El turismo marinero llega al barrio pesquero de San Cristóbal

La Cooperativa de Pescadores de San Cristóbal (Pescatobal) ha presentado el proyecto Rumbo Azul, una batería de actuaciones que busca convertir el barrio marinero en lugar de encuentro para atraer turismo, explican desde la Asociación Nacional Red de Destinos Turísticos Marineros, con Sonia Cruz y Nayra Hirga Pérez al frente del colectivo y de la ejecución de las iniciativas, respectivamente. 

Pescatobal se convierte así en la primera organización de pescadores que se une al proyecto de la red nacional para promocionarse como destino turístico marinero, aseguran las responsables de la asociación durante la presentación de Rumbo Azul (en Costa del Sol se ofertan paseos y rutas gastronómicas, pero sin proyectos específicos de los colectivos de pesca locales).

La Cofradía de Pescadores de Cantabria, que felicitó a San Cristóbal mediante un vídeo por dar ese primer paso, será la siguiente en unirse a la plataforma de lugares marineros con encanto, un proyecto que también persigue la gestión sostenible de los recursos pesqueros y potenciar el papel de la mujer en el sector.

El barrio pesquero quiere diversificarse para captar turistas con su oficio y el muelle como gancho

Digitalización de la flota

Pescatobal, con la colaboración de la bióloga Valeria Pavlovskaya, ha digitalizado toda la flota censada en San Cristóbal, de tal manera que los 24 barcos y sus pescadores no necesitan llevar la documentación en carpetas para faenar.

«La digitalización es un sueño que nos ayudará a ahorrar tiempo y ser más efectivos en el trabajo», afirma Loli Guedes, jefa de administración de la cooperativa. Un avance que les facilitará, entre otras mejoras, disponer de los despachos en regla y demás documentación para poder salir a pescar, sobre todo si son requeridos por la Guardia Civil o se les exige cualquier papel en una inspección o control de la actividad.

Un mural de la artista canaria Irene León mejorará la imagen para convertirse en «polo de atracción»

Toda esa documentación está ahora almacenada en un código QR a nombre de cada barco, código que ha sido entregado a cada pescador impreso en una tarjeta o carné. La Asociación Nacional Red de Destinos Turísticos Marineros, además, les ha proporcionado una tableta para digitalizar el trabajo que está diseñada para soportar la humedad del mar y demás erosiones durante la faena.

Capitanía Marítima

Los pescadores, con el presidente de la cooperativa de San Cristóbal a la cabeza, José Manuel Saavedra, recogieron los dispositivos electrónicos por orden de llamada durante la presentación de Rumbo Azul, que contó con música en directo y un enyesque marinero con productos del mar y de la tierra en la sede. Asistieron, entre otras autoridades, la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Beatriz Calzada, y el Capitán Marítimo de Las Palmas, Francisco Garcia Lascurain. Este último, en una breve intervención, agradeció la invitación y brindó el apoyo de su organismo, que se encarga de velar por la seguridad en el mar, entre otras competencias. 

También intervino mediante vídeo Silvia Solís, subdirectora General de Sostenibilidad Económica y Asuntos Sociales - Secretaría General de Pesca, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Ordenación, que felicitó a la cooperativa por diversificar su actividad con el turismo desde el respeto a los recursos naturales. 

Un apoyo desde las altas esferas que vendrá bien al último bastión marinero que queda activo en la capital grancanaria, pues aún deben limar asperezas con la Guardia Civil para usar el código QR, entre otros aspectos técnicos ligados a la seguridad de la actividad pesquera. 

Marina Mercante

Este lunes se reunirán con la Dirección General de la Marina Mercante para abordar esos asuntos. Estará presente su nuevo director, el canario Gustavo Santana Hernández, que fue nombrado el pasado diciembre para el cargo y viene a Gran Canaria a conocer el proyecto de Pescatobal.

El barrio marinero, además, necesita un importante lavado de cara para transformarse en «el polo de atracción turística» al que aspira convertirse. Un simple paseo por su avenida evidencia el mal estado del adoquinado, de sus muros o de varias de las casas que dan al marisco, con algunas obras públicas incluso a medio terminar. El mismo muelle arrastra un serio problema de acumulación de arena que impide la entrada y salida de los barcos con más calado durante la marea baja.

Rumbo Azul, sabedor de que es necesario mejorar el aspecto para diversificar la actividad y captar turistas, ha encargado un mural a la artista isleña Irene León. La obra, que está concebida como juego de temática marinera, tendrá naturaleza participativa y será ejecutada por alumnos de la Escuela de Arte. Irá en unos panales especiales para cubrir el mismo espigón del muelle. También se instalarán carpas para recibir a los colegios y turistas, al tiempo que se ha iniciado la formación de las mujeres de los pescadores como guías turísticas.

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