Amigo Lucas, recuerdo que fue un 18 de diciembre, el día de la Virgen de la Esperanza, cuando hace más de 20 años nos encontramos soñando con el proyecto libertador del alcoholismo un grupo de amigos. Sí, fue en el Valle de Agaete exactamente en la Casa de S. Pablo, la que fue primero un hotel y después pasó a ser lugar de celebraciones de cursillos de Cristiandad con el nombre de casa de S. Pablo. De verdad que muy pronto aquella gran casa puesta en marcha con el nombre de Casa de la Esperanza se convirtió como en un quirófano vivo que comenzó a dar vida a enfermos de alcohol, gracias a los pasos que dimos un grupo para poner en marcha aquel milagro que libera del alcoholismo a hombres y mujeres y les enseña a vivir como personas humanas. Te pido que cuando te acerques no dejes de mirar bien cerca de la puerta un Ancla grande que anima a diario a unas veinte personas, hombres y mujeres, durante 5 meses para así lograr con terapias la curación del alcoholismo. Sí, toda esa obra tuvo a Cáritas, a la Iglesia como madre gestante recibiendo el buen empujón del gran obispo Echarren que dio ánimo a todo un grupo de gente sensibilizado con el tema del alcoholismo. Amigo Lucas, te aseguro que detrás de toda esa Casa está la Iglesia que a través de Cáritas no cerró los ojos ante la terrible enfermedad del alcoholismo. Todavía con gusto recuerdo al grupo de amigos que nos reuníamos en aquel tiempo hace unos 20 años apostando por la gente que estaba dominada por el alcoholismo. Hasta recuerdo que cuando D. Ramón Echarren tuvo el encuentro con el grupo dio luz verde al proyecto viéndonos como un equipo que despedía Esperanza por los cuatro costados animado siempre por el gran psiquiatra Dr. Henry, médico de lo más entendido en esta enfermedad.
Sí, puedo decir que me tocó pilotar aquellos primeros momentos con un grupo de soñadores y ahí está lo que es obra de todos con más de 22 años. De verdad te puedo decir que hoy el Proyecto cuenta con muchos años de rodaje habiendo dado vida ya a más de dos mil personas alcohólicas que han experimentado en sus vidas el milagro de la recuperación. Seguro que muchos recuerdan que el gran proyecto puesto en marcha por Cáritas y por el grupo fundador fue un primero de febrero de 1991. Sí, recuerdo que las personas fundadoras bautizamos el Proyecto con el nombre de Casa Esperanza, recordando a la madre Virgen María cuya fiesta celebra la Iglesia el 18 de Diciembre, santa María de la Esperanza. De verdad que hoy, después de un recorrido de más de 20 años, más de 2.000 personas jurarían que le deben su nueva vida a Casa Esperanza fundada por la Iglesia Diocesana a través de Caritas.
Amigo, llegando pronto la Navidad doy vivas a la Casa Esperanza que ha salvado, en lo que lleva de vida, a más de 2.000 personas del infierno del alcohol. También doy vivas al equipo fundador y a las hermanas religiosas de la Caridad que desde el comienzo tuvieron el arte de ofrecer a todos los que han pasado por la casa un aire de espiritualidad que les ayudó a caminar hasta la bendita sobriedad. Por otra parte acabo este espacio de hoy animando a los amigos a madurar bien el Voto que daremos antes de Navidad, deseando que sea un voto consciente y libre, huyendo de políticos inservibles que tienen arte para hablar tejiendo grandes verdades con las mentiras más insultantes. Amigo Lucas, termino el minuto de hoy felicitando a todos los que han retomado la vida naciendo de nuevo en Casa Esperanza del Valle de Agaete y cantando victoria al verse que ahora son personas normales liberadas del maldito alcohol que les tenía hundidos para siempre sin anclas de salvación en sus vidas.
