Puerto

Maximiliano Díaz, presidente de los estibadores: "La pesca murió en Las Palmas por lo mismo que reivindican los agricultores"

El Puerto de Luz ha experimentado un mes de enero de los que hacen historia, con un incremento de la actividad del 20%

Una parte de ese esfuerzo extraordinario para atender a los buques desviados de Suez recae en los estibadores, cuyo presidente en Las Palmas, Maximiliano Díaz, aprovecha para reivindicar el trabajo de un colectivo que pide más maquinaria y espacio para llevar al puerto a otro nivel

Maximiliano Díaz.

Maximiliano Díaz. / LP / DLP

Los datos de enero confirman que el Puerto de Las Palmas crece un 20 % por los barcos derivados del Canal de Suez y el conflicto en el Mar Rojo. ¿Cómo llevan los estibadores esa actividad extra?

Antes del problema en Suez, nos veníamos preparando para un aumento de la actividad. Hace año y medio hicimos una incorporación de eventuales que teníamos trabajando con nosotros desde hace 15 años. Tenemos otro proyecto, pero con esas 90 personas nuevas, para la maquinaria y el suelo que hay disponible en el puerto, estamos preparados para afrontar la situación. Hemos tenido la suerte de que esta subida de la actividad no nos ha cogido con el pie cambiado en personal. Otra cosa es la maquinaria y el plan de mejoras, porque no ha llegado toda la maquinaria que necesitamos. Estamos sacando toda la actividad prevista y también este repunte que se ha producido ahora.

¿Entonces esas incorporaciones son de un plan anterior y no tienen nada que ver con la crisis del Mar Rojo?

Así es. Eso viene del acuerdo que se firmó con MSC. Ellos se comprometieron a traer maquinaria y nosotros a prestar el servicio si aumentaba el tráfico de contenedores. Esas 90 incorporaciones fueron para eso, pero nos han venido fantástico, porque si no las hubiéramos tenido estaríamos ahora formando personal a contrapié.

"Con la maquinaria y el suelo actual no podemos atender mucha más actividad de la que hay"

¿Cuántos son?

Somos 530 estibadores y tenemos unos 200 eventuales que trabajan en diferentes zonas del puerto, pero con la maquinaria que hay y el espacio disponible, tampoco podemos atender mucha más actividad. En este puerto, en condiciones normales, se deja mucho contenedor vacío, entre un 40 y un 60 % está inutilizado por los contenedores vacíos. Ahora, para atender este nuevo tráfico, se los están llevando, pero la maquinaria no permite afrontar una subida de la actividad más exagerada de la que ya existe.

¿Y qué pasa con las grúas nuevas?

Aún no están operativas del todo porque hay problemas con los raíles, pero lo importante es que han cumplido su compromiso, no que la puesta en marcha se ha retrasado un poco. Con el presidente anterior se comprometieron a traer dos grúas más para el Puerto de Las Palmas y lo han cumplido. Trabajamos con ellas cuando las condiciones lo permiten. En vez de moverlas llevamos los barcos hasta ellas y nos adaptamos a los buques. Así hemos atendido algún que otro transoceánico. Estas grúas es lo que le faltaba a Las Palmas para ser el gran puerto del Atlántico que da servicios a todos los operadores. 

"Pasa igual que con el hijo del guardia civil, vives de chico la estiba, no sé por qué se nos criminaliza más"

¿Qué hay que hacer para ser estibador?

Tener el carné de camión, dirigirse a la empresa en la que están concentrados todos los estibadores y dejar el currículo junto al DNI. Hace 20 años, cuando entramos nosotros, tampoco era muy diferente. Aquí pasa lo mismo que con el hijo del guardia civil o de otros sectores, vives eso de pequeño y te nace la vocación. No sé por qué se nos criminaliza más. Entrar en las listas de eventuales es lo que luego te da la posibilidad de ser fijo. Primero tienes que ir todas las mañanas del mundo a ver si queda algo de trabajo para ti. Esto no es muy distinto a otras profesiones que sí se aplauden por ahí. La Isleta, además, es un pueblo que siempre ha vivido del Puerto y antes, cuando nadie quería este trabajo, las cosas se transmitían de padres a hijos.

El puerto y su entorno es como una ciudad dentro de otra ciudad...

Sí. Cuando eres de San Mateo tiendes a trabajar en el campo y cuando eres del Sur te metes en un restaurante. Aquí pasa lo mismo. Se crea una cultura y también un muro. Nosotros somos los únicos que hemos creado fórmulas para ir a los colegios y hablar con los niños. Con las charlas que dan los estibadores jubilados queremos abrir la ciudad al puerto, derribar ese muro que crea la sociedad y profesionalizar el sector portuario.

"De La Luz no sale ni la mitad del tomate que antes, la burocracia asfixia al sector primario"

Caen las exportaciones, pero La Luz es el tercer puerto que más productos hortofrutícolas mueve de España. ¿Se muere el campo canario?

