algún momento pero tal y como están las cosas prefiero que todo se concentre en la culebra que es la que realmente es un peligro enorme”, reflexiona el biólogo sobre la posibilidad de llevar a cabo medidas para su eliminación en la capital grancanaria. La concejala de Medioambiente, Belén Hidalgo reconoce que el Ayuntamiento tiene constancia de la presencia de la lagartija en la plaza de la Feria, pero no tienen un plan específico para el animal.

Características del animal

  • Descripción

La longitud de cabeza y cuerpo puede alcanzar los 80 milímetros. La coloración dorsal es verdosa con punteado negro fino o negra con punteado fino verde. Los machos tienen el vientre de color azul añil, azul claro, naranja o de color rojo teja. Las hembras tienen el vientre azul claro, verde grisáceo o gris.

  • Hábitat

En su lugar de origen son bastante comunes y se pueden encontrar en todo tipo de hábitats. Desde zonas costeras hasta lugares a 1.862 metros de altitud. Suelen preferir zonas rocosas o lugares con vegetación escasa, por ello la Plaza de la Feria es un lugar atractivo.

  • Dieta

Es una especie omnívora. Entre sus principales presas animales están las hormigas y los escarabajos. Sin embargo, el 60% de su dieta son hojas, flores, polen, frutos y semillas. En zonas de costa también depreda a crías de aves marinas durante su nacimiento. 

  • Reproducción

Los estudios realizados en cautividad identifican dos períodos en los que las hembras ponen sus huevos, entre mayo y agosto. Suelen poner entre dos y cinco huevos. Tienen una esperanza de vida de hasta 16 años.

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