Las nuevos carriles de las ‘megagrúas’ del Puerto de Las Palmas se retrasan entre cuatro y ocho meses

La obra para adaptar el muelle Cristóbal Colón a las grúas está bloqueada por el recurso de las empresas excluidas de la licitación

También son necesarios defensas y noráis para amarrar los grandes buques portacontenedores que el Puerto de Las Palmas espera captar

Una de las dos 'megagrúas' tras ser descargada en el muelle Cristóbal Colón.

Una de las dos 'megagrúas' tras ser descargada en el muelle Cristóbal Colón. / LP / DLP

El Puerto de Las Palmas tiene aún que acometer importantes reformas para adaptar el muelle Cristóbal Colón a los dos ‘megagrúas’ traídas por Opcsa desde China.

La nueva infraestructura está llamada a aumentar la capacidad de estiba y mejorar la productividad de la terminal de contenedores del puerto de La Luz, pero Operaciones Portuarias de Canarias SA (Opcsa) no podrá usar las máquinas a pleno rendimiento hasta que la Autoridad Portuaria adapte el muelle a las grúas con la colocación de nuevos carriles para su desplazamiento.

También es necesario reorganizar los dos atraques para que puedan amarrarse los grandes buques en condiciones seguras. Se trata de los portacontenedores más grandes del mercado, con 400 metros de eslora y capacidad para transportar hasta 24.000 contenedores, un tráfico marítimo que el Puerto espera captar para entrar en la primera división de la estiba mundial. 

Noráis más resistentes para los grandes buques

Estos ‘megabuques’ doblan la capacidad de los portacontenedores que arriban en la actualidad a la terminal y, por tanto, requieren unas defensas más grandes y resistentes para amortiguar los golpes con el muelle, así como unos noráis (bolardos) más fuertes para sujetar con garantías los cabos del buque durante las maniobras de atraque y desatraque.

Llegada de las megagrúas de Opcsa

Llegada de las megagrúas de Opcsa / LP / DLP

En el muelle Cristóbal Colón hay colocados 45 noráis. Fuentes de Opcsa aclaran que no es necesario cambiarlos todos, pero sí al menos el 40 % para realizar las operaciones con garantías. Los nuevos bolardos deberán estar fabricados para soportar más de 150 toneladas de esfuerzo puntual. Esto es importante para minimizar el riesgo de accidentes en los atraques y desatraques, pues son momentos críticos en los que se deben extremar las precauciones. Hace tres años, en Valencia, un ‘megabuque’ de MSC derribó una de las grúas de la terminal y causó importantes daños.

Opcsa no podrá usar las máquinas a pleno rendimiento hasta que se adapte el muelle de atraque

La renovación de los noráis para operar con los grandes buques corresponde a la Autoridad Portuaria, pero ha sido comunicada por Opcsa recientemente y hasta la fecha no hay abierto ningún concurso público o licitación para llevarla a efecto.

A la espera del material

Sí están en marcha los procedimientos para renovar las defensas del muelle Cristóbal Colón, suministrar los nuevos carriles y realizar la obra para colocarlos. Este último contrato ha sido adjudicado a Rover Maritime por 1,1 millones, pero su ejecución se encuentra parada porque aún no han llegado los nuevos carriles de las ‘megagrúas’. 

El concurso para suministrar los carriles lo ganó Grantrex Spain SA por 629.601 euros, pero lleva bloqueado desde finales de julio porque las dos empresas excluidas han recurrido al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.

La Luz espera que el tribunal de contratos le de la razón para iniciar los trabajos lo antes posible

Fuentes de la Autoridad Portuaria han confirmado el bloqueo del procedimiento, pero estiman que la resolución del recurso está próxima y confían en que sea favorable a la administración, tal y como ha ocurrido recientemente con otros concursos de mayor enjundia, como la ampliación del dique de La Esfinge.

A contrarreloj para cumplir los plazos

En cualquier caso, el plazo máximo para suministrar los carriles de rodadura es de cuatro meses, mientras que el tiempo previsto para ejecutar la obra de instalación asciende a ocho meses. El retraso para adaptar el muelle, por tanto, parece inevitable, pues las grúas llegaron el martes y han sido descargadas en la terminal este fin de semana. De ahí la preocupación de Opcsa, que no podrá usar las máquinas a pleno rendimiento hasta que se realicen esas adaptaciones y mejoras.

La empresa quiere operar con las ‘megagrúas’ en enero, tras ponerlas a punto con los técnicos de Zpmc y pasar la prueba de aceptación final en diciembre.

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