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Entrevista

Koldo Serra, director de 'Reina Roja': "Vicky Luengo es una máquina; es Antonia Scott en la vida real"

Hablamos con el antes director de 'La casa de papel' sobre los retos técnicos y visuales de esta esperada adaptación del 'best-seller' de Juan Gómez-Jurado

Koldo Serra, en el centro, en un momento del rodaje de 'Reina Roja' junto a Hovik Keuchkerian y Vicky Luengo. ANDRE PADUANO / PRIME VIDEO

Tras encadenar la última temporada de 'La casa de papel' con la primera de 'Sin huellas', el director Koldo Serra pretendía tomarse un merecido descanso, respirar un poco tras esos intensos rodajes de acción. Y entonces cayeron en sus manos los guiones de 'Reina Roja' (Prime Video, jueves, día 29), adaptación del 'best-seller' de Juan Gómez-Jurado sobre la mujer más inteligente del mundo, emblemática Antonia Scott, y el caso de secuestro que, como piedra angular del proyecto policial titular, se ve obligada a resolver. La trama le enganchó, pero es que, además, la protagonista iba a ser Vicky Luengo. Serra descansaría en otra vida. 

Está acostumbrado a rodar acción, pero ¿diría que 'Reina Roja' ha sido un proyecto especialmente desafiante? ¿O de 'La casa de papel' se sale preparado para todo? 

'La casa de papel' era el sueño de cualquier director al que le apeteciera probar cosas. Todo lo que no te atreves a escribir en tus guiones, sabiendo que no habrá tiempo ni dinero, estaba en aquella serie. Y encima multiplicado por dos. Cuando llegaba un guion, leía cosas tipo: "Ahora ocho tíos suben escalando la fachada del Banco de España". Pues nada, 'pa' lante'. Después de eso, en 'Reina Roja' no me asustaba la acción. De acuerdo, hay una megapersecución de coches, pero que es vengo ya ultraentrenado. Me imponía más el reto de cómo plasmar la cabeza de Antonia e intentar no hacer cosas que ya se han visto en series de gente inteligente. 

En el primer episodio, esa reconstrucción mental de un asesinato, en una especie de trance, se diría un homenaje a la serie 'Hannibal'. También aquí parecen buscar la belleza de lo grotesco. 

No he visto 'Hannibal'. Sí que vi la película y, obviamente, 'El silencio de los corderos'. Pero en el dossier de trabajo había algunas referencias visuales a los cadáveres y a esa puesta en escena tan grotesca y artística de la serie. Al poner en imágenes la mente de Antonia, intentamos que no pareciera puramente analítica, sino que tuviera elementos oníricos o poéticos. No debía ser un robot. No queríamos que pareciera la Scarlett Johansson de 'Lucy' ni Terminator. Además, hemos intentado variar la forma narrativa en cada secuencia basada en la mente de Antonia. Al fin y al cabo, cada cosa sobre la que reflexiona es diferente. 

¿Está especialmente orgulloso de alguna de estas secuencias?

El reto es, ahora, pensar en la [todavía no confirmada] segunda temporada y en cómo dar un paso adelante. Estoy muy orgulloso del trabajo del equipo de efectos visuales y efectos especiales. En el set hablábamos de estas secuencias como 'ensoñaciones'. La pobre Vicky tenía que hacer un acto de fe en cada secuencia. En la que podría ser mi favorita, le decía: "Ahora estás levitando, aquí tienes un objeto, ahora lo quitas, ahora se desmaterializa…". Ella respondía: "Yo te creo", y lo clavaba, ahí colgada con un arnés en mitad de un plató negro. Vicky es una máquina; es Antonia Scott en la vida real. 

'Reina Roja' tiene mucho de clásica 'buddy movie', o película 'de colegas', sobre dos personajes muy distintos condenados, o mejor, destinados a entenderse. ¿Fue fácil para Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian [como el descreído policía vasco Jon Gutiérrez] desarrollar una química especial? 

Cualquiera que hubiera leído la novela pensaba en Hovik. Yo venía de trabajar con él en 'La casa de papel' y era la elección perfecta. Con Vicky soñaba con hacer algo desde que la vi en 'Antidisturbios', precisamente una serie en la que estuvieron los dos, aunque solo compartieron una secuencia. La química fue increíble. El miedo a que no la hubiera se perdió el primer día. Cuando les vi juntos pensé: "Qué maravilla".

