Vanguardia y tradición se dan cita en San Telmo

Más de un centenar de artesanos y artistas grancanarios presentan sus creaciones en la Feria de Artesanía

El evento estará amenizado todos los días con actuaciones musicales

La feria estará abierta hasta el 5 de enero, de 10.00 a 21.00 horas

Feria de Artesanía de Gran Canaria en San Telmo

Andrés Cruz

La vanguardia y la tradición se dan cita en el parque de San Telmo de Las Palmas de Gran Canaria hasta el próximo 5 de enero en la Feria de Artesanía de Gran Canaria, que este año celebra su edición número 29 en horario de 10.00 a 21.00 horas. Una oportunidad para encontrar un regalo hecho a mano y original con el que salvaguardar además oficios casi en desuso. El evento contará todos los días con actuaciones musicales, a las seis de la tarde.

Más de un centenar de artesanos grancanarios enseñan su oficio y sus creaciones en una nueva edición de la Feria de Artesanía de Gran Canaria, promovida por el Cabildo de Gran Canaria y la Fedac en colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y que este año ha sido organizado por primera vez por la Feria de Gran Canaria (Infecar) con el objetivo no solo de proteger la artesanía y el patrimonio cultural canario, sino también de dar salida y promoción a un sector que da empleo. Como bien dice uno de sus lemas: «Los mejores regalos llevan el alma de nuestra tierra».

La feria, que fue inaugurada este martes, estará abierta hasta el próximo 5 de enero desde las 10.00 hasta las 21.00 horas en horario ininterrumpido, aunque la víspera de Reyes se alargará hasta las doce de la noche con el fin de facilitar las compras. Se da la circunstancia, que su promotor, el consejero Ezequiel Ramírez, impulsor también de Gran Canaria Moda Cálida y de la Fedac, falleció el pasado mes de octubre.

El evento, que cuenta este año con un logotipo nuevo, ofrecerá todos los días actuaciones musicales a las seis de la tarde. Los Faycanes pusieron ayer la nota musical, mientras que este miércoles lo hará La Trova. El jueves será el turno de Arístides Moreno y el viernes Non Trubada. También habrá Canta cuentos todos los días, a las 11.00 de la mañana, con el fin de entretener a los más pequeños.

Artesanos de toda la isla

En la feria están representados artesanos de todos los municipios de la isla. 42 son de Las Palmas de Gran Canaria, ocho de Agüimes, siete de Telde, seis de San Bartolomé de Tirajana, cinco de Arucas, cinco de Ingenio, cuatro de Santa Lucía, cuatro de Santa Brígida, cuatro de Valsequillo, tres de Agaete, tres de Teror, dos de Mogán, dos de Gáldar, y uno de Artenara, Firgas, La Aldea de San Nicolás, Moya, San Mateo, Santa María de Guía y Valleseco. Y también oficios de toda índole como la joyería, el modelado, la cerámica, el ganchillo, la cuchillería, la carpintería, la marroquinería, la jabonería, el macramé y la cantería; entre otros. En la feria se pueden encontrar piezas desde los cuatro euros.

El artesano José Manuel Cabrera cruzaba este martes hilos con gran destreza sobre una tablilla de madera ajeno al público que echaba un vistazo en la feria. «Empecé con el alambre, pero luego fui aprendiendo macramé y me especialicé en esta técnica», contaba el artista, mientras realizaba un collar.  

José Manuel lleva veinte años haciendo macramé, un oficio que compagina con el trabajo de guarda forestal a lo largo del año y que le permite vivir sin estrés. «Es un trabajo muy creativo y relajante; me da además mucha libertad», relataba sobre las ventajas de vivir de la artesanía, con la que recorre diversos municipios grancanarios e incluso otras islas. «Llevo viniendo ocho años; es una de las ferias en las que más se vende», explicaba el hombre sobre la peculiaridad de este evento en vísperas de Reyes, donde todo el mundo busca un detalle con el que agradar a sus seres más queridos. Aunque un tanto escéptico en cuanto a si el público de hoy valora el trabajo hecho a mano. «La mayoría de la gente no lo aprecia, aunque cada persona es un mundo», añadía el artesano, que realiza tanto bisutería como piezas decorativas como cortinas, hamacas o redes para colgar plantas. 

«Son todas creaciones únicas. La piedra que cojo es la que me va marcando qué colores utilizar, qué diseño hacer», indicaba José Manuel sobre su proceso creativo. El artista está inmerso ahora en conocer cómo se tiñe el hilo con el fin de aplicar la técnica a su trabajo y de reducir también costes.

Infecar ha organizado este nuevo encuentro artesanal, que busca salvaguardar y promover un sector que da empleo en el Archipiélago

A unos pasos, Iván Quintana, cantante de Los Gofiones, daba cuenta al público de lo diestro que es con el hueso, la pieza que se utilizaba antiguamente para hilar el vellón de las ovejas. «Mi inquietud por la tradición oral es lo que me llevó a conocer este oficio, que sirvió para que muchas familias subsistieran en el pasado», argumentaba sobre el valor que tiene la artesanía como patrimonio cultural de un pueblo. Pese a su juventud, Iván ha logrado rescatar del olvido siete telares con más de 300 años de historia y, lo más difícil, conocer el proceso de armar la urdimbre para tejer después una pieza. Un arte que, sin embargo, no todos los tejedores conocen dada su complejidad.

A su lado, la artesana Ana Rosa Vega Godoy. «Aprendí el oficio de la mano de la mi madre, que era tejedora. Me daba vergüenza ir a la feria con ella y decir que no sabía tejer», confesaba la mujer en su puesto de la feria llenó de traperas, zurrones y cubre camas. 

Souleyman Magassouba, natural de Malí y modisto de profesión, se estrenaba este año en el evento artesanal. «Para mí es un orgullo, cumplo con todos los requisitos que se piden y es una oportunidad para dar a conocer mi trabajo», comentaba sobre las perspectivas que tiene de su papel en la feria.

Souleyman Magassouba Damba muestra sus creaciones en la feria de Artesanía, en el parque de San Telmo.

Souleyman Magassouba Damba muestra sus creaciones en la feria de Artesanía, en el parque de San Telmo. / ANDRÉS CRUZ

El joven conoció el oficio a los doce años en su país, pero no fue hasta llegar a Canarias cuando se tituló en el oficio. «Primero hice un ciclo superior de Turismo, pero luego me gradué en modelaje», explicaba el diseñador, que utiliza telas africanas 100% algodón para sus diseños. 

Souleyman diseña ropa para mujer, hombre y niños, pero también complementos como mochilas, corbatas y hasta zapatillas. «Hago piezas muy variadas, adaptándome a la cultura del lugar porque si hago piezas muy africanas la gente no se atreve a llevarlas», indicaba con el metro de medir al cuello dispuesto a tomar medidas.

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