El nuevo muelle de Hidramar obliga a trasladar la zona de mercancías peligrosas en el Puerto de Las Palmas

La obra marítima proyectada por el grupo Hidramar para ampliar sus instalaciones en el Puerto de Las Palmas se ha encontrado con un problema importante: la ubicación actual de un duque de alba en el muelle Reina Sofía que impide prologar la línea de atraque en los 118 metros solicitados por la empresa canaria.

Los duques de alba son estructuras aisladas construidas a base de hormigón y de grandes pilotes que sirven para dar apoyo lateral de amarre a los buques. El que está ubicado al lado de Hidramar es utilizado principalmente para operaciones de carga y descarga de hidrocarburos.

La actividad del duque de alba es compatible con la de compañía, que está especializada en el sector de las reparaciones navales, pero al tratarse de mercancías peligrosas es obligatoria una zona de exclusión por seguridad, la cual quedaría comprometida con la ampliación del muelle interior hacia el norte del dique, es decir, hacia donde está la actual estructura para cargar y descargar el combustible.

Informe de Operaciones Marítimas

Así lo recoge un informe de Operaciones Marítimas que es necesario para aprobar el proyecto, el cual se encuentra en fase de información pública. Otros departamentos como Medio Ambiente y Dominio Público, tras solicitar más información para corregir las deficiencias detectadas, ha informado a favor de ampliar la concesión, con la finalidad de avanzar en la aprobación del expediente, que también está pendiente de obtener la compatibilidad con el medio marino de Costas.

Con todo, el dictamen de Operaciones Marítimas no es negativo, sino más bien al contrario, pues se muestra a favor del proyecto si se cumple la condición de trasladar más al norte la actual ubicación del duque de alba, siempre con la finalidad de dejar una distancia mínima de 150 metros entre el nuevo muelle y las tuberías destinadas a canalizar las mercancías peligrosas. El Puerto, en ese sentido, tramita otro proyecto para autorizar una planta de gas en sus instalaciones, el cual está pendiente de los permisos medioambientales.

Dadas las intenciones de Hidramar, que pide crecer en 14.000 metros cuadrados a cambio de invertir 7,2 millones en mejorar ese tramo del muelle, las fuentes portuarias consultadas apuestan por la reubicación del duque de alba para ganar en línea de atraque. La decisión, sin embargo, aún no está tomada, pues el proyecto está en información pública, pendiente aún del informe de compatibilidad, un trámite que se puede demorar al menos un año.

La dinámica es que los diferentes departamentos hagan sus aportaciones para mejorar el proyecto hasta llevarlo a su aprobación definitiva.

Hidramar pide a la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) una nueva concesión de 50 años para establecerse de manera «permanente» en el Reina Sofía, pues la explotación del dominio público actual resulta «insuficiente» ante la creciente demanda de servicios», según el proyecto básico remitido al organismo portuario para iniciar la tramitación del expediente.

En concreto solicita la ocupación de 14.601 metros cuadrados, de los que 2.459 se corresponden con la obra marítima para realizar el nuevo muelle interior, así como 5.841 metros de relleno y 6.300 de lámina de agua.

Los trabajos proyectados contemplan ganarle espacio al mar para rellenar la nueva superficie con hormigón y prolongar el muelle actual en 118 metros, con el objetivo de ampliar la línea de atraque y de conseguir la extensión adyacente a la explanada norte, disponiendo así de una mayor superficie para trabajar en las reparaciones navales. Una obra que la compañía califica de «necesaria» dada la «falta de espacio» existente en el Puerto de Las Palmas, todo ello con la finalidad de consolidarse en el sector de las reparaciones navales, donde Hidramar ha logrado importantes contratos en el sector offshore.

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