Si el eslogan "Hacienda somos todos" nació en 1977, el título de este escrito no es una frase para la publicidad sino un grito desgarrador y muy antiguo que invita a disminuir las desigualdades y que cada vez resuena y se comparte con más potencia en todo el planeta.
La educación fiscal y de cualquier tipo puede ser una gran mentira, si se reduce a transmitir anuncios publicitarios o informaciones para lograr que los ciudadanos o educandos conozcan lo que deben hacer y darles cualquier título académico. El que una abogada del Estado, con una elevada educación formal, diga que este eslogan sólo es publicidad y no es aplicable a derecho, no sólo cuestiona que todos debamos contribuir a una redistribución justa de las cargas tributarias, sino el valor de una educación que produce profesionales incapaces de diferenciar lo que es la información o publicidad al servicio de fines adecuados de la que sólo busca el engaño y la mentira. ¿La educación actual está al servicio del bienestar de todos los ciudadanos o de intereses ocultos y encubiertos de minorías privilegiadas?
La educación que sólo transmite informaciones o conocimientos de lo que debemos hacer suele producir personas sometidas a normas o impuestos externos, que cumplen sus obligaciones por miedo a posibles sanciones de la autoridad de turno, y personas pícaras que buscan engañar a esas autoridades, porque lo único que les motiva es su propio beneficio y no el que haya menos desigualdad en el reparto de bienes y riquezas.
Educar es también compartir y contagiar a los educandos las emociones que ellos mismos saben que deben sentir en la situación real que viven en cada momento. No se trata de estudiar o trabajar o pagar impuestos por obligación, sino porque sentimos unas emociones naturales y racionales en nuestro interior, que son las que nos mueven a valorar los conocimientos que tenemos y las acciones que hacemos, según el servicio que ofrezcan a los seres humanos. Sentir amor y gusto al compar-tir y recibir lo que tenemos, de una forma justa, es disfrutar el privilegio de ser una parte de la humanidad, creando espacios para que cada uno sea lo que puede ser y trabajando unidos por una educación que nos ha-ga convivir mejor y con más calidad de vida.
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