La ciudad comienza a instalar sensores inteligentes en la red de saneamiento

La herramienta, que pretende recabar datos, facilitará la gestión del agua de Emalsa

Es una iniciativa enmarcada en el proyecto LPA Inteligencia Azul, que pretende impulsar el desarrollo de las ciudades inteligentes

Obras para la instalación de sensores en la red de saneamiento.

Obras para la instalación de sensores en la red de saneamiento. / LP/DLP

La ciudad tendrá nuevos sensores inteligentes en la red de saneamiento para obtener datos, que facilitarán la gestión del agua a Emalsa. Para ello, Canaragua está llevando a cabo la instalación de esta nueva tecnología que ha implementado en una zanja de la plaza Stagno frente a la terminal de guaguas de Teatro.

Se trata de una actuación incluida en el proyecto para la Gestión Inteligente de la Red de Saneamiento. Es uno de los pilares de LPA Inteligencia Azul, un proyecto financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), que pretende impulsar el desarrollo de las ciudades inteligentes. En el 2018 fue una de las catorce iniciativas propuestas como beneficiaria de la 'II Convocatoria de Ciudades Inteligentes', dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

El proyecto cuenta con 11 iniciativas entre las que se encuentra la gestión inteligente de la red de saneamiento. Los sensores permiten evaluar caudales y parámetros de calidad de las aguas residuales. La información recabada se analiza en un software con el objetivo de monitorizar la red de saneamiento.

Control permanente

El objetivo de la iniciativa es realizar un control permanente del funcionamiento de la red de saneamiento para conocer la contaminación derivada de vertidos incontrolados; reducir las fugas de agua en la red; los vertidos al mar, mejorando la calidad de las aguas de baño; disminuir las fuentes de contaminación de las aguas residuales generadoras de malos olores; la reducción de los costes de reparación gracias a la detección temprana de fugas; la localización de fugas antes de que ocurran y se conviertan en un incidente grave y la reutilización de las aguas residuales regeneradas.

Los sensores son una herramienta habitual para la modernización de algunos servicios de la capital en los últimos años. En este sentido, las playas de Alcaravaneras, La Laja y Las Canteras cuentan con estaciones del sistema de medición inteligente Datalab que permiten evaluar el aforo de las playas, su estado ambiental y la seguridad en el baño. También ha ayudado a gestionar el riego en 65 parques de cinco distritos a través de un sistema inteligente para automatizar el servicio a través de criterios de sostenibilidad. También en el sector de la movilidad han sido útiles, ya que el Ayuntamiento finalizó el año pasado la instalación de cientos de ellos en los aparcamientos de las zonas azules de la ciudad para conocer a tiempo real los espacios libres. La concejalía de Limpieza también instaló 600 sensores en cubos de basura con el objetivo de conocer la carga real de cada depósito y facilitar su recogida.