Seguridad Vial

El semáforo 'de los bobos': cuando cruzar una calle es una eternidad en Las Palmas de Gran Canaria

La movilidad vial del tramo en el que finaliza Primero de Mayo y comienza paseo de Chil es un quebradero de cabeza para peatones y conductores

Los usuarios esperan de media siete minutos a que uno de los semáforos se ponga en verde y tan solo cuentan con 12 segundos para cruzar

Baches en la Avenida Primero de Mayo en Las Palmas de Gran Canaria

La Provincia

El semáforo para cruzar desde paseo de Chil a la subida de Mata es el mejor lugar para ver la vida pasar. Mientras los peatones esperan a que se ponga en verde miran el móvil para chequear la hora, ojean la parada de guaguas para comprobar que no pierden la suya o simplemente buscan el momento para cruzar antes de tiempo. Después de una espera que parece interminable deben espabilar y cruzar a ritmo de marcha si no quieren tener un encontronazo con los coches. Muchos de esos peatones se dirigen a la parada comúnmente conocida como los bobos aunque oficialmente es Carretera de Mata plaza del Pino; algunos esperan más en el semáforo que a su guagua en lo que se ha convertido en casi en una anexión a esa parada.

Alejandro coge el transporte público usualmente en el lugar y no es extraño que vea marchar a dos de ellas delante de sus ojos mientras está esperando en el semáforo. "Al principio sí me cabreaba, pero ya lo tengo asumido", cuenta. Aunque aquellos días que va con el tiempo al cuello le cuesta tener la misma perspectiva. Es más, de un tiempo para acá ha empezado a caminar más para llegar a sus destinos, en parte, por este incidente recurrente. Ante ese panorama muchos usuarios deciden cruzar cuando no es su turno a pesar de la peligrosidad.

Con el miedo en el cuerpo cruzan algunos hacia el aparcamiento o viceversa. Ricardo Luzardo recuerda que más de una vez se ha quedado "con los ojos de farol como un conejo al que van a atropellar". El hombre pasa todos los días por este punto y afirma que los coches van a altas velocidades y, en muchas ocasiones, no aminoran aunque esté en verde para los peatones. En la vía hay dos sentidos, están los vehículos que se dirigen hacia Primero de Mayo y aquellos, en la vía contraria, encaminados a paseo de Chil; estos últimos solo cuentan con un semáforo ámbar intermitente que advierte del paso de personas, que nunca se pone en rojo. Por lo que en todo momento pasan vehículos por algunas de las dos vías o por las dos inclusive esté en rojo o no el semáforo para peatones.

Solo 12 segundos para cruzar

"Nunca sabes a qué vehículos está paralizando", apunta Clara Hernández que constantemente ve cómo las personas se lanzan a la carretera hastiados. Aunque el tiempo de espera es largo, luego el intervalo para cruzar es casi un suspiro. La mujer considera que es un peligro sobre todo para las personas mayores porque el tiempo que pasa en verde dura muy poco, ella misma se ha encontrado a mitad de camino cuando ya se ha puesto rojo el muñeco. "Es indecente cuando hay que esperar tanto tiempo que tengamos que cruzar corriendo", lamenta. Hernández considera que es "desesperante" la espera hasta tal punto que estima aguardar ocho minutos allí de pie. Realmente con el cronómetro en la mano el semáforo a las 16.00 horas está un minuto y 37 segundos en rojo y tan solo 12 segundos en verde, pero para los usuarios de pie y en ocasiones con el sol castigador parece más tiempo.

Un usuario considera que gran parte del problema viene de la falta de señalización para los vehículos que se dirigen a paseo de Chil, ya que el semáforo es pequeño y está mal orientado, por lo que muchos conductores no lo ven al pasar. "He llegado a pasar en verde y casi me atropella un coche porque el semáforo está orientado a la gasolinera, así que si no te conoces la zona puede haber un accidente", comenta. Además, al ser en llano y una vía recta los coches suelen llegar con gran velocidad, lo que complica aún más el entramado de movilidad en esta zona. Irene Alemán recuerda que más de una vez ha tenido "un sustito" al pasar por ahí.

Mal estado de la carretera

Pero entre el final de Primero de Mayo y el comienzo de paseo de Chil no solo el semáforo da que hablar, en un espacio tan reducido los usuarios acumulan diversas quejas. Una de ellas es el estado del asfalto, que se ha convertido en uno de los principales temas de conversación de los conductores en la gasolinera Cepsa. "Muchos se quejan de lo mal que está la carretera en esta parte porque, al final, cualquier conductor sabe que esto afecta a los amortiguadores", comenta uno de los trabajadores que prefiere no decir su nombre. La zona está llena de parches y se percibe que el piche necesita un repaso entre las grietas y pequeñas piedras que hacen la conducción menos cómoda. "Se piensan que con los parches lo arreglan, pero los amortiguadores se siguen fastidiando", destaca.

El empleado, que desde su puesto tiene vista a la carretera que baja del Castillo de Mata, afirma que antes de parchear la zona, un bache provocó el accidente de un motorista. Aunque los más perjudicados son los usuarios del carril bici, que circulan entre grietas y piedritas que son muy notorias en un vehículo blando y pueden llegar a ser peligrosas. Este periódico ha intentado contactar sin éxito con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para conocer posibles trabajos de cara a mejorar el estado de la carretera.