UNA POSIBLE SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DE EL MUSEO CANARIO

Como todos saben, menos los que de costumbre se atreven a negar la evidencia, El Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria es una asociación privada científico-cultural, fundada en 1879, por lo que, en su clase, es la más antigua del Archipiélago. Su fundador fue el ilustre, insigne y generoso patricio Dr. D. Gregorio Chil y Naranjo. Desde sus primeros tiempos El Museo Canario se dedicó al acopio, protección y estudio de la ingente riqueza antropológica y arqueológica de Gran Canaria, salvándola de la incuria y posible destrucción. Con el paso de los años esta más que centenaria institución amplió su objetivo con la creación de Biblioteca, Archivos documental, cartográfico y fotográfico, Hemeroteca y colecciones Numismática, Musicológica, etc. O sea, que es un Museo polivalente en el más amplio sentido del término y ha llegado a constituirse en Institución de tanto prestigio que debe considerarse como intocable.

En su ya larga vida El Museo Canario ha pasado por momentos de extraordinario auge cultural reflejado en el ingente trabajo de investigación antropológica, iniciado y dirigido por el Dr. Chil y Naranjo y continuado por el famoso Dr. René Verneau y en el coleccionismo arqueológico (pintaderas grancanarias, etc.) bibliográficos (nutridísima biblioteca general y canaria) de la que es insignia la famosa revista El Museo Canario, que apareció por primera vez en el año de 1880 y es la revista de continuidad en el orden cultural más antigua de las publicadas en las islas Canarias. En otros momentos, la vida cultural de El Museo ha languidecido por diversas causas como la Guerra Civil española y principalmente la escasez de presupuesto. Pese a lo dicho, El Museo nunca ha cesado en su actividad cultural, organizando ciclos de conferencias sobre temas de interés general o especifico canario, exposiciones, obras de teatro y conciertos y ha mantenido en funcionamiento las secciones de biblioteca, hemeroteca y archivos para atender a investigadores y público interesado.

En la actualidad El Museo Canario pasa por un momento de tal dificultad económica que ha forzado a la directiva a presentar un ERE, con la consecuencia de que algunos de sus servicios principales han de ser cerrados o limitados en su actividad. Es causa de esta situación el recorte de las subvenciones que, desde los primeros tiempos, le han otorgado el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo de Gran Canaria y más recientemente el Gobierno de Canarias, que al ser El Museo Canario una Institución de orden privado no pueden hacerse cargo de dotarle de la totalidad o de la mayoría de los recursos necesarios para el normal mantenimiento de sus actividades.

En las últimas semanas diversas personas significadas en el mundo de la cultura se han manifestado en los medios de comunicación doliéndose de la difícil situación de El Museo pero sin aportar ideas para tratar de resolverla por lo que, por medio de este escrito, quiero proponer lo que considero podría ser una solución para el problema.

Pese a su carácter privado, El Museo Canario presta un servicio que, indudablemente, hay que calificar de público, por lo que el modo de resolver sus actuales problemas económicos puede ser la creación de un nuevo ente que sea instrumento que sirva al sostenimiento y al estímulo de las actividades de interés general que presta El Museo.

Teniendo en cuenta que El Museo está siendo ampliado en un solar adquirido por la Comunidad Autónoma canaria, con específico destino a El Museo Canario, opino que el Cabildo de Gran Canaria debe ir primero a conseguir la disponibilidad legal sobre dicho solar y luego a la constitución de una Fundación Canaria, regulada por la Ley 2/1998 de 6 de Abril, que podría denominarse "El Museo Canario II", cuyo objeto y fines tienen que ser exactamente los mismos que desempeña la actual Asociación. Esta Fundación estaría domiciliada en el nuevo edificio y en todo debe estar solapada con la actual Asociación.

De esta manera y al ser pública la nueva Fundación podría jurídicamente recibir fondos públicos provinientes no sólo de los ayuntamientos de la isla y del Cabildo, sino de la Comunidad Autónoma, del Estado y de Europa. Con ello considero que los actuales problemas de El Museo quedarían superados y garantizados para siempre el futuro de la Institución, su engrandecimiento y su desarrollo material y cultural.