Sabrán que el Menceyato lleva un tiempo entretenido elaborando una cosa que se llama Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias. Sí, Especialización Inteligente. Y que abarca desde ya mismo a 2020, que es el tope que se da el Ejecutivo para convertir el archipiélago en un ente inteligente.

Pasar de totorotas a ese estado de iluminación suprema tiene su coste, 4.000 millones de euros, que lo dijo ayer el consejero de Neuronas, lo que da una meridiana idea del primitivo estado en el que presuntamente nos encontramos. Para leer las diferentes actuaciones que se pondrán en marcha, o no, ya hay que tener de partida un cierto tino. En el amplio prospecto, cuya elaboración a la vista de su complejidad y su científico uso del yuspiquinglis ha debido costar un buen cereto de tunos, se habla desde conceptos ya tan vagos y cansinos como el de la "dinámica emprendedora", a otros que vaya usted a saber, como el del "análisis de benchmarking con otras regiones insulares europeas".

Y ustedes dirán, ¿qué coño es el benchmarking, inglés? Ni potatoes, pero si esperan un fisco lo miro en el Google.

Anda, allí pone que según David T. Kearns, director de Xerox, el benchmarking es un proceso para evaluar los productos de los competidores", o lo que es lo mismo, copiárselos para mejorarlos. Es decir, benchmarking es fijarse ´u´ julisniar con ojos de lechuzo al vecino para ver qué hace el jodío y el porqué le salen bien sus trajines para tú sablarlo a traición. Ejemplo: 1959. Agaete. De las perolas de Julianita Monzón salen unas golosas humaceras de salsa de chuchangos. Su comadre, Nieves Montesdeoca, pone napia al asunto, la espía detrás del visillo y luego de soslayo le pregunta que qué tal la salsa de chuchangos, aportándole Julianita inocentes datos que, sin saberlo, completan su receta. Hoy, 2014, nietas de Nieves hacen una salsa de chuchangos que te cambas. La abuela hizo benchmarking, antes de que cobraran por esto, lo que da a pensar que inteligentes ya éramos de antiguo. Lo que pasa es que nos quieren hacer creer que los indígenas somos bobos que es algo distinto.