Está pasando lo mismo que con la pesca y no nos enteramos. Todo se está centralizando mucho en África, con una normativa y una burocracia que asfixia a nuestro sector primario. El tomate que sale de aquí no es ni la mitad al de antes. Ahora sale mucho más de Marruecos por esos problemas que tiene nuestro sector primario. Somos un puerto de transbordo, Las Palmas trae a Europa la fruta de Brasil o de Chile que luego compramos en los supermercados.

Así es complicado producir y competir.

La realidad es que la pesca se fue hace tiempo del Puerto de Las Palmas, pero parece que nadie se ha enterado. Antes, cuando ese mundo estaba aún floreciente, te esperaban 30 inspectores a pie de muelle. Sin empezar las descargas ya tenías dos o tres multas en la mano. Eso ha hecho que los barcos pesqueros se vayan a Marruecos, donde se trabaja como antes aquí. Europa ha traído cosas buenas y otras no tan buenas. Lo mismo que reivindican hoy los agricultores fue la muerte de la pesca en Las Palmas. Perdimos ese sector y no nos enteramos, porque el siguiente será la agricultura. Tenemos la sensación de que se abre la puerta a África, pero se le ponen trabas a los productos que generamos aquí.

"Las querellas en el puerto son una pérdida de tiempo, de dinero y de competitividad"

¿La línea a Tarfaya?

Más de lo mismo. Armas la hizo en su día. Bastantes problemas tienen los agricultores aquí como para abrir otra puerta más al mercado africano con una línea que no es ni rentable. Nadie se niega a que se abran conexiones con otros países, pero esta será una vía de negocio más de importación que de exportación.

¿Qué le parece que los problemas del puerto se diriman con querellas?

Estoy cansado de la pérdida de tiempo que se genera en el control de poderes... El Consejo del Puerto debe centrarse en tener un buen departamento comercial, tiene que centrarse en captar más trabajo y en fórmulas para mejorar los servicios, no en mi amigo para adelante y mi amigo para detrás... Eso es una pérdida de tiempo, de dinero y de competitividad.

Forman parte del Consejo y hay un equipo nuevo. ¿Qué valoración hace de la gestión?

Estamos ahí porque es donde se cuece el funcionamiento del puerto, pero prefiero quedarme con la actividad empresarial y no opinar sobre la otra. Todos los políticos que llegan siempre quieren poner a los suyos para llevar el control. El presidente del Gobierno de Canarias es de Tenerife, y es normal que quiera tener a gente de su confianza en el Puerto de Las Palmas, porque La Luz es el punto más importante para controlar la economía de las siete islas.

¿Hacia dónde debe ir La Luz?

Me he pateado muchos puertos y conozco pocos con la cantidad de servicios que tiene Las Palmas: megabuques, astilleros, buceo, avituallamiento de toda clase, reparaciones navales, prácticos, cruceros... Solo con cruzar una pasarela hay una gran oferta de hoteles y de restaurantes, una playa urbana y un aeropuerto cercano para los cambios de tripulación... Las Palmas es uno de los puertos de servicios más importantes de Europa.

"Clavijo es tinerfeño y la economía se controla desde aquí, es normal que ponga a su gente"

Hay varios proyectos de ampliación en marcha. ¿Los considera necesarios?

Por supuesto. Necesitamos línea de atraque y suelo para trabajar. El negocio eólico, por ejemplo, no lo estamos atendiendo aquí, sino los compañeros de Tenerife, de quienes también nos sentimos orgullosos.

¿La deuda de la estiba?

En su día llegó a los 28 millones de euros, eso es vedad, pero se le dio carpetazo y se hizo un plan de recortes. Me consta que va por menos de 12 millones. Las empresas estibadoras y la Autoridad Portuaria metieron las manos en el asunto y hemos notado la mejoría. Desde ese plan de ajuste, con la gestión de Luis Ibarra y de nuestro gerente, Nicolás Lorenzo, no hemos vuelto a tener problemas económicos ni más retrasos en las nóminas. Espero que dentro de poco no se hable más de deuda en el Puerto de Las Palmas.

¿Retos?

Que nos traigan material y se organice la terminal para atender el mayor número de barcos posible, aunque lo primero es darle descanso a la plantilla para que entre la juventud. Nuestro objetivo principal es generar empleo para los jóvenes. Hay compañeros a los que les toca descansar porque llevan trabajando mucho tiempo todos los días del año. Hemos hecho un trabajo importante de madurez, porque nos hemos metido en la cocina del negocio y sabemos lo márgenes de beneficio que tiene. Tanta lucha con los empresarios nos ha servido para alcanzar una paz social que también queremos mantener. Ahora existe una relación de confianza y de complicidad. Aquí nos conocemos todos. El ‘te pido más para que me des menos’ ya ni se usa.

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