PATRIMONIO RELIGIOSO

Los expertos apuestan por un proyecto reversible en el solar norte de la Catedral de Canarias

Arquitectos y arqueólogos debaten sobre la intervención museística del espacio en las jornadas sobre el cincuentenario del edificio como monumento nacional

Los conservadores y restauradores proponen planes preventivos a medio y corto plazo para actuar sobre los bienes muebles que conserva la Basílica de Santa Ana

Vista de la mesa de arquitectos y arqueólogos que participaron en las Jornadas 50 Bic de la Catedral de Santa Ana.

Vista de la mesa de arquitectos y arqueólogos que participaron en las Jornadas 50 Bic de la Catedral de Santa Ana. / L. SÁNCHEZ

Arqueólogos y arquitectos coincidieron este jueves en las jornadas dedicadas a la Catedral de Canarias por su 50 años como monumento nacional que el proyecto de actuación en el solar norte para hacer un espacio museístico abierto al público y de conservación de los restos arqueológicos debe ser «reversible». Es decir, que pueda ser desmontado en un futuro sin problemas en el caso de que haya otras propuestas de uso del solar o las excavaciones ofrezcan nuevos resultados. 

El doctor en Arquitectura por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y especialista en rehabilitar cascos históricos José Miguel Rodríguez Guerra fue el encargado de lanzar la idea al aire en la mesa sobre el Proyecto de recuperación del solar norte, que congregó en el interior de la Basílica de Santa Ana a un importante número de especialistas en esta nueva jornada, organizada por la dirección de Patrimonio del Cabildo insular, el Obispado de Canarias y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con motivo del aniversario. «La actuación debe ser reversible para que pueda haber otro tipo de proyectos según las necesidades del momento», concretó.

El Obispado de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria trabajan desde hace unos años en abrir este espacio a la ciudadanía después de que las intervenciones arqueológicas de principios del milenio para retomar el proyecto del arquitecto Salvador Fábregas de crear un espacio de uso catedralicio, mientras se mantenía la fachada propuesta por Diego Nicolás Eduardo dieran como resultado la aparición de restos de la iglesia del Sagrario, el hospital San Martín y su osario y el que fuera ‘Kilómetro cero’ de Las Palmas de Gran Canaria. El espacio, de cerca de 600 metros cuadrados, había sido concebido hace siglos para ampliar el edificio, pero nunca se llevó a cabo.

El secretario de la Diócesis de Canarias Eloy Santiago declaró que el solar "es una joya de Las Palmas de Gran Canaria y de la isla"

La arquitecta Guacimara Delgado Quintana, encargada del proyecto de intervención, junto al arqueólogo Marco Antonio Moreno Benítez y responsable de la empresa Tibicena, declaró que la intervención arquitectónica contribuirá a que el solar «siga siendo un solar en donde puedan ocurrir cosas» -las excavaciones continuarán- y mantengan al mismo tiempo el debate público de qué hacer con el espacio.

El proyecto consiste en habilitar una pasarela por encima de los restos arqueológicos por donde pasará el público y una cubierta de forma cóncava, «poco perceptible» desde el exterior, pero que permitirá mantener lo ya descubierto al aire sin que la lluvia lo deteriore. Asimismo, pretende conservar y consolidar los «muros perimetrales diseñados por José Luján Pérez», y deteriorados también por el agua.

El doctor en Arquitectura por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Juan Manuel Palermo Salazar, responsable del departamento de Proyectos Arquitectónicos, fue más arriesgado y dijo que el solar norte era una oportunidad «para reivindicar la arquitectura» por lo que el proyecto no solo debe servir para proteger y contemplar los restos que han salido a la luz, sino también para revalorizar los espacios con propuestas arquitectónicas nuevas, arriesgadas y contemporáneas. «No tengamos miedo. La arquitectura y la arqueología pueden contribuir al enriquecimiento del espacio», añadió.

El doctor en Arquitectura por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Juan Manuel Palermo Salazar propone aprovechar la intervención "para enriquecer un espacio" con arquitectura contemporánea

La arquitecta Carmela Cionfrini confesó que contar con un espacio vacío como este en pleno casco histórico de una ciudad es ya por sí "un caso excepcional" dado que todos los centros históricos suelen estar acolmatados. "Está en desuso, pero no vacío; la historia le ha asignado uno lleno de información y de identidad. Y hay que darle una función sin perder la relación que tiene con la Catedral de Canarias", opinó. En esa línea, apostó por pensar en darle una solución, pero que no sea "un apéndice de la Catedral". "Soluciones adaptadas al uso de nuestro tiempo", apuntó.

El canciller de la Diócesis de Canarias, Eloy Santiago Santiago, encargado de abrir la mesa puntualizó que el solar norte «es un tesoro que posee la ciudad y la isla», ya que se trata del kilómetro cero de Las Palmas de Gran Canaria. "Somos conscientes de la dificultad de construir esa parte, pero es una pena que habiendo una riqueza como esa no se abra al público", dijo en relación con los restos antiguos de la ciudad y de los edificios que se han encontrado. "Es un lugar de aprendizaje de la historia de nuestra ciudad y de la propia iglesia", puntualizó.

