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OBSERVATORIO

Open Arms, closed eyes

Los veranos suelen traer acontecimientos importantes para colocarnos crisis o cambios sin que nos demos cuenta. Amén de nuestro triste incendio grancanario, infravalorado sutilmente por casi todos (desde cerca para no tener que buscar responsabilidades, y desde la Península por la ignorancia o desinterés de la lejanía), hemos pasado casi un mes bombardeados, minuto a minuto, por el asunto del buque Open Arms.

Pocas cosas se pueden gestionar tan mal y pueden ser tan manipuladas en búsqueda de otros objetivos, que este desembarco, dejando a los propios migrantes y la ayuda humanitaria en el último lugar del interés.

El gobierno de España, que montó un festival hace muy pocos meses con motivo del Aquarius, al que dedicó hasta seis ministros a su recibimiento y hacerse las fotos, ahora deniega inicialmente sus puertos al Open Arms, para más tarde, muy tarde, ofrecer ayuda, y finalmente decide enviar un buque de la Armada. Tarde y mal, y sólo por intereses políticos propios. Incoherencia, retraso e ineficiencia.

En Italia, el ministro Salvini ha encontrado en el Open Arms una pelota para jugar una partida del peor deporte posible, la política. No duda en utilizar el caso para su propia campaña personal. Las formas y expresiones de sus conceptos de valor dan una imagen clara de la degradación ética a la que puede llegar la política. Después se quejarán de que los políticos sean considerados por nosotros, los ciudadanos de a pie, como el ingrediente principal de nuestro problemas.

Sobre la ONG Open Arms también habría muchísimo que opinar. No vamos a expresar aquí ideas escuchadas entre muchos ciudadanos de la calle, por políticamente incorrectas pero no por ello menos extendidas. Como mínimo, y en general, cabría preguntarse si el conocimiento de la presencia de buques de estas ONG en zonas cercanas a las costas de salida, puede facilitar la logística de las mafias exportadoras de migrantes. Y en este caso en particular, parece existir un pulso personal entre algún directivo de la ONG y Salvini. ¿Ha actuado la ONG sólo en función de los intereses y necesidades de sus migrantes o ha habido utilización de los mismos en esa lucha contra Salvini? ¿Cuánto tiempo tardarán algunos de los directivos de esas ONG en integrarse en plataformas políticas y en listas electorales?

Ahora le toca el turno a Europa, la UE. ¿Dónde está la flamante recién nombrada cúpula de Europa? Ausente. Europa no se pronuncia. Mirando para otro lado, el no pronunciamiento e inacción de la UE y sus instituciones se convierten en la mejor y mayor fábrica de euroescépticos. Dan la razón a los críticos de la derecha, con el argumento de que "no nos hacen falta ya que nos dejan solos", y también dan la razón a los críticos por la izquierda validando su argumento de que la UE sólo es la Europa de los mercaderes.

Sin embargo, nadie podrá rebatir que el tema de las "migraciones administrativamente incorrectas" sólo lo puede solucionar la Unión Europea en conjunto, con una política unificada y compartida, con amplitud de medios, que no poseen los estados individualmente, y con actuaciones potentes en los países de origen y salida de los migrantes. Sólo Europa unida y en conjunto tiene capacidad y medios para este tipo de actuación.

Finalmente, los medios de comunicación se han ocupado de este asunto de una manera vaga, superficial y poco crítica. ¿Dónde está el coraje investigador, incluso políticamente incorrecto, de los medios de comunicación?

En momentos de crisis moral y política a nivel mundial (léase extremistas, terroristas, dictadores, explotadores y populistas de izquierda y derecha), en momentos de proximidad de crisis económica (léase guerra comercial USA-China, brexit, crecimiento negativo de Alemania en los últimos meses...), sólo un europeísmo real y eficiente sería un medicamento efectivo. Sin embargo, mucho me temo que todos estos acontecimientos recientes están torpedeando a Europa en su línea de flotación. No podemos permanecer con los ojos cerrados.

José Manuel Rodríguez Moral. Economista

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