Aránzazu Fernández

 

Puerto Calero se ha consolidado como una de las marinas deportivas más modernas del mundo. Estas instalaciones, situadas en el municipio lanzaroteño de Yaiza, han logrado dos años consecutivos el prestigioso galardón de cinco estrellas azules (5 Blue Star Marina), que otorga el Instituto Internacional de Certificación de Marinas (IMCI). Es la única distinción de este tipo que existe en Canarias. En España, además de Puerto Calero, es Marina Ibiza la que tiene este reconocimiento, que poseen siete puertos más en Europa (cuatro en Alemania, uno en Portugal, uno en Turquía y otro en Italia).

 

El presidente de la sociedad Puerto Calero S.A., el empresario lanzaroteño José Calero, aseguró que le gustaría que su equipo pueda seguir trabajando para conservar las cinco estrellas azules en sucesivas ediciones. “Me gustaría que este distintivo sea un apoyo para todos los que formamos Puerto Calero y poder lograrlo de nuevo”. La plantilla la integran 150 trabajadores.

 

Las cinco estrellas azules es un distintivo que tienen muy en cuenta los aficionados a la náutica antes de planificar sus travesías y, en general, todas aquellas personas que disfrutan de este tipo de turismo. 

 

Además de la calidad de las instalaciones, los servicios, la gestión de residuos, los aspectos medioambientales y la seguridad que ofrece el puerto, los evaluadores de IMCI se fijan en la atención al cliente, la integración de las marinas en el entorno en el que se ubican y la oferta complementaria de prestaciones que se ponen a disposición de los usuarios. 

 

En el caso de Puerto Calero, por ejemplo, los navegantes tienen la opción de hacer senderismo en Timanfaya o participar en una observación astronómica, entre otras actividades, destacó una portavoz de esa empresa náutica. Añadió que “el cliente tiene una amplia variedad de iniciativas para integrarse y conocer Lanzarote después de amarrar su barco”.

 

El certificado de cinco estrellas azules aporta un impulso definitivo a la comercialización de la marina entre sus futuros clientes y a que el nombre de Puerto Calero, que tiene ya una trayectoria de treinta años, sea cada vez más conocido en todo el mundo. Recientemente, a raíz del nuevo título IMCI, un navegante australiano ha solicitado atraque para dejar su catamarán durante una temporada en la marina, lo que da una idea del alcance que tiene la internacionalización de esta sede náutica de calidad reconocida.

 

La categoría de cinco estrellas explica por qué Puerto Calero ha sido elegido por un importante número de navegantes en su parada de navegación intercontinental así como por diferentes empresas de charter. 

 

Además, algunos de los equipos dedicados de forma profesional a la vela oceánica, como Ericsson, Groupama, Puma y, actualmente, el sueco SCA, han desarrollado su programa de entrenamientos en Puerto Calero. 

 

Otro de los galardones de esta marina es la bandera azul, que ha revalidado durante 18 años consecutivos y respalda la política ambiental que desarrolla el conjunto de profesionales que trabajan en el recinto. Su compromiso es mantener una marina limpia, segura y responsable con su medio ambiente en una isla declarada Reserva de la Biosfera en 1993. 

 

Hace tres décadas, en 1983, José Calero constituyó la sociedad Puerto Calero S.A., una empresa familiar con la idea de crear un puerto deportivo, una exclusiva zona residencial y un campo de golf. Tres años más tarde se iniciaron las obras de construcción del muelle junto con 32 casas de lujo en parcelas de 1.000 metros cuadrados cada una. Los primeros 220 atraques se pusieron en funcionamiento en 1989 y ocho años después, en 1997 se tomó la decisión de doblar la capacidad de amarres.

 

Actualmente, Puerto Calero dispone de 420 amarres que dan cabida a barcos con esloras comprendidas entre los 8 y 75 metros, distribuidos en pantalanes flotantes con fingers. El precio, por ejemplo, de un yate con una eslora de 12 metros es de 29,70 euros al día.

