La Provincia - Diario de Las Palmas

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'Canciones sobre textos cervantinos'

Un recital de lujo en la Fundación Mapfre-Guanarteme

El miércoles 21 se cerró en la Fundación Mapfre el ciclo conmemorativo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes organizado por la Real Academia Canaria de Bellas Artes. Cinco conferencias sobre la obra cervantina como inspiradora de las diferentes disciplinas artísticas y dos conciertos sobre textos de Cervantes, el primero coral con siete estrenos de autores canarios y el segundo, objeto de esta reseña, de canciones de concierto también sobre textos cervantinos. Son más de 1.500 las obras musicales que ha generado nuestro príncipe de los ingenios en todo el mundo a lo largo de cuatro siglos, inspiradas en sus textos literarios, algo verdaderamente insólito.

Protagonistas del acto fueron esta vez tres músicos canarios que forman parte de la amplia élite de intérpretes que ha eclosionado entre nosotros en el nuevo milenio: la soprano Estefanía Perdomo, el barítono Augusto Brito y el pianista Nauzet Mederos, quienes se repartieron un programa con dos ciclos de prestigio internacional (los de Ravel e Ibert) y otros menos conocidos, todos ellos de autores españoles poco trillados en el mundo de los conciertos, incluyendo además un estreno de nuestra compositora Laura Vega.

El barítono Augusto Brito asumió los prestigiosos ciclos de Chansons de Don Quichotte de Maurice Ravel y Jacques Ibert, compuestos por encargo para concurrir a la sonorización de una gran película sobre el Quijote, siendo ambos desechados por la productora, y que sin embargo han sobrevivido en el mundo de los conciertos como máximas aportaciones francesas a la canción de cámara de su tiempo. Y con razón, pues el ciclo de Ravel es sencillamente genial, y el de Ibert no le va a la zaga. Brito dijo estos textos musicales con una solvencia total, pues se encuentra en un momento artístico de gran madurez vocal e interpretativa. Pocas veces podremos escuchar estos liederes tan bien cantados e interpretados como en este ambicioso recital. Brito cautivó al público con sus interpretaciones, que cerró con el ciclo de quien esta reseña suscribe Tres momentos de Don Quijote, una obra que pretende ahondar en la psicología del personaje en tres situaciones de su devenir.

La soprano Estefanía Perdomo, con su voz ancha y potente, de agudos dúctiles y de un nobilísimo centro-grave muy noble y aterciopelado, nos ofreció un repertorio muy novedoso de músicos españoles. Abrió su actuación con la canción Sin caballero de Conrado del Campo, obra posromántica de amplia factura y de muy interesante diálogo entre el piano y la voz, a la que siguió la Noche fría y oscura de Carlos Palacio, donde lució pianísimos de gran belleza. A estas dos canciones añadió dos ciclos: las Tres cervantinas de Leonardo Balada y otras tres de las nueve Cervantinas de la compositora Matilde Salvador. Las canciones de Balada son de amplio registro acompañadas por un piano sutil y puntilloso, e incluían textos como Madre la mi madre y el del famoso soneto de Cardenio. Tuvo Estefanía la gracia de escoger esos mismos textos entre las de Matilde Salvador, para que se vieran los diferentes criterios musicales de ambos compositores al abordar un mismo material literario. Mi sentir se decanta en favor de la genialidad de Matilde Salvador, una compositora de enorme talento artístico, cuya música es sencillamente cautivadora.

Cerró Estefanía su actuación con el estreno absoluto de una nueva pieza de Laura Vega, obra para recitador (Brito), soprano y piano: Galatea, obra musical de gran belleza poética, y no me refiero a la poesía del texto, que también, sino a la hondura sensible de su música, en la que voz y piano establecen un diálogo musical de gran belleza. Genial, nuestra Laura.

Mención especial merece el pianista Nauzet Mederos al implicarse en unos repertorios donde el piano no es un mero acompañante, sino un actor más de una música en la que el instrumento dialoga y se implica con unas partituras de amplio calado musical y técnico, nada fáciles. Mederos es un músico de lujo para estos menesteres, y su concurrencia en este tipo de conciertos enaltece sumamente el acontecimiento. Si el pianista fue sublime, ambos cantantes estuvieron sobresalientes. "De tal manera canta, que encanta", dice Cervantes en uno de sus pasajes del Quijote. Pues eso: de tal manera cantaron, que encantaron al numeroso público asistente, que premió con largos aplausos a los tres músicos y a los dos autores canarios que estaban presentes en el acto.

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