He sobrevivido el confinamiento gracias al séptimo arte.

Verán, estimados lectores, me había traído una amiga -recién llegada de Grenoble- una edición especial de L'important c'est d'aimer, y volví a verla llorando como el día que asistí a su estreno en París en 1975. No me extrañó cuando le concedieron el "César" a la mejor actriz (y eso que había grandes estrellas nominadas, entre ellas Catherine Deneuve por La sirena del Mississipi, de Truffaut), pero es que una interpretación como la que lleva a cabo Romy Schneider en L'important c'est d'aimer es insuperable por los siglos de los siglos (se acaba de editar en deuvedé la colección completa de sus películas para celebrar el aniversario de su fallecimiento). La película planea una serie de cuestiones que, hoy como ayer, no se han resuelto (¿se resolverán algún día?). Sí, estoy de acuerdo con el mensaje implícito en la película de Romy Schneider: Lo importante es amar...