Kiko Rivera ya no sabe qué hacer para recordarle a su madre que va a por todas.

La relación entre madre e hijo está rota por completo y es casi imposible que vuelvan a retomarla debido a la oposición frontal del hijo de Paquirri a que esto ocurra.

Mientras, el DJ ha tenido que enfrentarse en las últimas semanas a un constante goteo de informaciones que apuntaban a un inminente divorcio de su mujer, Irene Rosales, y a unas nada agradables dudas por parte de diversos compañeros de si podría volver a recaer en las adicciones.

Unas semanas en las que, por activa y por pasiva, el primo de Anabel Pantoja se ha encargado de negar y de responder a través de sus redes sociales.

Por ellas hemos podido saber que su relación con su mujer está viento en popa y que está muy bien como está y que no necesita a su madre para nada.

Sin embargo, en el día de hoy, y 24 horas de después de someterse a una operación de estómago, Kiko Rivera ha anunciado un nuevo negocio cuyo nombre no ha dejado indiferente a nadie porque vuelve a ser un mensaje más que directo y conciso con una única destinataria: Isabel Pantoja.

Kantora is mine

Desde el hospital y a través de una publicación en sus redes sociales, el hijo de la tonadillera anunciaba el lanzamiento de su nueva marca de ropa.

Una colección que, según se puede ver en su página web, cuenta con una amplia cantidad de modelos y que va desde camisetas hasta gorros y accesorios.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de esta firma no es ni la brillantez de sus diseños ni tampoco el logo de la firma, lo que ha hecho saltar la bomba ha sido el nombre de la nueva colección: Kantora is mine, en español, Kantora es mía.

Si ya se sabía que la guerra del clan Pantoja estaba más recrudecida que nunca, ahora, con este nombre de la colección que ha lanzado el hijo de la Pantoja, y que es toda una declaración de intenciones para recuperar la casa más famosa de España, probablemente ninguna de las partes quiera saber la una de la otra.

Un nuevo capítulo en la historia de la familia está a punto de estallar.