Tan cerca, pero tan lejos

Un grupo de estudiantes franceses de Erasmus vivieron una auténtica montaña rusa, vibran y acaban desolados con los ‘bleus’

Decepción francesa en los penalties

José Carlos Guerra

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Un irreductible grupo de estudiantes franceses de Erasmus, se daban cita en la tarde de ayer en la terraza del bar Ricarepa, en la capital grancanaria, para sufrir en una final que por momentos estuvo tan cerca, pero que al final se marchó lejos, de manera cruel, en la tanda de penaltis.

Como si de la aldea gala de Asterix y Obelix se tratase, la arepería venezolana se convertía en un reducto irreductible, rodeado por cientos de argentinos entregados a la causa de la albiceleste. Pero los jóvenes franceses erizaban la piel de los asistentes, puestos en pie entonando el célebre himno de la Marsellesa, convencidos de que Didier Deschamps lograría por segundo Mundial consecutivo liderarles hasta la victoria.

«Perdimos a jugadores como Benzema, Pogba o Kanté, pero tenemos un gran equipo»

Remy

— Estudiante de Erasmus

Ni siquiera el penalti inexistente a Di María, que servía a Messi desde los 11 metros para adelantar a Argentina y el posterior 2-0, tras una jugada espectacular de la albiceleste, culminada al fondo de las mallas por el Fideo, conseguía al descanso empañar la fe ciega de los galos en su entrenador y en su selección. «Estoy a favor de todos los cambios que ha hecho Didier Deschamps», recalcó Remy, uno de los estudiantes congregados para vivir juntos la finalísima, luciendo la elástica de la gran estrella Kylian Mbappé.

Su compañero, Nathaniel, se mostraba esperanzado también de que los cambios efectuados por el responsable del banquillo francés, «sirvan para cambiar el partido en la segunda mitad, le doy toda mi confianza y si perdemos no será por su culpa». «Tengo confianza en Francia, en Mbappé y en Griezmann, que ha sido el mejor de nuestra selección en este Mundial», afirmaba con su camiseta de Karim Benzema.

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La Provincia

Remy creía ciegamente a pesar de todo que iban a «ganar la tercera estrella, hemos hecho un Mundial fantástico y ha sido una locura clasificarnos para jugar la final». «Hemos perdido por el camino a muchos jugadores importantes como Kanté, Pogba o Benzema, pero tenemos un buen equipo, aunque hoy la defensa no ha estado demasiado bien en la primera parte», recordaba el joven estudiante francés que vivía el choque visiblemente emocionado.

«En Francia, como nuestra Liga no es muy fuerte, somos más de la selección que de nuestros clubes», reconocía Remy. En la misma línea, Nathaniel, resaltaba que a sus 25 años, «hemos crecido con una Liga mala, en la que los equipos que nos encantan son todos de fuera de Francia, por eso cuando juega nuestra selección la sentimos de una manera tan especial».

«Los penaltis son una lotería. Hemos jugado un partido y un Mundial espectaculares»

Nicolás Schiner

— P. Club de Francófonos

Emociones a flor de piel

El descanso servía a los irreductibles galos para recuperar parte de los ánimos machacados por los dos primeros goles argentinos, entonando cantos en el que hacían referencia a lo cerca que estaba la tercera estrella en el escudo, mezclada con la Marsellesa, hasta que se desataba el delirio con la llegada de los dos primeros goles de Mbappé, acompañados de cánticos de «Kylian, Kylian, Kylian» y «somos franceses y vamos a ganar». La alegría se apoderaba de una afición que se veía más cerca que nunca de poder igualar el récord del Brasil de Pelé y de poder anotar el tercero antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario, ante una Argentina que se mantenía en pie a pesar de estar al borde del KO.

«Los equipos que nos gustan son extranjeros, por eso la selección es tan especial»

Nathaniel

— Estudiante de Erasmus

El segundo tanto de Messi en la prórroga tras empujar a la red un rechace de Hugo Llori, emudecía a los franceses por un momento hasta que una nueva aparición de Mbappé desataba la locura al colocar el 3-3, sufriendo hasta el final del añadido, para vivir una tanda de penaltis para la historia que coronaba a Argentina y mataba cruelmente a Francia. «Los penaltis son siempre una lotería, ha sido un partidazo espectacular, como todo nuestro Mundial», reconocía un orgulloso Nicolás Schiner, presidente del Club de Francófonos.

Los errores en la tanda final de penaltis de Coman y Tchouamení ponían fin al sueño francés de sumar su tercera estrella de campeones. Una mezcla de tristeza, de sensación de vacío y de resignación, atrapaba a una orgullosa afición francesa que no dejó de empujar a lo largo de los 120 minutos de partido y en una tanda final en la que cada lanzamiento argentino se acompañaba de cánticos de ánimo para el capitán galo, Hugo Llorí. |