 

Por esa cantidad, que se puede reducir hasta el 50% si se paga por anticipado, se incluyen los servicios de marinería, agua, luz, seguridad y señal wifi. 

 

El área para 18 megayates (entre 25 y 60 metros de eslora) se inauguró en 2006 y ofrece unas prestaciones aún más exclusivas, como limpieza, catering especial desde el restaurante Amura, entrega a bordo de avituallamiento y flores, la posibilidad de contratar un coche de lujo con chófer para recorrer la Isla y asesoramiento de servicios bancarios, entre otras destacadas prestaciones.

 

Por el varadero de Puerto Calero, a la cabeza de los más respetados en el archipiélago canario, pasan al año una media de más de 300 embarcaciones de distintas esloras y con un peso no superior a las 90 toneladas. El travel lift de Marina Lanzarote, que Puerto Calero ya ha instalado en el puerto deportivo que construye en Naos (Arrecife), tiene capacidad para elevar barcos de hasta 820 toneladas. Es el mayor de estas características para megayates que hay en España, por delante de los que se ubican en Palma de Mallorca (700) y Valencia (300).

 

Si las prestaciones que requiere el cliente no se encuentran disponibles en ese momento en el varadero, Puerto Calero se encarga de buscar a los profesionales que se encarguen de realizarlo. Velería, pintura, mecánica, electrónica, mantenimiento, revisión de motores y tratamiento de ósmosis son solo algunos de los servicios que se prestan en el recinto del varadero.

 

La celebración de grandes eventos relacionados con la náutica es otro de los grandes referentes de Puerto Calero. Destaca el Trofeo César Manrique de cruceros de alto nivel, del que se han llevado a cabo nueve ediciones (la competición de este año se ha aplazado). Esta prueba servía de cierre de temporada de los circuitos canario y nacional de cruceros.

 

Por otro lado, el mundial de la clase RC44 se ha realizado en tres ocasiones en Puerto Calero. La localidad atrae a adinerados propietarios que participan con sus embarcaciones en las regatas de los recintos náuticos más exclusivos. Uno de los multimillonarios que ha competido en las aguas lanzaroteñas es el estadounidense Larry Ellison, propietario de Oracle Corporation, una de las empresas de software más importantes del mundo. 

 

La conocida regata Mini Transat realizará un parada en Lanzarote el próximo mes de octubre antes de su destino final en las Antillas Francesas. La escala de las más de 80 embarcaciones que participarán en esta prestigiosa navegación en solitario se realizá en Marina Lanzarote, en Arrecife. Puerto Calero acogió esta prueba en cuatro ediciones anteriores, por lo que esta experiencia unida a la posibilidad de un nuevo destino, como es Arrecife, aportará un atractivo añadido a esta cita marítima.

 

Noviembre es la época en la que recalan los superyates en Puerto Calero y esta marina presenta en esa época una de las estampas más impresionantes del año. La localidad es paso obligado para grandes yates en su viaje al Caribe.

 

No solo el lujo tiene cabida en Puerto Calero. Una de las visitas más entrañables que recuerdan en Puerto Calero fue la que realizó el pasado año, dentro de su gira en solitario alrededor del mundo, la navegante francesa Capucine, quien arribó en el barco Tata tarí construido con fibra de yute. El objetivo de esta travesía humanitaria era la de ayudar, con el estudio del comportamiento de ese material como alternativo a la fibra de vidrio, a personas sin recursos económicos. El proyecto nació en Bangladesh. Capucine está ahora en el Caribe en su recorrido oceánico para divulgar esta iniciativa.

 

Dentro de la oferta de restauración Puerto Calero cuenta con 21 locales que ofrecen una variedad de cocina autóctona y de otros rincones del mundo, entre ellas, la japonesa y la mexicana. A su vez, el Paseo de la Moda es un escaparate de marcas nacionales e internacionales como Pepe Jeans, Desigual, Armani, Ralph Lauren, Hugo Boss o Helly Hansen.

 

Puerto Calero es un lugar para navegar, residir, descansar o disfrutar de un rato de ocio. Pero, sobre todo, una marina abierta al mundo.