Los astronautas necesitan recursos en forma de oxígeno y alimentos para sobrevivir. Esto supone una dificultad añadida a las misiones espaciales de larga duración. Para solventar esta problemática, en la Estación Espacial Internacional se está probando un fotobiorreactor que contiene unas microalgas conocidas como Chlorella vulgaris.
A partir del dióxido de carbono exhalado por los astronautas, las microalgas generan oxígeno, pudiendo utilizarse posteriormente las mismas como alimento. Con este sistema los astronautas podrían aguantar mucho más en el espacio sin necesidad de regresar a la Tierra para recargar suministros. Los expertos aseguran que el 30% de los alimentos de un astronauta podrían reemplazarse por estas microalgas debido a su contenido en proteínas de alta calidad.
Amador Menéndez Velázquez. Investigador y divulgador científico
