Seguridad

Los niños también salvan vidas gracias a un taller contra ahogamientos en Las Palmas de Gran Canaria

El taller práctico ‘Cómo intervenir ante un ahogamiento’ enseña a estudiantes de primaria a intervenir en emergencias a través de primeros auxilios

Taller 'Cómo intervenir ante un ahogamiento', en Las Palmas de Gran Canaria

LP/DLP

Desde ayer, 300 niños conocen las técnicas básicas de primeros auxilios para actuar ante posibles accidentes. Los primeros minutos son cruciales para salvar una vida, y para ello, no hace falta ser adulto para conocer los elementos básicos que pueden marcar la diferencia en una emergencia. El taller práctico ‘Cómo intervenir ante un ahogamiento’, enmarcado en las jornadas ‘Los retos en la prevención de ahogamientos en Canarias’, en el Museo Elder, reunió a los estudiantes del colegio Lola Massieu. La actividad, organizada por la concejalía de Ciudad de Mar del Ayuntamiento capitalino y Canarias 1500 kilómetros de Costa pretende crear una nueva generación consciente de la importancia de intervenri en situaciones de emergencia con ciertos conocimientos básicos que pueden marcar la diferencia.

Durante la jornada, los alumnos del Ceip descubrieron las principales técnicas para salvar a una persona. En la primera clase solo uno de los pequeños tenía conocimientos previos y para el resto fue un taller intensivo, pero sobre todo muy dinámico. 

El enfermero de los servicios de emergencias de Gran Canaria e instructor internacional de emergencias y RCP, Juan Ramón Viera impartió las bases de la educación en primeros auxilios. «El primero que interviene en una situación de emergencia es el que realmente marca la pauta de lo que puede seguir después. Siempre pensamos que tienen que estar los médicos, pero no es necesario», refleja Viera. Las consecuencias de salud se reducen drásticamente cuando existe una actuación inmediata para la persona afectada, por lo que el enfermero destaca que es esencial que todo el mundo sepa unos mínimos de primeros auxilios. 

El enfermero de los servicios de emergencias de Gran Canaria e instructor internacional de emergencias y RCP, Juan Ramón Viera.

El enfermero de los servicios de emergencias de Gran Canaria e instructor internacional de emergencias y RCP, Juan Ramón Viera. / LP/DLP

Los estudiantes no solo aprendieron cómo actuar frente a un ahogamiento, sino también ante otros casos de emergencias. Memorizaron la información esencial que puede sacar de un apuro a la víctima y facilitar la tarea a los sanitarios. Por ejemplo, aprendieron que si se encuentran con una persona inconsciente, antes de llamar al 112 es necesario moverlo a la posición lateral de seguridad, y qué datos son importantes contar durante la llamada a emergencias. Además de observar antes de cualquier asistencia si existe algún tipo de peligro, como un cable o aceite en el suelo. «A mí me pasó una vez», señaló uno de los alumnos cuando Viera explicó los pasos a seguir si algún familiar se desmaya y no hay nadie más en casa.

El presidente de la asociación Canarias 1.500 kilómetros de Costa, Sebastián Quintana, destaca que a día de hoy han fallecido 66 personas ahogadas en el Archipiélago, por lo que es esencial trabajar la prevención desde pequeños. «De cada 10 accidentes, ocho se producen fruto del desconocimiento, el desconocimiento del comportamiento del agua en el mar o incluso en una piscina», apunta.

Casi todos los niños confirmaron que habían tenido malas experiencias con el mar, cuando en alguna ocasión temieron que se ahogarían. «Un niño de la misma edad que ellos, en tres minutos pierde la vida, y un bebé de un año en 27 segundos puede morir por ahogamiento, con lo cual, aunque un bañista sea adulto o menor, lo que es la asistencia inicial es clave», refleja Quintana.

Quintana y Viera consideran que este tipo de enseñanzas deberían ser obligatorias en el plan de estudios de educación para crear una nueva generación con conocimientos ante posibles accidentes o ahogamientos. «En Australia, por ejemplo, no puedes pasar de curso de la enseñanza básica a la obligatoria si no tienes aprobados los cursos de primeros auxilios», observa el presidente de la asociación. «Yo hago servicios a las unidades de aquí del 112 y llegamos a un domicilio en el que son los niños los que nos han llamado, porque en el colegio aprendieron algo y han empezado a manejar a sus papás, entonces eso marca una diferencia, y creemos que realmente debería ser una asignatura en todos los colegios», opina. 

Por parejas los estudiantes tuvieron que hacer hasta 30 de los ejercicios de reanimación.

Por parejas los estudiantes tuvieron que hacer hasta 30 de los ejercicios de reanimación. / LP/DLP

En parejas, todos los alumnos practicaron la RCP en un maniquí para perfeccionar la teoría que aprendieron. «Si el que hace la RCP es un niño o es un adulto, depende un poco de la fuerza que tenga, pero ya el hecho de empezar a hacer algo, hace que la víctima no sufra esos daños que podría tener si nadie hace nada», indica.

El objetivo principal del taller era educar a los más jóvenes en las técnicas que pueden salvar la vida de una persona o disminuir el riesgo de fallecimiento. Sin embargo, también fue esencial la prevención para que este tipo de situaciones y accidentes se reduzcan lo máximo posible. «Lo ideal de todo esto no es intervenir, sino prevenir», aclara Viera. 

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