En alguna entrevista ha elogiado lo visual de la escritura de Gómez-Jurado y hablado de él como un gran aficionado al cine. ¿Tuvieron conversaciones sobre posibles referencias?

El día que le conocí en persona, que me pasé por su casa, aluciné bastante. Yo creía que era un chalado y pesado con las referencias, pero me quedo corto a su lado. En cuestión de tres horas, Juan me había puesto veinticinco extractos de películas. Estuvimos viendo desde 'El silencio de los corderos' hasta el 'Sherlock Holmes' de Guy Ritchie.

A mí me dio por pensar en 'El protegido', 'Push' o 'Sin límites', películas sobre personas normales que resultan tener superpoderes. Son como cine de superhéroes con personajes casi cercanos y espacios reconocibles. 

Para Juan, 'Reina Roja' siempre ha sido una novela y una serie de superhéroes. Al final hablamos de una superheroína y el 'sidekick' [compañero del héroe] bastante gracioso que la acompaña. Juan me llegó a poner cosas del primer capítulo de 'Caballero Luna', con Oscar Isaac. Él tiene todo esto muy presente. La serie tiene algo de cómic y novela 'pulp'. 

La química entre Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian fue increíble; el miedo a que no la hubiera se perdió el primer día

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Ha podido jugar también con el terror, una de sus debilidades de siempre. 

Hay una secuencia que es puro 'La noche de Halloween', con ese Ezequiel persiguiendo a Carla Ortiz al final del capítulo uno. Entre 'Bosque de sombras' [su debut en el largo de 2006], [la serie] 'Caminantes' y esto, podría hacer una tesis sobre persecuciones en bosques. Me lo paso muy bien y disfruto. Tenía que contenerme para no irme demasiado hacia el terror. Al final estábamos contando un 'thriller' y una historia en la que lo más importante son los personajes. 

Cuando filma la parte subterránea de la acción, es fácil pensar en el subgénero del 'torture porn', y de hecho hay una referencia directa a 'Hostel', de Eli Roth. ¿Hay algo de reivindicación de aquellas películas? 

Lo de 'Hostel' venía ya por guion, pero sí que es cierto que revisé aquella película o 'Saw' para trabajar con el equipo de arte en esas celdas de castigo. En la novela, creo recordar, la celda donde está Carla Ortiz es mucho más bajita, de manera que no se podía poner de pie… Era mucho más oscura también… Aquí estamos haciendo ficción televisiva y debía ser diferente. Me repasé películas que llevaba tiempo sin ver e incluso me atreví con 'Hostel 3: De vuelta al horror'. Ojalá no lo hubiera hecho [risas]. 

Pero, en reglas generales, 'Reina Roja' es de lo más luminosa y soleada, algo no tan común en el 'thriller'.  

No queríamos que la estética remitiera a los 'thrillers' monocromáticos del norte de Europa. Buscábamos algo con más color, casi cercano a lo hitchcockiano, al menos en la parte de la acción que transcurre en las calles de Madrid. Fotográficamente, hemos intentando que el mundo de la superficie fuera lo más realista posible, que hubiera color, que pareciera un sitio donde podríamos vivir. Cuando bajamos a las catacumbas, sí que me he permitido más jugar al expresionismo y las sombras proyectadas. 

A veces se comenta que hoy en día, en televisión, se han de conseguir resultados cinematográficos con menos recursos de los que se disfrutaría en una película. ¿Diría que esta ha sido su experiencia en 'La casa de papel' o 'Reina Roja'? 

Yo he tenido la suerte de rodar series en las que se cuenta con un presupuesto alto, al menos para la media de lo que se hace en España. Si lo comparamos con lo que se gastan en Estados Unidos o Reino Unido, nos quedamos a la altura del tobillo. Pero en 'La casa de papel' o 'Reina Roja' he tenido tiempo, he podido preparar las cosas y no ha habido miedo a enfrentarse a algunos retos. En algunas películas tienes tan poco presupuesto que te dedicas a quitar cosas. Cuando hice '70 binladens', en cierta escena el guion decía: "Un coche de policía entra en la plaza derrapando y choca con otro coche". Obviamente, fue de las primeras cosas que se quitaron. En 'La casa de papel' habrían chocado cuatro coches, como en 'Granujas a todo ritmo'. 

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