La acusada de acabar con la vida de su expareja en el domicilio donde ambos vivían ubicado en Telde y trasladar su cadáver hasta Las Palmas de Gran Canaria para posteriormente arrojar su cuerpo al mar dentro de un bidón en El Confital utilizaba varios nombres y además tenía dos documentos nacionales de identidad.
Durante la segunda sesión del juicio que se lleva a cabo en contra de Sira María Q. N. por acabar presuntamente con la vida de Daniel Ceballos y contra Vicenta Sirvent por encubrir el homicidio, los testigos reseñaron que conocían a la acusada como Sira, Lira o María Sweedans y que además se presentó a la familia de la víctima como policía nacional, mientras a otras personas les dijo que era azafata. Sin embargo, en su declaración aseguró que no ejercía ninguna de esas profesiones y que se dedicaba a vender muebles en Vecindario y a limpiar viviendas.
La procesada no solo mintió sobre su vida personal, también le hizo creer a la familia de Daniel que su padre y su hermano eran policías, pero agentes de la Guardia Civil revelaron que no existían sus nombres en las bases de datos de la Policía Nacional y que además el hermano de la acusada se encontraba en prisión. Mientras, otro testigo afirmó que ella le dijo que su progenitor tenía una empresa de alimentos y que ella trabajaba con él.
Por su parte, el exmarido de la encausada sostuvo ayer que la creía capaz de cometer el crimen. "No me sorprende que ella haya matado a Daniel", sentenció el hombre que, además, hizo énfasis en que su hijo quería mucho a la víctima y que era el fallecido quien lo llevaba al colegio, se lo entregaba a él cuando le tocaban las visitas y después lo recibía. "Mi hijo, que en ese momento tenía seis años, me decía que Daniel era bueno y que le daba la cena. Un día dentro del coche se pone a llorar y menciona que está triste porque su madre le dijo que Dani estaba en el cielo", lamentó el testigo. "Ella es una mentirosa y una embaucadora", aseveró el exmarido de Sira María. Además, explicó que ella era agresiva y que nunca trabajó mientras estuvo casada con él.
La madre de la víctima manifestó que cuando la Policía le enseñó los tatuajes de su hijo supo que algo malo le había pasado. "Mi hijo me dijo que estaba muy contento porque iba a ser padre de gemelos. Ella se fue a Madrid a principios del mes de marzo y dejó el bidón preparado", sentenció la progenitora de Daniel Ceballos.
Los hijos
"La última vez que lo vi fue el 26 de febrero, que fui a visitarlo porque quería saber quién acompañaría a Sira el día del parto. Yo la vi embarazada, no sé dónde tenía los ojos", declaró la madre de la víctima.
Asimismo, la mujer testificó que Daniel quería dejar a Sira pero no lo hacía porque ella le prohibiría ver a sus hijos, un hecho que también aseguraron otros testigos. Una de ellas era su exesposa, quien indicó que la víctima quería dejar a la procesada y volver con ella para comenzar de nuevo su relación. "Él me dijo que la sacaría de la casa de su madre y la llevaría a una vivienda en Telde, allí la dejaría y se vendría a retomar la relación conmigo, pero se enteró de que ella estaba embarazada y me dijo que no podía dejarla porque de hacerlo ella le prohibiría ver a sus hijos", reveló la exmujer del fallecido.
La mujer también defendió que Daniel Gil no era violento ni posesivo, ya que ella estuvo con él durante 12 años y en ningún momento se comportó de forma agresiva o con celos, lo que refutó la declaración de Sira María, quien confesó que lo empujó porque temía por su integridad física y la de su hijo.
El Guardia Civil que detuvo a la acusada en el mes de septiembre cuando estaba en Asturias recalcó que ella seguía conversando por WhatsApp y le enviaba fotos de recién nacidos a la familia del fallecido a pesar de que este ya estaba muerto. "Ella no sabía que el cuerpo de Daniel había aparecido en El Confital y nos dijo que ella estuvo con él hasta el 19 de mayo y el cuerpo apareció el 12 de mayo", manifestó el agente.
"Le enseñamos una foto de los tatuajes de Daniel donde se veía que el cuerpo estaba putrefacto y ella no empatizó en ningún momento, reconoció que era él pero le dio igual verlo muerto", afirmó el Guardia Civil.
Igualmente, expresó que Sira María tuvo una pareja en Asturias y otra en Madrid, así como que engañó a otro joven al que le hizo creer que estaba embarazada ya que "esa era su forma de operar". Una guardia civil que también participó en la detención relató que la encausada "mintió descaradamente" y les sorprendió "su frialdad". Ambos insistieron en que ella les confesó que le seguía enviando fotos a la familia de Daniel "para que la dejaran en paz".
Un testigo admitió que mantuvo una relación sentimental con la acusada después de conocerla por redes sociales y que ella se identificó siempre como María Sweedans. "Llegué a buscarla al aeropuerto y salió con su traje de azafata y siempre la dejaba en La Isleta porque ella supuestamente vivía ahí", aseveró el hombre. "En julio se puso en contacto conmigo, me dijo que estaba embarazada y me envió una foto de la ecografía. Después me dijo que la gestación era complicada así que decidí ir a Madrid para estar con ella", explicó el hombre.
"Quedamos en que yo la acompañaría a la cita médica y me envió una foto de un aparato y me dijo que estaba mal por sus problemas de azúcar. Busqué en internet el aparato y me salió la misma foto que ella me mandó. Ahí me di cuenta de que era todo un engaño ya que también conseguí las supuestas ecografías del embarazo", recalcó. "Le reclamé, le dije mentirosa y me bloqueó", finalizó el testigo. El juicio continúa este miércoles con la declaración de los forenses.
