Las bolsas europeas volvierona cotizar en verde durante la jornada de ayer tras las caídas del arranque semanal. La cautela parece haberse asentado entre los inversores y el miedo a una segunda oleada de contagios y su consiguiente recaída en el inicio de la actual recuperación de la actividad es cada vez mayor. Pero no solo eso ha influido en el ánimo de los inversores. El otro foco de atención en aumento son las tensiones comerciales entre China y EE.UU. En este sentido, conocimos la negativa del presidente Donald Trump a renegociar la fase I del acuerdo comercial con nuevas rebajas de aranceles. Y en el ámbito macroeconómico, destacó el IPC norteamericano del mes de abril, que registró una caída intermensual del -0,8%, la más fuerte desde diciembre de 2008, en línea con las expectativas de los analistas. En tasa interanual, el IPC estadounidense se desplomó hasta el 0,3%, en lo que supone su lectura más baja desde octubre de 2015.
Así, la evolución bursátil ayer fue nuevamente muy heterogénea, pero a diferencia de jornadas anteriores el Ibex-35 lograba colocarse a la cabeza de los avances con una subida del 1,55%. El selectivo español se vio impulsado por las eléctricas y los pesos pesados tales como Inditex y Telefónica. El resto de bolsas europeas avanzaron en torno al punto porcentual, aunque vimos cierta debilidad en el DAX alemán (-0,05%) y en el CAC francés (-0,39%).
En cuanto al resto de activos tradicionales, asistimos a suaves repuntes en los precios de la deuda, tras las marginales caídas en las tasas de rentabilidad de las curvas gubernamentales. El precio del bono español a diez años subió, y su rentabilidad bajó al 0,84% y su diferencial con Alemania se comprimió hasta los 135 puntos básicos. En el mercado de divisas el euro se fortalece por encima de los 1,08 dólares.
