Muchos asociarán el término IONIQ al vehículo que Hyundai concibió hace ahora un lustro para acoger tres sistemas diferentes de propulsión electrificados –híbrido, híbrido enchufable y eléctrico-. Hoy dicha denominación toma un nuevo significado para representar a una nueva línea de productos con el que el gigante coreano quiere responder al paulatino crecimiento de la demanda de vehículos cien por cien eléctricos.

El primer modelo de la nueva “submarca” se llama IONIQ 5 y ya está disponible en Canarias en cuatro versiones –Tech, HiTech, UltraTech y Premium-, con un precio desde 26.490 euros (promociones y plan MOVE III incluido). Su construcción está basada en una nueva plataforma específica para vehículos eléctricos (E-GMP) y presenta un diseño absolutamente novedoso, encuadrado en una nueva corriente denominada CUV (Coupé Utility Vehicle). Una especie de encrucijada entre un SUV y un crossover pero con un perfil más bajo, dinámico y tensionado.

Más allá de apreciaciones personales, uno de los aspectos más reseñables es cómo Hyundai ha ordenado la oferta para responder a las distintas necesidades de los usuarios. Existen diferentes configuraciones, una con motor solo trasero y otra con motor delantero y trasero que proporciona tracción total (AWD). A su vez se podrá escoger entre dos opciones de batería, de 58 o de 72,6 kWh. La potencia del sistema, en función de la combinación escogida, se mueve en un rango entre los 124,9 kW (170 CV) y los 224,6 kW (305 CV) mientras la autonomía media, en el mejor de los casos, supera los 480 kilómetros (ciclo WLTP).

Otra de las particularidades del vehículo es la posibilidad de reducir los tiempos de recarga y con ello acortar la brecha existente entre los vehículos eléctricos y los de combustión a la hora de “repostar”. El IONIQ 5 ofrece de serie una capacidad de carga de 400 V y 800 V, opción que hasta este momento sólo estaba reservada a una selecta lista de modelos de alta gama. Ello supone que con un cargador de 350 kW podría obtener una carga de hasta el 80% en 18 minutos, o lograr 100 kilómetros de autonomía adicional en tan solo 5 minutos.

En cualquier caso y dada la escasa oferta, de momento, de cargadores ultra-rápidos en la red insular, la duración aproximada referida a las infraestructuras domésticas con 10,5 kW de capacidad sitúan los tiempos en casi cinco horas para una recarga completa en el caso de los modelos con batería de 58 kWh, y algo más de seis horas para los variantes equipadas con la de 72 KWh lo que tampoco está nada mal.

Como se puede comprobar, el concepto de modelo avanzado está siempre presente. Lo es por su diseño y la manera cómo se concibe tanto la ambientación interior, con elementos provenientes de materiales ecológicos, como por la síntesis en su organización. También por la versatilidad de su oferta, las soluciones de conectividad y a favor de la seguridad, pero no es lo único.

El IONIQ 5 se convierte también en un instrumento al servicio del usuario proporcionando funcionalidades como el sistema V2L. Mediante un dispositivo convertidor capaz de suministrar hasta 3,6 kW de potencia, permite la carga de dispositivos externos como una bicicleta eléctrica, una patineta o incluso a un amplificador de música que de voz a un violín eléctrico como se mostró durante su presentación.

Protagonista del cambio

En un marco de lo más apropiado como son las modernas instalaciones de Hyundai Canarias en la capital grancanaria y bajo la batuta de la simpática actriz y presentadora Eloísa González, se oficializó el lanzamiento del IONIQ 5 con el evento de presentación ante los medios de comunicación. En el acto ejercieron de anfitriones la CEO de Hyundai Canarias, Irene Gálvez, y el product manager, Octavio Déniz, contando para la ocasión con la participación de un invitado de excepción, nada más y nada menos que el jefe de diseño Hyundai Motor Europa, Eduardo Ramírez. Grancanario de nacimiento –aunque nadie lo diría por su acento- expuso los entresijos de estilo empleados en el primer integrante de la nueva familia IONIQ, inspirado en el concepto del Pony, el primer vehículo de producción lanzado por Hyundai en 1976. El resultado se resume en un diseño puro, con una silueta de aspecto muy dinámica y unas proporcionas modernas gracias a una distancia entre ejes muy larga y los voladizos cortos. Sus formas se aderezan con un tratamiento de superficie muy limpio y tensionado, los faros rectangulares –como elemento más significativo- y unas llantas cuya trama aporta un soporte visual muy potente. El interior, concluyó, es muy arquitectónico, un espacio de bienestar, muy amplio y avanzado gracias a la nueva plataforma para vehículos eléctricos en el que el usuario puede sentirse como en casa.