En USA las cosas están complicadas. En Charlottesville, Virginia, hubo una fuerte manifestación de derechas (inicialmente contra la remoción del monumento a Robert E. Lee, líder esclavista) con banderas sureñas (se vio la esvástica), y canciones nazis y / o pronazis. Hubo otra manifestación en contra, y estalló la violencia. Un conductor (ya imputado) de Ohio arremetió en coche a los manifestantes: un muerto y 35 heridos en total. También en la zona, un helicóptero policial que vigilaba se estrelló, muriendo sus dos ocupantes. El gobernador Terry McAuliffe de Virginia declaró el estado de emergencia.

Desde Nueva Jersey, donde jugaba al golf, Trump condenó la violencia "de ambas partes" culpando "a muchos sitios" en declaraciones que sonaron muy pero muy ambiguas.

En Washington, continúa la investigación sobre Trump y la interferencia rusa en las pasadas elecciones que ganó. El investigador Robert Mueller, recién nombrado y con mucho poder, dice que está entrevistando a actuales y pasados oficiales de la Casa Blanca. El FBI investiga también a Paul Manafort, anterior jefe de la campaña electoral de Trump, y hasta allanó su casa, ampliando así la investigación.

Sigue creciendo la distancia entre los republicanos que controlan el Congreso y Trump, que, empero, los necesita para gobernar. Del otro lado, los demócratas luchan por reconstruir su partido y retomar el poder.

En la relación USA-Rusia, Trump agradeció a Putin que redujera su personal en USA cono respuesta a las sanciones. Así también USA reduce su personal y ahorra dinero. Un frente tranquilo... por ahora.

Corea. La situación con Norcorea sigue tensa. Ambos testarudos líderes siguen plantados; Kim amenaza con bombardear Guam, base y territorio de USA en el Pacífico cercano, y Trump responde amenazando con "fuego y furia nunca vistos". Por ahora son solo palabras, pero un pequeño traspiés puede traer el Armagedón nuclear. No lo olvidemos.

No será una semana tranquila, Ni para Trump ni para nadie.