Tres calles del Puerto pasan a ser peatonales para impulsar el comercio

El plan de embellecimiento de la zona prevé eliminar el tráfico en Rosarito, López Socas y Salvador Cuyás v Albareda, Juan Rejón y La Naval serán reformadas

Recreación de la calle López Socas tras la peatonalización.

Recreación de la calle López Socas tras la peatonalización. / LP/DLP

Jacobo Corujeira

Jacobo Corujeira

La zona comercial abierta Puerto Canteras quiere recuperar el esplendor de su época dorada ganando espacio para los peatones. Las calles Rosarito y López Socas, así como el tramo de Salvador Cuyás que discurre entre Sagasta y Albareda, dirán adiós a los coches para impulsar las ventas con un plan de embellecimiento elaborado por los empresarios y respaldado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El proyecto, que se dividirá en dos fases y también contempla la ampliación de aceras en Juan Rejón, La Naval y Albareda, fue presentado este martes por el concejal de Desarrollo Local, Pedro Quevedo, y la presidenta de los comerciantes, Doris Nuez. 

La peatonalización de Rosarito y López Socas ampliará el espacio para los viandantes en el extremo norte del Istmo, cerca de la pasarela Onda Atlántica. La primera, que antes de la ampliación del Puerto hacia el exterior acogía varios talleres navales y astilleros, discurre paralela a Juan Rejón y Poeta Agustín Millares Sall, y tiene un bajo perfil comercial en estos momentos. 

Recreación de la calle Rosarito tras la peatonalización.

Recreación de la calle Rosarito tras la peatonalización. / LP/DLP

Con la eliminación del tráfico, los empresarios y el Ayuntamiento quieren recuperar la actividad en los locales que actualmente están vacíos. Proponen, además, el establecimiento de medidas que faciliten la transformación en tiendas de los garajes existentes en muchas de las viviendas unifamiliares que pueblan la calle, «para que puedan ser explotados por sus propietarios y a su vez reducir la entrada de vehículos».

Rosarito y Salvador Cuyás

López Socas es una pequeña calle -no alcanza los 100 metros de longitud- que conecta el Mercado del Puerto y Juan Rejón junto a Rosarito. En este caso, el plan de embellecimiento propone peatonalizarla para crear una zona única destinada a la actividad comercial y de ocio, como ya ocurre en las otras vías que rodean la plaza de abastos. En estas dos peatonalizaciones, los proyectos definitivos deberán contemplar la existencia de garajes que continuarán funcionando, por lo que será necesario establecer algún tipo de senda para que los vehículos puedan acceder sin suponer un peligro para los viandantes. 

El plan de embellecimiento también propone peatonalizar el tramo de Salvador Cuyás entre Albareda y Sagasta, como ya ocurre con la manzana colindante con el paseo de Las Canteras. La propuesta presentada ayer defiende la retirada de los bolardos actuales y la creación de un pequeño recorrido para los usuarios de un garaje privado existente en la zona. Además, la propia calle Sagasta, una de las primeras del Puerto con plataforma única para peatones y vehículos, ganará mobiliario urbano y vegetación en el tramo entre Luis Morote y Gomera para generar sombra y aumentar el atractivo visual. 

Degradación en Albareda

La degradación que ha experimentado en las últimas décadas la que antaño fue una de las zonas comerciales más pujantes de la ciudad tiene su mejor ejemplo en la calle Albareda, que atraviesa el Istmo desde La Isleta a Santa Catalina. Muchos de los establecimientos históricos de la calle han desaparecido, como también lo han hecho bastantes casas de arquitectura tradicional, y en su lugar solo han quedado solares a la espera de que la situación inmobiliaria sea propicia para construir en ellos. El plan contempla realizar tareas de mantenimiento en estas parcelas sin edificar «para evitar que proliferen focos de basura u ocupaciones de los mismos por personas en situación de exclusión» y ampliar las aceras del lado izquierdo según el sentido de la circulación, que en algunos casos son casi inexistentes en la actualidad.  

Presentación del plan en el hotel Aloe Canteras, este martes.

Presentación del plan en el hotel Aloe Canteras, este martes. / LP/DLP

La situación es similar en Juan Rejón, continuación natural de Albareda hacia Manuel Becerra. Muchos comercios también languidecen en esta calle con aceras estrechas que serán ampliadas. En este caso, el plan prevé actuar sobre el tramo hasta la calle Gordillo, de modo que esta actuación se una con las obras que el Ayuntamiento de Las Palmas ejecuta en estos momentos para crear los carriles de la Metroguagua delante del Castillo de La Luz.

La propuesta presentada por los comerciantes al consistorio también abarca la calle La Naval, donde muchos locales comerciales están abandonados. La iniciativa apuesta por hacer más accesible al peatón distintos tramos de esta vía «creando calles de coexistencia de tráfico y mejorando el aspecto de la misma».

La puesta en marcha del plan de embellecimiento se dividirá en dos fases. La primera contará con un presupuesto de 600.000 euros para llevar a cabo las peatonalizaciones de las tres calles y el embellecimiento de Sagasta en un plazo de seis meses a partir del comienzo de las obras. La segunda recibirá en torno a 1.800.000 euros y se ejecutará durante 12 meses para acondicionar Albareda, Juan Rejón y La Naval. El consistorio prevé dar comienzo en las próximas semanas a los trámites administrativos para licitar la redacción del proyecto específico para la primera fase del plan.

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Pedro Quevedo también presentó ayer, junto a la concejala de Distrito Centro, Mari Carmen Reyes, y el consejero de Presidencia del Cabildo, Teodoro Sosa, varias actuaciones en Lomo Apolinario. El Consistorio capitalino desarrollará, en los próximos meses, y con la financiación insular , dos proyectos, por valor de 184.026 euros para reacondicionar la cancha de petanca y su entorno y rehabilitar la zona del Lomo de la Cruz y crear allí un parque urbano con circuito biosaludable. | LP

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