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Anecdotario de las fiestas

De la horrorosa Navidad de Burton a los recuerdos de Pedro Zerolo

Las historias navideñas de los famosos pasan de los clásicos del cine a las historias domésticas de Reyes

De la horrorosa Navidad de Burton a los recuerdos de Pedro Zerolo

laprovincia.es

Las navidades dan para mucho. Bueno y malo. Los recuerdos de las fiestas de los famosos se mezclan entre los juegos de química soñados surgiendo una mañana de reyes como un tiriteo cpon balas de fogeo protagonizado por un artista pop en plena navidad en un pub de Londres. Hasta los directores de cine han pasado verdaderas pesadillas con las navidades como fondo.

Al FBI no le gustó nada el retrato de los bancos que da Qué bello es vivir. De hecho, redactó un informe titulado Communist Infiltration of the Motion Picture Industry [Infiltración Comunista en la Industria Cinematográfica] en mayo de 1947, en el que afirma que "en la pelícu- la se aprecian intentos bastante obvios de desacreditar a los banqueros, presentando a Lionel Barrymore como un tipo avaro para que fuera el hombre más odiado de la película". Según estas fuentes, "es un truco que utilizan frecuentemente los comunistas. Además, afirmaban que, en su opinión, la película calumnia de forma deliberada a las clases altas con el fin de mostrar a la gente con dinero como personajes crueles y despreciables".

Continuando con cine, bonitas fueron las jornadas de trabajo de Pesadilla antes de Navidad, de Tim Burton. El director alucinó cuando supo que el compositor y letrista Danny Elfman, encargado de poner música a la película, no tenía un guión en el que escribir las canciones.

Durante el rodaje, asimismo, fueron usadas más de 400 tipos de cabezas para dar vida al protagonista Jack Esqueletón. La producción requirió de un total de 13 animadores y otros 100 es-pecialistas incluyendo operado-res de cámaras.

De regreso a la vida real, en enero de 2002 el cantante Adam Ant entró a un pub de Lonbdres vestido de vaquero y cincinco clientes comenzaron a reírse de él y a silvarse la banda sonora de El bueno, el feo y el malo. El cantante de la ya por entonces desaparecida banda po, que además sufría de problemas mentales, se enfrentó a ellos y trató de pegarles. Se fue entonces del local amenzando que regresaría y poco después, efectivamente, apereció con un arma, que comenzó a disparar desde la calle, tras romper el escaparete del negocio. La pistola era de fogeo pero eso no impidió que le acabaran deteniendo.

Por último, el fallecido político canario Pedro Zerolo, cuando era concejal del Ayuntamiento de Madrid rememoró sus recuerdos navideños recordando una vez empezó el año en un autobús: "Para no coger el coche, alquilé con mis amigos un autobús, pero tardó muchísimo en arrancar. Tanto que, entre risas, canciones y cava, nos llegó el año nuevo en la guagua". Zerolo también se acordaba en aquella entrevista de los Reyes Magos: "Un año me trajeron el juego de química que quería. Fue una gran alegría, pero acabamos llorando por el humo de una mezcla imposible".

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