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Cómo derribar una grúa de 500 toneladas de un plumazo

Operaciones Portuarias de Canarias (Opcsa) retira del Puerto de Las Palmas la grúa seis para hacer hueco a las 'megagrúas' chinas

El impacto del acero es absorbido por una cámara de áridos de 1100 toneladas que fue construida para amortiguar el golpe

Derribo de la grúa número 6 de Opcsa

LP / DLP

La grúa número seis de Operaciones Portuarias de Canarias (Opcsa), tras 25 años de servicio en la terminal internacional de transbordo de contenedores, ha sido derribada por la compañía en una espectacular operación que no ha dejado a nadie indiferente en el Puerto de Las Palmas.

A media mañana de ayer, como un saco de papas caído desde un rascacielos, las 500 toneladas de la estructura se desplomaron sobre el muelle Cristóbal Colón, amortiguando el enorme impacto una cama de áridos construida para la ocasión. El acero será ahora cortado y despiezado para sacarlo de la terminal y llevarlo a un centro autorizado. El espacio que deja libre será cubierto por las dos megagrúas traídas de China, con más altura y capacidad que la máquina jubilada.

La grúa demolida, en la zona norte del muelle Cristóbal Colón.

La grúa demolida, en la zona norte del muelle Cristóbal Colón. / LP / DLP

La baja de la grúa, que fue construida por el fabricante español Paceco, forma parte del plan de renovación de maquinaria de la compañía, explica el ingeniero responsable del derribo, Diego Brito, un plan "en el que los activos más obsoletos van dando paso a otros nuevos con mayores prestaciones, rendimiento y seguridad".

Plan de renovación

Los nuevos equipos "son más ecoeficientes, confortables para los operarios y aportan un rendimiento y una fiabilidad superior a la terminal", añade el ingeniero. Entre la maquinaria que ha ido llegando a la terminal destacan las dos grúas STS Malacca Max, que fueron fabricadas por la empresa china ZPMC, así como seis grúas pórtico de patio RTG de la firma finlandesa Konecranes, cabezas tractoras y trailers.

La grúa Paceco ha realizado casi dos millones de movimientos durante sus 25 años de vida, con 77.654 horas de funcionamiento acumuladas, "dando paso a grúas de mayor envergadura y capacidad", destaca Brito.

El método de achatarramiento usado es el mismo que el empleado en 2022 con la demolición de la grúa número dos, ambos realizados con la compañía O´Brien Specialist Crane Services, uno de los pocos proveedores en el mundo que realizan este tipo de trabajo de abatimiento controlado y posterior corte del material resultante para su correcta gestión medioambiental.

Reducción de riesgos al mínimo

Se trata de un procedimiento que reduce al mínimo la exposición de personal y los riesgos asociados a los trabajos en altura y las maniobras muy delicadas de este tipo. El método consiste en la colocación previa de una cama de árido a modo de amortiguación, que en este caso fue de 1100 toneladas, distribuida a lo largo de la zona de recepción de la grúa a ras de suelo, sobre el pavimento, y el posterior corte de puntos estratégicos de la grúa.

La operación de derribo vista desde arriba.

La operación de derribo vista desde arriba. / LP / DLP

Los cortes en esos puntos estratégicos son los que permiten el derribo controlado de la grúa, nunca de manera acelerada. Luego, explica el ingeniero, se tira ligeramente de la parte trasera de la estructura, mediante unos cables de acero que unen la grúa con una elevadora de gran tonelaje, lo que permite que comience el abatimiento controlado.