El primero en intervenir fue el arqueólogo y director del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada José Ignacio Sáenz Sagasti, que puso a la audiencia en contexto sobre cómo aparecieron los primeros restos. El arqueólogo Marco Antonio Moreno Benítez y responsable de la empresa Tibicena, por su parte, indicó que el proyecto contará con paneles interpretativos para que la gente pueda conocer aspectos inéditos de lo que está viendo como, por ejemplo, donde se situaban las canteras de la ciudad cuyas piedras servían para la construcción del inmueble o los problemas que tuvieron los albañiles en la construcción. "Merece hacer todo ese esfuerzo para que la gente conozca lo que alberga el solar desde el siglo XV al XX", manifestó. Y aconsejó hacer pedagogía con la ciudadanía por el cambio que supondrá la intervención para las personas que no estén de acuerdo con ella, puesto que se visibilizará desde el exterior.

Planes preventivos de restauración

Los asistentes a la jornada, que también se retransmitió por streaming, tuvieron también la oportunidad de conocer cómo trabajan los restauradores y conservadores con piezas de la iglesia. Los profesionales de la mesa, que hablaron sobre Conservación y restauración de bienes muebles, coincidieron en la necesidad de potenciar «la conservación preventiva» de los bienes de la Catedral de Canarias, que son muchos para no llegar a intervenir de forma drástica; tal y como ocurre en muchas ocasiones, ya que hay piezas que no se mueven del sitio durante décadas por lo que se desconoce en qué estado están.

Los técnicos en conservación apuestan por realizar también planes de Emergencia y Seguridad ante un riesgo volcánico

 En este sentido, la técnica restauradora de bienes muebles del Cabildo de Gran Canaria María Cárdenes Guerra subrayó que los plantes preventivos deben ser «a medio y largo plazo» para que las intervenciones sean lo menos costosas tanto para la Diócesis de Canarias como las instituciones públicas que participan con subvenciones o ayudas. También añadió la necesidad de contar con un Plan de Seguridad y Emergencias dado que somos un territorio volcánico y las vibraciones habituales de la Tierra pueden afectar a las piezas y obras de arte. 

De ambos planes carece actualmente la Catedral de Canarias, que entre su patrimonio tiene esculturas, cuadros, textiles, muebles, orfebrería, partituras y documentos, entre otras piezas, lo que exige tanto un control de su estado como de las condiciones generales del espacio donde se albergan.

Conservadores y restauradores junto al secretario de la Diócesis de Canarias Eloy Santiago y el director de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria Juan Sebastián López.

Conservadores y restauradores junto al secretario de la Diócesis de Canarias Eloy Santiago y el director de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria Juan Sebastián López. / L. SÁNCHEZ

El Cabildo de Gran Canaria aporta cada año 250.000 euros a la restauración de los bienes de la Diócesis de Canarias, aunque en ocasiones tiene que aportar otras partidas fuera del presupuesto. Así lo indicó el director insular de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria Juan Sebastián López García, miembro del comité que ha organizado las jornadas y que estuvo presente en ambas mesas.

El nuncio del Papa en España Bernardito Auza cierra este viernes las jornadas de aniversario con una conferencia sobre Patrimonio de la Iglesia Católica y disposiciones de la Santa Sede

La técnica conservadora de la Diócesis de Canarias Maite Aldunate Ruano explicó que la Catedral de Canarias no es un museo al uso por su carácter religioso, motor turístico y epicentro de Vegueta. "Todo eso repercute en el desgaste del inmueble y sus muebles", recalcó, mientras añadió que las medidas de conservación hay que reforzarlas al ser un espacio abierto, sin las vitrinas que tiene un museo al uso. Y puso, como ejemplo, que tienen que estar atentos a que las personas no toquen a las imágenes de las que son devotas; a los ladrones; a las agresiones contra la Iglesia de personas o grupos que escriben en los muros y a las "mil personas que a diario pasan por el edificio y que desgastan pavimento y barandillas". Sin olvidar las agresiones de la contaminación de los coches sobre la piedra; las vibraciones de los conciertos que hay en la plaza Santa Ana o los problemas de humedad del edificio. "Es una lucha continúa. Tenemos detectores de incendios, de humo, robos, vigilancia, iluminación led", indicó.

La conservadora y restauradora Amparo Caballero Casassa, que se ha encargado de la restauración de La Dolorosa y del Cristo Capitular -obras de José Luján Pérez-, apuntó que habría que establecer un protocolo visible para la manipulación de las esculturas, especialmente aquellas que procesionan. Caballero, que enumeró los problemas que tienen este tipo de imágenes, apuntó que la gran ventaja es que al bajar cada año de sus hornacinas se pueden apreciar "los deterioros". Y recalcó la necesidad de revisar los bienes a corto plazo.

Su compañero de profesión Claudio Carbonell Soriano también insistió en lo mismo. "No basta con conservar, sino que hay que mantenerlas como haces en tu casa. A veces se restaura y no se vuelve a pasar el plumero hasta veinte años después", señaló. Y subrayó la necesidad de invertir en profesionales.

Las jornadas terminan este viernes con la presencia del nuncio del Papa en España Bernardito Auza, encargado de cerrar las jornadas con las la conferencia 'Patrimonio de la iglesia católica y disposiciones con la Santa Sede'. El broche de oro será un concierto de la organista Mar Tejadas.

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